miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿HACIA DONDE VAMOS?

Bueno, muchos de nosotros, cuando viajamos nos encontramos de repente conque no pusimos en la maleta muchas cosas que necesitamos usar en nuestro destino...

En una ocasiòn viajé con otro amigo a un paìs de Amèrica del Sur. Iba preparado para una semana de estancia en el hotel. Asì que cuando llegamos, abrì mi maleta y coloqué todo en su lugar. Ropa, loción, rasuradora y jabón de baño. Todo estaba listo. A la mañana siguiente tocaron a la puerta de mi habitaciòn. Era mi compañero de viaje que no habìa puesto en su maleta gelatina para el cabello y un peine. Me buscò para que le compartiera de lo mìo...

Esto me hace pensar en una cosa muy importante para nosotros los pastores...

Mientras no sepamos a donde vamos, no sabremos lo que necesitaremos para el camino.

Es un axioma natural de la vida. La vida es una carretera que nos tiene que llevar a algùn lado. Hay pastores que no tienen una visiòn clara de su llamado. No saben a donde van. Por lo tanto, van poniendo en su equipaje un poco de esto, un poco de aquello. Mezclas de doctrinas y enseñanzas sin una definiciòn clara de lo que son y quieren ser. Toman un poco de lo que està de moda y lo ponen en pràctica. Cuando se cansan y se les agota el material escogen otro sistema que les haga sentir actualizados. Amorfos. Vacìos de forma y contenido. Y, lo que es peor, llevan a sus ovejas por el mismo camino... Santiago les llama nubes sin agua...

El ministerio pastoral tiene que ser definido por quien nos llamò. Y Èl mismo nos equipa para el camino, para poder llevar a cabo la misiòn y la visiòn que nos ha dado. No podemos dejar al azar nada de lo que necesitaremos para nuestro caminar hacia la meta.

Un pastor que no ora, que no lee la Palabra, que no se alimenta de otro, que no tiene un maestro que lo guíe, un amigo que lo sostenga, una compañía para el viaje, un pastor a quien rendirle cuentas difìcilmente sabrà hacia donde se dirige. Cual es su misiòn en la vida de sus oyentes. Hacia donde lleva su congregaciòn...

Es muy importante entonces sentarnos por un momento y hacer una revisión de nuestro llamado. Què hemos logrado a través de este año que ya està por terminar. Hacia donde queremos ir dentro de unas semanas que empieza el dos mil catorce. Què equipo necesitamos para el camino. Què debemos meter en nuestra maleta espiritual para poder estar cómodos y bien provistos para las necesidades del quehacer diario de nuestro trabajo...

La vida, la conducta y lo privado del pastor es tan importante que puede llevar a su gente al cielo o al infierno.

Recordemos que somos guías de un rebaño. Nos entregaron corderos para llevarlos al nivel de ovejas. Hacerlas crecer, desarrollarse y llegar a cumplir su propia visiòn y su misiòn en la vida... De nosotros depende si lo logramos o no.

Creo que mi amigo viajero aprendió algo: Nunca olvidarse de poner en su maleta para su pròximo viaje todo lo que iba a necesitar en su hotel... A menos que se exponga a comprarlo a precio de un ojo de la cara...


sábado, 14 de diciembre de 2013

ABSOLUTOS Y RELATIVOS...

En esta ùltima dècada se ha reinventando un término: Todo es relativo. Todos tenemos el mismo derecho de expresiòn, libertad e igualdad. Todos somos iguales ante todos. Tenemos los mismos derechos y los mismos deberes. Igualdad ante todo y ante todos...

Pero esto contrasta terriblemente con la Palabra de Dios. Y aquì es donde entramos los pastores que debemos enseñar la diferencia... La diferencia entre lo absoluto y lo relativo.

Veamos:

Si todo es relativo, ¿para què debo esforzarme en ser mejor?  ¿Para què debo ser honrado si tengo derecho a tener lo que deseo como lo tienen los demàs? ¿Por què debo ser fiel a mi pareja si muchos estàn abandonando sus hogares por irse con otra mujer o con otro hombre? ¿Por què debo casarme y no vivir en unión libre como lo hacen todos? ¿Acaso no tengo derecho a ser igual al resto de gente?

Buenas preguntas, ¿no le parece pastor? ¿No le parece que este pensamiento humanista riñe contra los valores de la Palabra de Dios que nos manda respetar y honrar a los demàs?

Otro problema del relativismo o filosofía de libertad actual es que tengo derecho a creer o no en Dios. Obedecerle o no, es cuestiòn mìa. En eso tienen razòn, el problema es que este pensamiento tambièn se opone al pensamiento Divino que dice que Dios ama de tal manera que no quiere que nadie se pierda...

Como pastor debo enseñar al rebaño que me han encargado guiar a la Presencia del Señor que no todo es relativo. Todo es absoluto. Tenemos derecho a asistir a una iglesia cristiana, eso es bueno para la libertad de culto. Tenemos derecho de escoger què Biblia leer. Eso es bueno para la libertad. Lo que ya no es bueno es la libertad de andar como yo quiera. Tengo obligaciòn de obedecer reglas, reglamentos leyes y estatutos... Y todo esto, es absolutamente necesario para la convivencia comùn. Solo porque soy libre no me autoriza a echarle la basura a la banqueta de mi vecino. Solo porque todo es relativo no me autoriza a subirme al bus sin pagar.

Este pensamiento es peligroso. Lo relativo termina cuando estoy a punto de transgredir el derecho del otro. No tengo derecho de poner todo el volumen a los aparatos de sonido de la iglesia para que toda la cuadra escuche mi sermón. Tengo el deber de respetar el sueño y el descanso de nuestros vecinos. Ellos tienen la obligaciòn de respetar nuestro culto.  Lo absoluto prevalece sobre lo relativo entonces... Porque Dios es Dios de absolutos... Absolutamente prohibido desear la mujer de tu pròjimo. Absolutamente prohibido robar. Absolutamente prohibido tomar licor, fumar, tatuarse, deshonrar padre y madre y muchos otros absolutos... ¿Para què? Para protegerme a mi y a mis vecinos. Cuando yo obedezco los absolutos de Dios ellos pueden estar tranquilos que no harè ruido a media noche. Que no les robaré sus cosas en los jardines. Que no ensuciaré las calles de mi colonia. Que no andaré mostrando mi desnudez ante los niños ni sus hijos me veràn borracho escupiendo y haciendo suciedades en plena calle...

Absolutos y relativos... me quedo con lo primero aunque sea màs extraño y difìcil cumplirlo... Ademàs es lo que Dios manda...




lunes, 9 de diciembre de 2013

TRES COSAS...

Todo tiene su precio en esta vida. Todo...

Y ademàs de esto, no podemos tenerlo todo. Hay que sacrificar algo por algo.

Por ejemplo:

1.- Un buen matrimonio cuesta mucho lograrlo. Requiere sacrificio. Làgrimas. Autonegaciòn. Privarse de algunas cosas para lograr otras. Un buen matrimonio, especialmente entre pastores, va a exigir mucho respeto entre la pareja. Darle la razòn al otro aùn cuando no la tenga. Humillarse constantemente para aceptar que si queremos vivir juntos debemos ceder ante las peticiones del otro aunque no estemos de acuerdo. Es reportar donde y con quien estamos. Para los hombres dejar el machismo por un lado y para las mujeres, aceptar que deben sujetarse a sus esposos. No porque sean pastores, sino para lograr ser pastores...

Ser pastores de seminario es fàcil. Se estudian un par de años, se ganan las materias, se cumple el pènsum y listo. Usted ya es pastor. Eso le dicen sus maestros... Pero, ¿què dice el Señor? ¡Ah! eso es otra cosa. Y es lo que verdaderamente vale. Lamentablemente la iglesia està llena de pastores de seminario. No han doblegado su cerviz ante una mujer que exige tiempo, dinero, amor, respeto, cariño, caricias, cuidado de la casa, cuidado cuando està enferma, ayuda cuando los niños no le dejan tiempo, un cafè por aquì y otro por allà. Regalos de cumpleaños y de aniversario. Explicaciones de con quièn anda y con quien estaba hablando "tan de cerquita en la iglesia"... Eso no se lo enseñaron en el colegio de teologìa. Eso se aprende en el camino. Eso es lo que le da valor a su ministerio.

2.- Hijos. Sus hijos, querido pastor, deben ser preparados para ser modelos desde la cuna. A sus hijos se les estigmatiza desde que van a la sala cuna. Por ser hijos de los pastores se espera que sean modelo de conducta. Ya lo dijo el apòstol: Que sepan tener en orden a sus hijos... Pero eso depende de sus primeros años. Y depende de còmo su esposa le ayude en esa misiòn. Si ambos no estàn de acuerdo en educar, corregir e instruìr a sus hijos en los caminos del ministerio... sufrirán vergüenzas ante sus ovejas y su autoridad a la hora de enseñar principios de disciplina en el hogar se verà menguada... Eso tampoco se lo enseñaron en el instituto. Lo engañaron si le dijeron que saque su diploma y ya. Error. Este es un precio muy elevado a pagar si realmente usted quiere un ministerio pastoral de respeto...

3.- Amigos. Usted ya no puede hablar con prepotencia. No puede andar contando chistes del gobierno. No puede hablar mal de la gente. No puede andar con amigos en las esquinas ni jugando al futbol los sábados en la tarde, no puede juntarse con ellos despuès del culto y comerse una hamburguesa en las cafeterias nocturnas dejando abandonada a su familia. Por su rango y posiciòn de pastor y maestro, a usted le està prohibido andar con hombres màs jòvenes que usted, lo pueden acusar de pervertir muchachos o hasta de homosexual. Mucho menos puede andar con jovencitas que no tienen nada que hablar con usted. Para eso està su esposa. Este precio tambièn hay que pagarlo si desea tener un prestigio ministerial de altura, que dignifique su trabajo y que el Señor sea honrado a traves de usted...

Tres cosas que son carísimas. Muchos conocidos míos no han querido pagar este precio y han visto disminuir sus ministerios aparatosamente. Se olvidan que lo que se enseña primero hay que vivirlo... Todo tiene un precio, querido pastor... todo.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA PRESION GENERA DIFERENCIA...

Israel no cuenta con muchos mantos acuíferos. Y necesitaban hacer algo para mantener húmedos sus campos de cultivo. ¿Què hicieron? Inventaron el riego por goteo. Ahora ese sistema se utiliza en muchos paìses para ahorrar el agua... La presión les obligò a buscar alternativas para salir adelante...

Estamos viviendo una època en la cual el hedonismo y el sistema de vida placentero ha alcanzado a muchos pastores.  Pastores que buscan como enriquecerse a costa de sus congregaciones. Pastores que buscan como hacerse un nombre en medio de la sociedad.  Pastores que buscan como competir con otros para alcanzar sus propias metas. Pastores que estàn levantando sus propios reinos y no el Reino de Dios. Pastores que estàn cambiando esposa. Pastores que se estàn endeudando con los sistemas financieros con tal de tener lo que tiene el otro...

Eso genera presión.

Presión por ser diferente. Necesitamos ese tipo de ministros para vernos en sus espejos y buscar una soluciòn para el Reino de  Dios que està siendo tan devaluado en nuestros tiempos... La presión que eso genera es que deben haber pastores diferentes. Pastores que no busquen las cosas de la tierra sino las del cielo, como dijo Pablo.

Si no tuvièramos ese tipo de presión, no se notarán los verdaderos siervos de Dios. Los que quieran vivir como Jesùs. ¡Alto! no hablo del Jesùs pobre y sin un centavo como enseñan algunos. Estoy hablando del Jesùs de los Evangelios. Un Jesùs Santo. Un Jesùs que vino a darnos el ejemplo de como vivir en la tierra obedeciendo las leyes del Cielo... Mi reino no es de este mundo, nos dijo. Y ese es el reto. Y la presión a la que estamos siendo sometidos es esa precisamente: No permitir que nos engulla la ola de èxito humano que està buscando la mayorìa. Megaiglesias. Megatemplos. Megaradios. MegaTV. Pastores que se estàn haciendo liposucciòn para mantenerse en forma. Inyectàndose botox y pintandose las canas, cuando èstas, precisamente, son la honra de la vejez...

Asì como Israel se vio sometido a la presión de buscar una forma de regar sus plantíos, asì nosotros tenemos que buscar la forma de mantenernos dentro del marco que Jesùs nos vino a enseñar. Si decís que sois mis discípulos -dijo- haced lo que yo os he madado...

Y, queridos pastores, Èl no nos mandò a ser exitosos. No nos mandò a buscar la grandeza social, no nos mandò a cambiar esposa cuando la primera se puso achacosa y entrada en años. No nos mandò a llenar de sillas el templo hasta el ùltimo rincòn. No nos mandò a hacer censos del pueblo. No  nos mandò a poner artistas en el pùlpito. No nos mandò a hacer fiestas de cumpleaños en la Iglesia. No nos mandò a celebrar el dìa de esto o de aquello...

Nos mandò solo una cosa: Sed santos, porque yo soy Santo.

Asì que gracias a los pastores que buscan las cosas de la tierra, que se estàn divorciando, que se estàn llenando de amigos del mundo, porque eso me genera presión para no hacer lo mismo sino hacer lo que mi Maestro me mandò... Gracias pastores, gracias...

sábado, 16 de noviembre de 2013

LOS ESCOGIDOS

Cirugía plástica. Cambio de nariz. Estiramiento de piel en la cara. Esconder pedazos de piel en la barbilla. Partirse la barbilla. Depilarse las cejas. Esconder la papada...
Todo esto para parecer lo que no se es.
Pero no es solo eso. Tambièn hacerse un nombre. Levantarse cada mañana pensando en còmo ser màs grande que otros. Como predicar mejor. Como vestir mejor. Como salir mejor en tele... Como ser amigo de polìticos de renombre. Es decir, como colgarse de otros que son màs grandes para salpicarse de esa "grandeza" y salir en la foto...
Esa es la meta de hoy en dìa para muchos pastores. No es nada nuevo. Ya en los tiempos del rey Saùl se conocía esto. Era una costumbre parecer ser lo que no se era. Isaì lo sabìa muy bien... Por eso, cuando Dios le ordenò a Samuel que fuera a buscar al pròximo rey que iba a subir al trono en lugar de Saùl, Isaì le puso enfrente sus mejores tarjetas de presentación...
Y, si Dios no hubiera detenido a Samuel, èste se deja influenciar por lo que estaba viendo: hombres grandes, corpulentos, finamente moldeados como guerreros. Soberbios y arrogantes. Bueno, tenían la pinta de todo buen pastor educado y bien entrenado para presentarse ante el pùlpito o las cámaras de TV. Los hijos que Isaì estaba presentando ante el enviado de Dios para ungirlo como pròximo rey de Israel tenían todo. Bueno, todo lo que un enviado podìa desear tener como gobernante. Pero no para Dios. A Dios no le impresionó en nada Isaì cuando le presentò sus candidatos. Èl se lo dijo a Samuel:
Dijo Dios a Samuel: ‘No mires su figura, ni lo elevado de su estatura, porque lo he desechado, pues Jehovà no ve lo que ve la persona, porque la persona ve con los ojos, pero Jehovà mira el corazón’" Samuel I, 16:7. Y lògicamente, llegò la famosa pregunta: ¿Tienes otros hijos...? Y la respuesta nos da material para largo: "Sì, hay otro que està cuidando el rebaño". Es decir, ni tiene pinta de guerrero, ni es alto ni fornido, tampoco es estudiado en teologìa, tampoco ha cursado estudios en el instituto teológico, no tiene licenciaturas ni mucho menos doctorados. Asì, que Samuel, el que falta no nos hace falta. Empecemos porque el colochito que falta no creo que te interese...

Y allì estuvo el error de Isaì. Cierto, posiblemente no le interesaba a Samuel... pero sì le interesaba al Señor. Como usted. No tenìa "pinta" de pastor o lìder. No era versado en teologìa. No tenìa licenciaturas ni doctorados. No tenìa carisma. Sus padres le dijeron que como no conseguía trabajo para ganarse la vida, que se metiera por lo menos, a pastor. O el primo que se fue a los USA y que le ha ido "bien" le manda una pequeña limosna para que se sostenga usted y sus hijos porque, como "el pobrecito es pastor, hay que ayudarlo..." O, como me dijo una señora hace unos años: "Es que los siervos del Señor tienen que sufrir". Yo renuncié a esa maldición por supuesto, pero asì es como ven a David los otros...
A pesar del hecho de que David no tenìa un físico tan impresionante, sí tenía lo que hacía falta para ser el fuerte líder que Israel necesitaba...Esto nos enseña una lección muy importante sobre cómo se supone que debemos juzgar a las personas. Vivimos en un mundo muy superficial. Somos juzgados en base a la apariencia, y es por eso que la cirugía plástica y el verse eternamente joven son cosas tan importantes. Jesùs dice que la verdadera grandeza de la persona no es medida por la apariencia externa; la verdadera grandeza reside en el alma.

Es allì donde debemos poner los ojos... No en los anillos de oro o el tipo de carro que manejan los otros... O el tipo de amistades con quienes se codean. Es en el alma...

miércoles, 13 de noviembre de 2013

LECCION DE HUMILDAD

Cuando Jacob viene de regreso a su tierra, la Biblia nos cuenta que se apartò solo a un arroyo a meditar en todo lo que ha vivido y en còmo se puede enfrentar a su hermano Esaù que està al otro lado del territorio, supuestamente para cobrar venganza por lo que sucediò entre ambos hacìa varios años atràs... De pronto un àngel empezò a luchar con èl. En medio de la refriega el àngel le pregunta a Jacob su nombre. Usted conoce el resto. Se lo cambia por Israel... Y lo bendice...
Inmediatamente despuès, Jacob hace la misma pregunta: Dime tu nombre, le dice al àngel... Pero éste respondió displicentemente “¿Por qué preguntas por mi nombre?”. Sin embargo esto no fue por falta de buenos modales, ¡sino todo lo contrario!, la verdad es que él no quiso adjudicarse ningún mérito por la bendición, él quiso dejar en claro desde un principio que toda la bendición que Jacob había recibido provenía directamente de Dios y que él era sólo un humilde enviado.
De hecho, el Talmud enseña que a los ángeles en general no les gusta revelar su nombre, para no recibir una corona que no les corresponde, ya que las personas podrían llegar a confundirse y decir “el ángel fulano me hizo un milagro”, como si el milagro realmente lo hubiera hecho él, y esto obviamente no es verdad, ya que el ángel es solamente un enviado de Dios que cumple la misión que le han asignado. En realidad, la verdadera intención del ángel fue decirle lo siguiente:
“De qué te sirve saber mi nombre si yo soy sólo un enviado, el poder y la fuerza son exclusivamente de Dios, y si llamas por mi nombre cuando tengas algún problema yo no podré responderte ni tampoco salvarte de tu sufrimiento, de hecho, ahora te he bendecido sólo porque me lo han ordenado”. De esta manera, podemos aprender de los ángeles una increíble lección de humildad, y es que cada vez que ayudamos a alguien, o cada vez que logramos algo, siempre debemos recordar y reconocer que nuestro poder y nuestra fuerza provienen exclusivamente de Dios, y que nosotros somos sólo humildes enviados.
Pastores: Nada hemos hecho sino lo que nos han ordenado. Jesùs lo recomendò cuando nos dejò dicho: Cuando hayan hecho todo lo que se les pide, digan: siervos inútiles somos porque solo hemos hecho lo que nos ordenaron... Tristemente muchos de nosotros somos amantes de los bombos y platillos cuando hacemos algo por alguien: Nos tomamos fotos para la prensa. Llamamos a los medios de la TV para publicar nuestras "hazañas", publicamos en twiter y en Facebook nuestros logros y hacemos toda una halaraca de lo que Dios nos mandò a hacer... Hedonismo. Orgullo. Presunción... 
Creo que esta historia del àngel de Jehovà que cambiò para siempre la historia de un hombre y una naciòn debe servirnos para imitar lo que es bueno: Darle la Gloria solo al que la merece: Jesùs...

lunes, 11 de noviembre de 2013

LO QUE VEMOS... Y LO QUE NO VEMOS

Nuestra vista nos engaña. Y nos engaña porque desconocemos ciertas cosas que pasan en la vida de los hombres y mujeres que estàn escuchando nuestros mensajes dominicales...

La mayorìa de las veces es porque nos engañamos a nosotros mismos. Queremos ver lo que queremos y no lo que debemos... Por ejemplo, ¿quien realmente es el pastor de la congregaciòn donde usted predica? ¿Usted o el Señor Jesùs? Solo esta pregunta bastarìa para poner a pensar a muchos "siervos" que se han adueñado de la Esposa del Cordero hacièndose los importantes, cuando en realidad el Verdadero Pastor ni se nota en los cultos.  ¿A quien se le canta en los servicios de la Iglesia? ¿Al pueblo, al pastor a cargo o al Dueño de la Alabanza yAdoraciòn?  Creo que son buenas preguntas para analizarlas y llegar preparados para el pròximo Domingo... ¿No cree, hermano pastor?

Pero no quiero perder el hilo del tìtulo de mi artìculo de hoy.

No vemos lo que Jesùs ve.  Por eso nos perdemos el privilegio de restaurar tantos matrimonios o tantos hogares. Nos dedicamos mejor a evangelizar a los ya evangelizados pero no nos atrevemos a ir màs adentro de ellos, a otro nivel de enseñanza, a otro nivel de prèdica. Que en realidad es lo que necesita la gente: Restauraciòn. Pero de la verdadera. No solo de dinero. La gente no es solo estòmago. Tambièn son almas, corazones quebrantados, heridos por el pecado. La gente que va a la Iglesia es gente solitaria, abandonada por sus familiares a causa de sus conductas equivocadas o arrastradas por el mal que abunda en nuestra sociedad...

Y somos nosotros los supuestos siervos de Dios los encargados de hacerles volver a sus hogares con una sonrisa en los labios, con una palabra que aliente a sus esposas e hijos a creer en Aquel que es capaz de cambiar al màs vulgar borracho, al màs encarnecido abusador, o al màs asquerosamente poseìdo por el demonio...

Como el hombre que Jesùs encontrò en Gadara.

Comìa basura. Vivìa en el cementerio. Era extremadamente violento. La locura se habìa adueñado de su mente y su razòn. Vivìa solo, sin familia, sin amigos y sin esperanza. Su mundo era un mundo al revés. Rechazado. Marginado. Abandonado. Un paria. Sucio y hediondo. Su olor era el olor de un muerto vivo... Eso era lo que la gente veìa. Cuando alguien se acercaba a su contorno y lo veìa de lejos, un escalofrìo recorría su cuerpo. Daba miedo. La gente veìa un monstruo. Los demàs veìan un salvaje. Todos veìan a un asqueroso y loco y demente...

Jesùs vio un padre de familia. Jesùs vio a un mensajero del evangelio. Jesùs vio un esposo amante y tierno. Jesùs vio a un padre responsable que lucha por sus hijos y que se esfuerza por llevar el pan a su mesa. Jesùs vio un hombre virtuoso y lleno de deseos por superarse... Jesùs vio a un hijo de Dios deformado por el pecado... Jesùs vio la Imagen y Semejanza del Padre arruinada por el abandono y la ausencia de la Verdad...

Todo esto me lo revelan las palabras de Jesùs cuando el hombre quiso ir con èl despuès de haber sido liberado. "No, no puedes venir conmigo. Ve a los tuyos. Ve a tu casa y cuèntales lo que Dios ha hecho en tu vida. Muèstrate a ellos y que vean lo que realmente eres. Que ya no vean lo que vivìa en los cementerios ni en los bares ni en las cantinas ni en los burdeles... Que vean lo que Dios hizo en el vientre de tu madre... Un hombre, no un monstruo" ¡Quien iba a decir que Jesùs vio en mi algo que yo ni siquiera en sueños habìa visto!

sábado, 9 de noviembre de 2013

NO, NO NOS ENGAÑEMOS...

Muchas veces nosotros los pastores juzgamos implacablemente a las ovejas que tenemos bajo nuestro cuidado cuando cometen una infracción. O mejor debo decir pecado...

Se nos olvida que "no hay justo ni aùn uno" dice la Escritura... Pero cuando se trata de cortar a los demàs usamos la misma tijera. Para ellos, pero no para nosotros...

¿Cual es la diferencia entre una persona buena y una mala? El Talmud enseña que una persona buena es la que  cae siete veces pero se vuelve a levantar. Una persona mala es la que cae una sola vez y allì se queda.  Y es esa persona la que muchas veces juzga a los demàs cuando cae y se vuelve a levantar...

¡Què hipòcrita! dice. ¿Como es posible que estè otra vez en la iglesia despuès de lo que hizo? ¿Como es posible que estè predicando despuès del pecadote que cometiò? ¡Què bàrbaro...!

Y es entonces cuando nos engañamos con los demàs... Hay personas como yo, por ejemplo, que luchamos diariamente por no fallarle al Señor. Luchamos con dientes y uñas para no caer en situaciones vergonzosas que nos hunden en la desesperaciòn de haber hecho cosas, como dijo Pablo, que no querìamos hacer.  Juzgue usted cualquier nivel de "cosas" porque si me pongo a hacer una extensa explicaciòn de què son esas "cosas" es la de nunca acabar.

Porque para los pastores es tan difìcil aceptar que somos como el resto de la gente que se sienta en las sillas de nuestras congregaciones. Somos como ellos: dèbiles. Humanos. Polvo. Allì sì cabe la expresiòn: Fuimos cortados con la misma tijera... Pero la hipocresìa campea en todo su esplendor en este precioso gremio pastoral que no aceptamos que caemos en "cositas" que si las hacen los demàs, les caemos encima con todo el peso de la ley... de Dios y la nuestra.

¿Y a nosotros quièn nos juzga? ¿Con què medida nos juzgamos a nosotros mismos? Le invito a leer Proverbios 18:17: "Justo parece el primero que defiende su causa hasta que otro viene y lo examina" ¡Ajà! ¿Quien lo examina a usted, querido compañero pastor? ¿Tiene, para empezar un mentor que lo examine? ¿O quizà deba decir: lo vigile? Porque ya lo dijo Jesùs: "Necio. Quita primero la viga de tu ojo y despuès quitaràs la paja del ajeno"

No. No nos engañemos amados consiervos. Los pastores estamos para enseñar a vivir en santidad pero sabiendo que esa Palabra tiene dos filos: Uno para el que predica y el otro para el que la escucha. Por eso necesitamos nosotros tambièn ser enseñados. Cinco años en un instituto bìblico no bastan para cambiar un corazòn lleno de pecado... Es màs: no alcanzan ochenta años de vida para cambiarlo. Es asunto de dìa a dìa. Caer y levantarse. Caer y levantarse. Como enseñò el perito arquitecto: Prosigo a la meta del supremo llamamiento... Usted sabe bien quièn es quien lo dijo...

domingo, 3 de noviembre de 2013

PADRES...

"Porque aunque tengáis innumerables maestros en Cristo, sin embargo no tenéis muchos padres..." 1 Corintios 4:15

Cuan importante es el papel del padre. Y no solo hablo del padre biológico, tambièn hablo del padre espiritual...

Pastores: Pablo nos enseña que muchas congregaciones carecen de un padre espiritual... Nos hemos dedicado todos o casi todos, a ser maestros. Pero no padres.

Y lo que en realidad necesita la gente que se sienta en las sillas de su congregaciòn es un padre. Maestros hay muchos. Los encuentran en la televisiòn, en la radio y en el internet... Pero un padre solo se encuentra al lado del hijo...

Claro, entiendo que jugar ese papel en la vida de sus miembros, para muchos, es cargoso.  Es mejor dejarles tirado el pasto cuando les predican la Palabra, salir por la puerta de atras del pùlpito, rodeado de guardaespaldas para que nadie les moleste e irse a ver su partido de futbol o atender sus asuntos "màs" importantes, que dedicarles una sonrisa a sus miembros despuès del mensaje. No estoy hablando de la costumbre que tienen en Amèrica los pastores que despuès del mensaje se paran en la puerta a darle la mano a todos. No. Estoy hablando de acercarse a sus miembros y preguntarles què tal les va. Interesarse por ellos. Abrazarlos. Verlos a los ojos. Hacerles ver que usted observa cuando llegan tristes, cuando llegan alegres o con alguna pena... Incluso hacerles notar cuàndo no llegan.

Ser maestro es fàcil. No requiere nada màs que enseñar...

Ser padre es otra cosa. Es saber si sus hijos espirituales estàn cambiando gracias a su mensaje. Es averiguar como va su hogar, como estàn sus hijos, como està el esposo o la esposa... Ser padre es darles de comer a veces hasta en la boca a los màs tiernos. Es bajar del pedestal y volverse como uno de ellos. ¿Acaso no fue eso lo que hizo nuestro Padre Celestial? ¿Acaso Èl no dejò el trono para caminar con sus hijos en las polvorientas calles de su pueblo? ¿Acaso un padre biológico, hablo, por supuesto, de los que son responsables, no se vuelve niño con un niño?

Hoy es domingo. Seguramente serà, en muchas congregaciones como en la mia, dìa de Santa Cena... ¿Que tal si empezamos hoy mismo a practicar la verdadera paternidad? Creo que al Señor le agrada màs que le imitemos como Padre que como maestro...

Lea esto que dice Santiago 3:1: "Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un juicio más severo". Ser padre es màs fàcil. Si me equivoco se me justifica. Si soy maestro... puedo mandar a alguien al infierno por enseñarle mal... ¿No le parece?

viernes, 1 de noviembre de 2013

CUIDE SU LINAJE...

¿Por qué alguien vendería su primogenitura por un plato de lentejas? Esau la vendió alegremente y luego se justificó a sí mismo alegando que de todas maneras moriría algún día.
Tristemente, este es el mismo razonamiento que nosotros utilizamos cuando nos involucramos en cualquier tipo de comportamiento dañino. Todos vivimos con una lucha interna entre "sentir gratificación inmediata" o "pensar en el futuro". Pero las decisiones sanas sólo pueden ocurrir cuando vivimos con la conciencia de que nuestras decisiones tienen un impacto directo en nuestras vidas. Este "filtro del mañana" es lo que todas nuestras acciones deseables deberían atravesar.
Como pastores de un rebaño encomendado a nuestro cuidado por el Verdadero Pastor, Jesucristo, debemos mantener en mente nuestro futuro. Malas decisiones de hoy van a afectar terriblemente nuestro futuro y el de mucha gente a nuestro alrededor... No lo perdamos de vista. Estamos tan acostumbrados a la gratificaciòn de hoy que no pensamos si habrà un mañana...
El problema con todo esto es que realmente sí existe un mañana, y es precisamente como vives hoy lo que determinará ese mañana. Señalar que conoces a algún pastor que a pesar de su vida disoluta y libertina y que no "le pasa nada",  no te da libertad para vivir de manera irresponsable y sin límites. De hecho, estas historias son las que nos dan verdadero libre albedrío para optar por un camino sano y correcto. Pensar como la mamà de Lemuel: No es de reyes, oh, Lemuel, no es de reyes...
A Esau sólo le importaban sus deseos inmediatos. No había conciencia del mañana. Este tipo de razonamiento es lo que puede llevar a una persona a hacer cualquier tipo de cosa y luego, orgullosa y confiadamente, justificar su comportamiento.
La verdad es que el placer máximo sólo se puede experimentar cuando sacrificamos el "placer a corto plazo" invirtiendo en el futuro y haciendo lo que es correcto. Sacrificar lo que es correcto en aras del placer inmediato finalmente te hará sentir terrible. Y esa es la gran ironía.
Dios estableció un sistema para que crezcamos espiritualmente. Y esto sólo puede ocurrir a través de luchar en contra de las tentaciones y hacer lo que es correcto. De esta manera, la felicidad eterna que poseerás estará en un nivel estratosféricamente más alto que los placeres inmediatos que superaste. Y mientras más puedas hacer esto, más feliz serás. Hoy y mañana.
No te olvides, hermano pastor, que tu conducta està siendo observada desde dos àngulos: En la tierra y en el cielo. Perdòn, corrijo: Desde tres... me faltò el infierno.

jueves, 31 de octubre de 2013

JACOB Y ESAÙ...

Nacieron del mismo vientre...
Hijos del mismo padre...
Educados bajo los mismos estándares...

Pero uno decidiò seguir el camino de la Verdad. El otro decidiò seguir el camino de la rebeldía.

Jacob y Esaù.

Este escrito es para aquellos pastores que tambièn han sido o son padres. Pero que, pese a que invirtieron tiempo y esfuerzos por igual para guiar y educar e instruìr a sus hijos bajo el temor del Señor, uno de ellos no saliò como se esperaba.

No se condene, querido hermano, no se condene... Usted hizo lo posible. Les alimentò por igual. Los vistiò y los mandò al colegio. Los educò y tuvieron techo y cariño en la misma medida... Pero no salieron iguales. Fueron diferentes. Como usted y como yo. Aunque somos hijos del mismo Padre Celestial, tenemos nuestros caminos por lugares diferentes... Usted pastorea en el  norte y yo en el sur. Usted tiene una congregaciòn de cientos, la mìa es numèricamente pequeña.  Pero eso no quiere decir que no seamos hermanos.

Ser hermanos es mucho màs que las similitudes en nuestro llamado.  A usted le dieron màs y a mi me dieron menos. Eso es todo. Ambos tenemos lo que el Padre quiso darnos. No hay por què creernos màs o menos...

Por eso escribo esto. Porque muchos pastores sufren cuando sus hijos no estàn en la misma visiòn. Se sienten frustrados o amargados con la vida y con ese hijo rebelde que no se porta "bien". Ese "bien" es un paràmetro que su hijo o hija no entiende.  Para usted, portarse bien significa que sus hijos deben estar en el grupo de alabanza o escuela dominical o encargados de algùn àrea de la Iglesia. Para algunos pastores se vuelve obligaciòn que sus hijos compartan "su" ministerio y cuando eso no sucede se enojan con ellos y en vez de invitarlos a ser partes del Cuerpo de Cristo los abandonan y los sacan de sus planes de salvaciòn... Todo por evitar la verguenza de haber procreado un hijo que no quiere amoldarse al sistema religioso al que pertenecemos...

Pablo fue el que escribiò: "Que sepan tener a sus hijos en sujeciòn" como requisito para ser ministros del Altar... Pero no siempre es fàcil. El enemigo tratarà por todos los medios de distraer la atenciòn de los asistentes a su congregaciòn para fijarse en la paja que afecta al pastor y ellos no se dan cuenta de sus propias vigas... No hay familias perfectas. Todos hemos sido golpeados en màs de una ocasiòn en nuestra propia casa. Nuestros padres no fueron perfectos. Nuestros hermanos no fueron santos. Tuvimos nuestras diferencias y llegamos a Cristo con un bagaje de amarguras, sinsabores y frustraciones que se llevaràn años en ser sanados...

No se sienta mal. Ore. Vigile a sus hijos. Aconsèjelos y pìdale al Espìritu Santo que los convenza del camino en que deben andar y verà que sus luchas han valido la pena porque habràn enriquecido su vida y su mensaje... Pero no se sienta menos que otros. Usted quizà tenga un  hijo malportado... Otros tenemos un alma malportada... Estamos en el mismo barco, querido pastor.

sábado, 26 de octubre de 2013

EL RESPETO POR UNO MISMO

Hay pastores que no reciben el respeto adecuado a su posiciòn. Los jòvenes les faltan el respeto constantemente. Los miembros de su congregaciòn les llaman por su nombre de pila que es una falta de respeto a su alto cargo. Y, lo que es màs abusivo, les tratan de "vos" como si el pastor fuera de su misma clase o rango...

Todo tiene una explicaciòn: El pastor no se està respetando a sì mismo...

Respetarse a sì mismo no es lo mismo que pedir que me respeten. Especialmente en estos tiempos en que la juventud ha perdido de vista lo que es eso. Ellos mismos no respetan a sus padres, maestros y lìderes. Mucho menos respetaràn a un pastor que se comporta de manera "juvenil" con los muchachos...

Conozco pastores que fueron primero lìderes de jòvenes. En su momento, los jòvenes les llamaban por su apodo o nombre de pila. Este lìder no previò que un dìa el Señor lo pudiera elevar a la posiciòn de pastor general... Y no se ganò el respeto de su futura congregaciòn. Hoy, en vez de ser el pastor, es fulano, es el chero, es el chato y muchas faltas de respeto màs...

¿Como hacer que me respeten los demàs como lìder de una congregaciòn? Empezando por respetarme a mì mismo. Si yo no me valoro, si yo no me respeto, si yo no trabajo en mi caràcter, mi personalidad y mi liderazgo, no esperarè que me respeten los que tenga bajo mi cuidado màs adelante...

Los dos hijos del Sacerdote Aaròn no se respetaron a sì mismos. Se tomaron sus tragos e hicieron una apuesta: Veamos quièn de los dos llega primero al Altar de Dios y toma las brazas para quemar incienso, se dijeron... No se sabe quièn gano la apuesta. Lo que sì sabemos es que Dios los quemò a los dos... Los lìderes tienen prohibido rebajarse y comportarse como cualquier muchacho sin la responsabilidad del rango y puesto dentro del ministerio...

El lìder tiene la obligaciòn, desde que es nombrado lìder, de empezar a trabajar su imagen y su conducta. No es que se vuelva orgulloso, sino que se vuelve precavido. Se vuelve cauteloso para poder aspirar a ser elevado a la siguiente posiciòn: El pastorado...

En consecuencia se cuidarà mucho de còmo habla. Còmo se viste. Còmo se expresa delante de las señoritas. Còmo trata a la congregaciòn. De què habla cuando està con los jòvenes. Se cuidarà de evitar entrar en participar en deportes cuerpo a cuerpo para evitar encontronazos con otros jòvenes y que le puedan faltar el respeto por el momento de emociòn deportiva...

Si ese lìder en potencia no se respeta, no podrà esperar màs adelante que su congregacòn le respete por la dignidad del cargo que habrà recibido... Y de allì al fracaso ministerial solo hay un paso...

¿Què opina...?


miércoles, 23 de octubre de 2013

RESTRICCIONES

Para nosotros hay diez mandamientos. Bueno, en realidad, son 613 los que la Torah contiene. La Torah son los cinco libros de Moisès. La base de toda la Escritura. No entrarè en discusiones sobre si estamos para estudiar el Pentateuco o solo de Mateo en adelante... Eso lo dejo para los que gustan discutir sobre Alta Crìtica...

Pero la verdad es que los mandamientos no son mandamientos... Son encargos. Cuando usted, amable pastor, toma la Ley de Dios como un encargo ya no serà una carga obedecerlos. Por eso Jesùs nos dijo: "Mi carga es ligera..." Y Jesùs es el mismo que estuvo en Sinaí, ¿cierto?

Bueno... viendo asì las cosas, cuando estudiamos los mandamientos... ¿què tal serà darles la entonación correcta? 

"Te encargo que no robes". "Te encargo que no adulteres" "Te encargo que honres a tus padres" Y la lista sigue... ¿Què beneficios tienen estos encargos? Muy sencillo: proveernos restricciones. La vida tiene muchos placeres que brindarnos. Muchos. Sexo, futbol, TV, cine, chismes, adulterios y fornicaciones... Pero precisamente por eso el Señor nos protege poniendo una serie de cercos alrededor de nuestras vidas para que nos vaya bien. El ùnico deseo del Señor es que los pastores vivamos (y no solo nosotros, tambièn su pueblo), una vida de santidad, una vida agradable a Èl que es a quien debemos rendirle cuentas...

Por ejemplo: Cada mandamiento o encargo tiene en sì una promesa de bien. No robes y no iràs a la carcel. No adulteres y no perderás tu matrimonio. No forniques y no perderás tu ministerio. No mientas y viviràs en la verdad... ¿Lo ve? Entonces, cuando cumplimos los encargos o mandamientos, los beneficiados somos nosotros. No el que los dio. El Señor tiene planes de bien para nuestras vidas... siempre y cuando cumplamos Su Ley... Eso le dijo a Josuè: Este libro de la Ley no se apartará de tu corazòn, meditaràs en èl dia y noche... para que te vaya bien...

Todo me es lìcito pero no todo me edifica dijo el rabino Pablo. Los placeres que la vida me ofrece no todos son malos. Pero debo cuidarme que no me atrapen y me subyuguen al extremo que yo me olvide de lo demàs... Vea televisiòn veinte horas al dìa, siete dias a la semana y usted terminarà odiando la televisiòn. Lea el periòdico todos los dìas y de pronto se encontrarà totalmente aburrido. El placer tambièn cansa. Agota. Desgasta. He allì el porqué de la restricción .. Coma carne todos los dìas y usted aborrecerà muy pronto el churrasco por muy sabroso que sea... Cualquier dìa desearà comer frijoles otra vez. 

La vida sin restricción es incolora, aburrida y carente de inspiración. Quizás estamos comenzando a reconocer que el hecho de limitar las cosas que hacemos, le agrega brillo, pasión y vigor a la aventura que llamamos vida. ¡Vamos!, disfrute la vida que el Señor le da cada dìa... pero con medida...

viernes, 18 de octubre de 2013

SEAMOS PARED...

Me contaron esta historia:
Una niña quedò atrapada en un acantilado de unos diez metros de altura. No tenìa valor para continuar su asenso a la cima de la montaña que estaban subiendo junto a sus compañeros de colegio.

Los demàs continuaron su camino para buscar ayuda y que la fueran a rescatar... Cuando los rescatistas llegaron a donde ella estaba, no habìa lugar para otra persona en el saliente, asì que el especialista se colgò de unas cuerdas y extendiendo sus brazos, le pidiò a la niña que se lanzara al vacìo de unos cincuenta centìmetros entre ella y èl... Ella tenìa mucho miedo al ver el espacio que la separaba del hombre... Sin embargo, èl, para darle ànimos, le dijo unas palabras: Soy una pared. Piensa en eso y lànzate a mis brazos...

La niña pensò en eso y se abandonò a la promesa del rescatista... Cerrò los ojos y se lanzò a lo que sucediera. Y el hombre cumpliò su promesa... Funcionò como una pared...

Me viene esto a la mente porque mi mentor, amigo  y pastor està pasando por un momento en que necesita de una pared... Tiene su salud en juego y en la saliente donde se encuentra no caben dos personas... Solo èl y su fè. Todos los demàs que queramos ayudarlo no podemos. Y no podemos porque por màs que queramos vivir su dolor y su malestar fìsico no podemos.

A lo màs que podemos llegar es colgarnos de nuestra fe y decirle las mismas palabras: "Aquì estoy para tì. Soy una pared. Recuèstate en mi fe. Recuèstate en los brazos de mi amistad y mi cariño..."

Tuve la oportunidad de visitarlo y, en silencio, hacerle saber que para èl en esa visita fui una pared para sostenerlo, orar juntos y rogarle al Creador que le sanara sus heridas... Y funcionò. Pude ser esa pared en donde mi amigo se pudo recostar por unos momentos...

Cuàntos pastores no tienen una "pared" donde recostarse.  Cuando llega la crisis no tienen una pared que los sostenga, que los anime o levante. Què doloroso debe ser estar solo. Sin un pastor que ore por èl, sin una mano que se ponga sobre la suya para interceder por su necesidad, sin un par de ojos que le hagan llegar un pequeño mensaje de esperanza...

Las paredes no hablan. Solo estàn allì para sostener un techo. Para enmarcar una ventana por donde pasa el tiempo y transcurren historias... Las paredes son silenciosos testigos de historias de dolor, de llanto y quebrantamiento. Por eso dice el dicho: "Si las paredes hablaran..."

Pastores: necesitamos ser pared para alguien. Alguien està llorando en silencio la falta de su esposa. La falta de la hija que se fue de la casa. La falta de recursos financieros para llevar pan a la mesa de sus hijos. Las paredes oyen pero no hablan. Solo estàn allì para dar fuerzas, para empujar hacia arriba, para sostener, para dar calor y cariño...

Jesùs es Pared por excelencia... Hecha sobre Mi tus cargas, nos dijo, y Èl nos darà descanso... Pero tambièn necesitamos otras paredes que sientan como nosotros los pastores...

sábado, 5 de octubre de 2013

¿AMIGOS REALES?

Al ver la cantidad de amigos que las personas tienen en Facebook me avergüenzo. No me estoy comparando a celebridades que parecen tener millones en su círculo íntimo. Estoy hablando del ciudadano promedio como yo, que ha acumulado amigos llegando a las cinco cifras y parece estar expandiendo continuamente su círculo de relaciones cercanas.
¿Qué pasa conmigo? El número de personas que considero verdaderos amigos no llega a los dos dígitos, a pesar de que soy una figura  con un gran número de conocidos.
Me molestó bastante hasta que finalmente lo entendí.
No es que tenga menos amigos que otras personas, es simplemente que me niego a aceptar que la palabra "amigo" sea devaluada por la inflación verbal. No dejaré que una descripción que debería reservarse para las relaciones más cercanas y significativas sea mal utilizada en asociaciones pasajeras con individuos que no tienen la menor idea o interés en mis penas y alegrías.
Yo creo que la inflación verbal es tan mala como la financiera. Degrada el valor de nuestras palabras al igual que la monetaria disminuye el valor de nuestras monedas. Recuerdo cuando el dólar valía algo; y, previo a la aparición de Facebook, me parece recordar que “amigo” significaba algo más que alguien que conozco por su dirección de e-mail. Joseph Zabara, el poeta y médico hebreo del siglo 13, lo expresó de manera memorable: “La amistad es un corazón en dos cuerpos”.
La amistad verdadera es un regalo de Dios, Él nos dijo en la Biblia: “no es bueno que el hombre esté solo”. Necesitamos comida para vivir, pero necesitamos amigos para que valga la pena estar vivos. Y los amigos, de acuerdo a Maimonides, tienen que demostrar su compromiso para ganarse este noble título.  Un amigo debe ser, primero que nada, “un amigo para ayudar”. Debe ser alguien con el que puedas contar, preferentemente incluso sin pedir ayuda.
Lo siguiente es que debe ser “un amigo para conversar”. Los amigos deben sentirse libres para comunicar sus pensamientos más profundos, sin importar cuán fuera de lugar les parezcan a los demás.
Finalmente, un amigo debe ser “un amigo en perspectiva”. Debe haber una visión en común, objetivos y valores compartidos. ¿Difícil de encontrar? Por supuesto. Es por eso que los amigos reales escasean. Y es por eso que encuentro ofensivo cuando la palabra es utilizada tan descuidadamente.
Ya no soy un jovencito, he vivido muchas cosas en mi vida. Hubo momentos en los que disfruté grandes logros. Y sólo los amigos verdaderos compartieron mi alegría. Escribí un libro que titulé  "El invierno de los pastores" en donde hablo precisamente de esto. ¿Amigos? Son muy pocos...
Lo que sé hoy es que cada amigo real es un milagro. Los milagros tienen que ser atesorados, y no deben ser esperados como algo dado, como si tuviéramos automáticamente derecho a ellos. Los amigos en Facebook pueden ser cientos, pero no son los que realmente cuentan. Mi lista es mucho más corta, pero es, por lejos, más significativa.
Y una cosa más. Le agradezco a Dios por cada amigo real, porque comprendo que tener incluso uno ha hecho que mi vida esté llena de bendición.
Y, asùstese: He querido ser amigo de algunos pastores y se han negado a darme su diestra de amistad. La amistad verdadera es cara: Hay que invertir mucho. Y no todos estàn dispuestos a invertir en una buena y verdadera amistad... Làstima.

viernes, 13 de septiembre de 2013

CARTA A ALGÙN PASTOR...

Hace unos años cuando mi esposa y yo estàbamos en Canal 25 y hacìamos el programa "Gloria a Dios", un programa de entrevistas a hermanos cristianos, le preguntè a un hijo de pastor si le gustarìa ser entrevistado para que contara què se siente y como vive el hijo de un pastor... Su respuesta me dejò perplejo: "No, gracias, porque tendrìa que contar como mi madre tenìa que partir un plàtano en ocho pedacitos para darnos de comer mientras mi papà atendìa la Iglesia indiferente a nuestra situaciòn". Eso me hizo recapacitar en la condiciòn de muchos hijos de pastores que se entregan en cuerpo y alma a atender a la Esposa de Jesucristo y dejan de atender a su propia esposa e hijos... Hoy quiero ponerles este espejo...
Niños que tuvieron la "bendiciòn" de ser hijos de pastores pero que nunca tuvieron un triciclo donde aprender a manejar una bicicleta. Nunca tuvieron un yoyo de esos que echan chispas o lucitas. Niñas que nunca tuvieron una hermosa casa de muñecas donde soñar con un mundo infantil de rosas, o simplemente nunca tuvieron en sus brazos una muñeca de verdad... 
Eso dejò huellas dolorosas en muchos corazones que hoy estàn en la Iglesia llorando una orfandad de dolor, soledad y tristeza... Por eso mi trabajo con pastores abandonados por sus hijos o esposas es tan duro de enfrentar. La iglesia les robò el privilegio de ser padres. De ser madres. De ser hijos. De ser pequeños... Perdòn, corrijo, no fue la iglesia. Fue la ignorancia al no saber manejar su vida ministerial... (Esta carta no es ficticia, es una carta que le pedì a una esposa que necesitaba drenar su dolor al no poder amar a su esposo quien la acompañò y siempre estuvo a su lado. Le pedì permiso por si algùn dìa podìa escribir algo acerca de su caso...)
"...Es tiempo de dejar ir. Es tiempo de sanar. Es tiempo de que mi corazón esté un poquito más entero. Es tiempo de experimentar la alegría. Es tiempo de secar mis lágrimas. Es tiempo de salir del aislamiento y elegir la vida.
Ya no me siento fragmentada y perdida. Tengo un Padre celestial que me ama y que me provee todo lo que necesito. Siempre me vio, me ve y nunca quitará sus ojos de mí.
A pesar de que nunca escucharás estas palabras, papà, te lo digo hoy, con sinceridad y de todo corazón: Te perdono papá. Estoy libre de resentimiento. Entiendo que debe haber pasado algo terrible en tu infancia que te hizo actuar asì, pero este ciclo tiene que tener un corte; el amor ha prevalecido. 
Nunca te enviaré esta carta porque has demostrado en numerosas ocasiones que nunca reconocerás ni asumirás la responsabilidad por el rol que tuviste en mi dolorosa infancia. Debido a tu compromiso con tu ministerio no tienes la capacidad para entender, por lo que a pesar de estar dirigida a ti, estoy escribiendo esta carta para que se beneficien todos los que nunca han experimentado el amor de un padre. Estoy aquí para decirles que sé que es doloroso, para recordarles que nuestro verdadero Padre nunca nos ha abandonado. Siempre nos ha cuidado y siempre lo hará; sufre cuando sufrimos y sólo permite que haya pérdida y dolor para que Lo busquemos. Quiere que Le pidamos protección y que sepamos que tenemos derecho a protegernos a nosotros mismos. Y por sobre todo, quiere que entendamos la importancia vital de proteger a quienes nos rodean, a quienes necesitan nuestro amor y nuestro cuidado, a nuestros jóvenes, a nuestros hijos, a nuestra esposa...
Hoy le transcribo lo que aquella hermana pudo expresar a un padre ausente pero que habìa dejado una huella de dolor y soledad en ese corazòn. Debo aclarar que Jesùs la sanò totalmente y ahora es una amorosa esposa y madre.  Que no nos suceda a nosotros. A usted que lee y a mi que escribo...

jueves, 12 de septiembre de 2013

LOCURA vs. CORDURA

La Biblia dice que la enfermedad más terrible, dolorosa, destructiva y contagiosa es la ignorancia. El mismo Señor dice: "Mi pueblo es destruìdo porque le faltò conocimiento".  Ignorar Su Palabra es la muerte. Ignorar lo que Èl ha dicho sobre el mundo y los que lo habitamos es tremendamente peligroso. La gente puede llegar a suicidarse por causa de la ignorancia. Pierden dinero en malos negocios y de repente piensan que ya no vale la pena vivir. ¿Qué ocurrió? Cortaron su conexión con la realidad.

"Cordura" va más allá de que simplemente no te encierren en un hospital psiquiátrico. La cordura despeja tu mente de la falta de claridad y te permite estudiar la belleza de la creación. La cordura es energizante, expansiva, impresionante.

La cordura es lo que nos salva de caer presas de lo que todos los demàs dicen. Es por eso que el mundo trata de masificar a sus habitantes. La sociedad enajena a los màs dèbiles de pensamiento. La sociedad aliena a los màs pobres llevàndoles hasta donde viven lo que ellos quieren que los pobres coman, vistan y usen...

La locura es contagiosa. Imagínate que te encerramos en un hospital psiquiátrico donde todos ven serpientes en las paredes. Tras seis meses, es casi seguro que también creerás que hay serpientes en las paredes. La gente acepta las cosas más ridículas porque los demás las aceptan. La moda y la mercadotecnia de masas funcionan con este principio. Es impresionante cuanta gente se deja llevar por lo que los pastores de su comunidad les dicen que deben hacer sin consultar si verdaderamente es cierto, si eso lo dice Dios o el pastor. Son los que se han enajenado y ponen toda su confianza en el lìder que los està llevando por un sendero equivocado, contrario a lo que dice la Biblia.

Pastores: tengamos cuidado de no caer en ese influjo que puede parecer sano pero que en realidad es enajenamiento espiritual. El Señor tuvo muchos problemas con esta clase de gentes en Canaan. Su pueblo, el que tanto le costò (hablo como humano) sacar de Egipto, cuando entraron a la Tierra Prometida fueron absorbidos por esas tribus paganas y los llevaron a adorar a sus dioses falsos. ¿Por què lo hicieron? Sencillamente porque "todos lo hacen". Esta misma frase se escucha hoy en dìa en nuestra sociedad cristiana. Ya lo habìa dicho el Señor: "Convièrtanse ellos a ti pero tù no te conviertas a ellos..." Sin embargo sucediò todo lo contrario. 


Entonces:  ¿Cuál es la mejor manera de sobrevivir en un hospital psiquiátrico? ¡Cura a los otros enfermos! De otra manera es seguro que te verás influenciado por ellos. Como pastor ya entrado en años aùn debo cuidar mucho que no me absorban las costumbres de otros lìderes que no estàn caminando en el sendero de la Palabra. Sin la ayuda del Espìritu Santo caeré fàcilmente en las garras de la mentira y la moda porque "todos lo hacen y no les pasa nada".  Quizà eso fue lo que pensò Salomòn. La òrden del  Señor era: Además, él no tendrá muchos caballos, ni hará que el pueblo vuelva a Egipto para tener muchos caballos, pues el SEÑOR te ha dicho:"Jamás volveréis por ese camino." Tampoco tendrá muchas mujeres, no sea que su corazón se desvíe; tampoco tendrá grandes cantidades de plata u oro" Lev. 17:16-17.  Lea el epitafio de este rey y verà todo lo contrario...

Por eso el Evangelio de Jesucristo, dijo Pablo, es "locura de Dios para los que se pierden..." 
¿Y ahora, què hacemos?

miércoles, 11 de septiembre de 2013

LOS INVISIBLES...

Hace unos años el Señor me regalò un mensaje que le puse ese tìtulo...

"Los Invisibles" Se trata de los tres valientes que fueron a traer agua del pozo de Jacob que estaba detràs de las trincheras enemigas y del cual David habìa dicho: "Quièn me diera de beber del agua del pozo de Jacob". Uno de sus guerreros escuchò la peticiòn. Se lo contò a otros dos amigos y los tres se metieron entre el ejèrcito enemigo, cortaron algunas cabezas, dos se quedaron defendiendo al tercero mientras èste sacaba agua del pozo y los tres, chorreando sangre enemiga y sudorosos, se presentaron ante su rey y le entregaron su carìsimo trofeo: El agua del pozo...

Con razòn David no quiso beberla cuando vio a sus hombres llenos de la sangre enemiga, salpicados por el sudor que significò bajar y subir la loma en donde estaba acampado el rey...

Pero: ¿Quiènes eran esos tres hombres valientes que nadie, nunca, nadie los igualò? Se dice que Joab fue un valiente, se menciona a Benaìa que matò un leòn en plena nevada, se hace una lista extensa de los treinta valientes que David tenìa en su ejèrcito... pero tambièn se dice que nadie igualò la hazaña de sus tres valientes...

Pero no se dan sus nombres. Invisibles. Incògnitos. Inèditos. Sin rostros. Sin cuerpo. Sin linaje ni ascendencia... Solo su valor y su arrojo. Su triunfo. Su sacrificio por complacer un deseo del rey...

Creo que hoy hay muchos pastores que se parecen a estos tres desconocidos de linaje y familia. Cada viernes que me reùno con un grupo de ellos en Lourdes para compartir la oraciòn y la Palabra que ellos me predican me admiro de escuchar sus historias: Historias de amenazas de mareros. Amenazas de vecinos que no quieren que su templo estè en su barrio. Amenzas de otro pastor màs "grande" que èl. Amenazas del rico de la congregaciòn. Amenazas de enfermedades y escacès financiera...

A ninguno conozco de nombre. Solo sè que son siervos del Rey que tratan de complacerlo haciendo lo mejor que pueden, exponiendose al vituperio y al peligro de andar por las noches por esos callejones oscuros de sus barrios de Lourdes en donde acecha el enemigo lleno de tatuajes y con un puñal en la cintura...

Pero a ellos nada les amedrenta. No los asusta la oscuridad ni la maldad que circunda sus congregaciones o sus cantones. Son los inèditos de Jesùs que tambièn, como aquellos tres valientes de David, se pasan a las lìneas enemigas a conquistar sus corazones y sus vidas para el Rey de reyes. Los admiro. Siempre les digo que ellos son superiores a mi que pastoreo una preciosa congregaciòn en la ciudad llena de luz y protegida por razor en las orillas de las paredes...

Va para ellos y muchos como ellos mi màs sincero saludo y me quito el sombrero ante esos desconocidos, hombres sin nombre ni apellido pero que estàn allì, buscando como hacer la Voluntad del Señor para llenar su barrio y su cantòn con la Palabra que da vida... ¡Sigan adelante, queridos hermanos...!

viernes, 30 de agosto de 2013

ALGUIEN CONDUCE EL TREN...

En la ciudad de Nueva York hay una red de transporte subterràneo. Es un laberinto de rieles y cuevas a varios metros debajo de la superficie que utilizan como transporte pùblico. Se le llama subway. Hay muchas historias macabras sobre ese tipo de transporte pero tambièn hay una figura muy interesante...

Siempre que visito a mi mamà y voy a New York a darme una vuelta, viajo en subway. Cuando ya estoy en la estaciòn esperando que llegue mi tren, tengo una pequeña curiosidad: Ver al conductor que guìa el tren.

Algo difìcil de ver dado la alta velocidad que manejan esos aparatos. Pasan demasiado ràpido y cuando trato de ver la primera cabina y ver al conductor ya pasaron varios vagones y se me perdiò la oportunidad de ver quièn y como es la persona que dirige ese montòn de vagones...

La gente viaja indiferente a ese dato. No les interesa ver ni saber quièn conduce su tren. Se sientan, abren el dichoso periòdico o se distraen escuchando sus Ipods... Estàn seguros que llegaràn a su estaciòn sin novedad. Alguien està a cargo y ese es su deber: llevarlos a su estaciòn. Punto.

Pero tambièn conozco una estaciòn terrenal que no cree que hay alguien a cargo del tren de su vida: Son los pastores.  Conozco pastores que creen que su vagòn està a cargo de ellos. Creen que su ministerio es propio. Que su congregaciòn les pertenece. Que pueden manejar su ministerio como si fuera suyo y no parte de un tren. Todos sabemos que un tren, para que sea tren, tiene que tener una locomotora que lo mueva y varios vagones donde la gente se transporta...

Es ignorancia crasa pensar que yo no necesito una locomotora que me hale. Que me una a otros vagones y me ayude a llegar a mi destino. Sin embargo y con tristeza noto cada vez màs a consiervos que no se pegan a otro vagòn para ayudarse a tomar impulso y llegar a completar su ruta...

Todos somos parte de la vìa. La vìa por donde se mueve el tren. Ninguno de nosotros tiene el mando del tren. Tiene que haber alguien con experiencia, con conocimiento y con suficiente autoridad para saber cuando frenar, cuando acelerar, cuando parar.  Es el que està a cargo. Es el responsable de llevarnos a todos a cumplir nuestro propòsito. Somos parte de los rieles. Somos los vagones que llevamos gente al Cielo... o al fracaso...

Busque el tren al que pertenece, mi querido pastor. Un vagòn sin locomotora que lo mueva es un vagòn estacionado. Parado. Sin moviemiento. Oxidado. Hùmedo, sin ventilaciòn, sin vida, sin gente que se mueva de un lugar a otro. Dicho de otra manera: de un nivel a otro. O mejor dicho asì: Su camino no està siendo como la luz de la aurora que van en aumento... Por culpa del vagòn estacionado que no se quiere dejar mover por el Conductor que sabe hacia donde llevarlo...

jueves, 29 de agosto de 2013

"SED DE UN MISMO SENTIR..."

Hola, hermanos pastores...

Ser pastor no es fàcil...

Bueno, no para aquellos que son realmente pastores. Porque, para vergüenza de la profesiòn lo digo, hay quienes no son pastores. Son arrieros. Un pastor conoce por nombre a sus ovejas. El arriero les pone sobrenombres. Les grita, los insulta y les quita su carne para venderla. Los pastores cuidan el rebaño, lo alimentan y velan por las ovejas. Es cierto, a veces se adueñan de ellas pero llegarà el momento en que el Verdadero Dueño les enseñarà que no es asì. Se lo dijo a Pedro: "Cuida mis corderos"...

Pero decìa màs arriba que ser verdadero pastor tiene sus bemoles. Hay que estudiar ciertas pàginas de sicologìa. Es decir, llegar a conocerlas un poco a fondo para identificarse con ellas. Y eso es empatìa. Sentir lo que el otro siente. No es fàcil pero se logra.  Para eso està el ministerio del Espìritu Santo. Èl nos puede ayudar a resolver ese conflicto egoìsta entre el yo y el debo.

Como a mi me gusta escribir observo mucho a la gente. Aprendo mucho de verlos en los restaurantes o en la calle. O en sus vehìculos cuando los encuentro en la calle. Me gusta verles en sus reacciones y me dan material para escribir.  Por eso escribo esto este dìa. Y como en este blog lo hago para pastores, quiero compartir estas lineas con ustedes...

La gente necesita ayuda. Estàn urgidos de ayuda. Necesitan una mano amiga que los levante de donde estàn. Muchos andan en la calle y estàn en las sillas de las iglesias como zombies, sin saber quiènes son y què esperan de la vida. Tienen la mirada perdida y la sonrisa congelada. Socialmente parecen tranquilos pero por dentro puede haber un volcàn a punto de hacer erupciòn. Para eso estamos los pastores. Para leer esos mensajes corporales, inèditos y llevarles una pregunta: "¿Sucede algo?"...

Date cuenta de que todo el mundo tiene múltiples dolores con los que lidiar, estén o no conscientes de ellos. Todos tenemos problemas con nuestra dignidad, planes inconclusos, fracasos, dudas, ineptitudes. Es parte del desafío de vivir la vida.

A pesar del dolor, muchas veces la gente oculta sus verdaderas emociones. No supongas que lo que se ve por fuera siempre es un reflejo del interior. Alguien puede verse fuerte y disciplinado. pero adentro puede estar terriblemente confundido.

Mira detenidamente a la gente e imagínate lo que está ocurriendo en su interior. Date cuenta de que los problemas, sueños y deseos de los demás son igual de reales que los tuyos. Al igual que tú, todos ellos sienten dolor. Concéntrate en esto preguntándote "¿Cuál es su dolor?". Utiliza tu imaginación para sentir cómo esto los puede estar abrumando.


Sé observador. ¿Esta persona está feliz o triste? ¿Es débil o fuerte? ¿Es temerosa o segura de sí misma? Presta atención y podrás compartir sus problemas.

Bien. ¿Y de mì quien se ocupa? diràs tù, mi querido hermano pastor. Bueno. Quien te llamò. Eso es todo. Quien te llamò te equipò. Aquì està la diferencia entre los llamados y los que se autollamaron...

miércoles, 14 de agosto de 2013

SU MENSAJE...

Quizà le parezca extraño que hoy hable de mis crìticos... Bueno, no de ellos precisamente sino de mi. De lo que ellos critican en mi... Sè que los tengo porque envìan comentarios criticando mis mensajes, mi forma de señalar el pecado y mi manera de presentar a la iglesia actual...

Pero ellos no saben que me hacen dos favores: Uno, porque me obligan a refugiarme en el Señor. Solo Èl puede comprender mi vocaciòn. Por eso me defiende. Y Dos, porque me confirman que voy por el camino correcto... "Ladran porque vamos avanzando..."

¿De què estoy hablando? De saber para què fui hecho. De conocer el propòsito de Dios para mi vida. De conocer claramente mi llamado. Y mi llamado en el Reino de Dios es señalar el pecado en las personas. Estèn presentes en el templo u observando nuestro servicio por internet.

Yo no sè cual es su llamado, pastor. Pero usted tiene que tener uno. Recuerde que Dios nos entregò talentos a cada uno de nosotros. No creo que hay algùn pastor a quien Dios haya llamado, lo haya sacado del mundo del trabajo para emplearlo en Su Servicio para que no haga nada. A menos, claro està, que Dios no lo llamò sino se llamò èl mismo. Se autonombrò pastor. O estudiò para hacerse pastor sin siquiera saber cual es su misiòn en la vida...

Como los que van a la universidad, se gradùan y terminan trabajando en lo que no esperaban. Estudiaron, sì, pero nunca supieron su verdadera misiòn. Nunca conocieron su talento. Para què vinieron a este mundo...

Posiblemente usted tiene el ministerio de consejerìa matrimonial. Usted pastorea una congregaciòn orientado a la enseñanza matrimonial. Todo lo que usted ve en la Biblia es matrimonio y familia. Y resulta que lo critican porque solo de eso habla. Sin embargo los miembros de su congregaciòn estàn creciendo, cambiando, madurando y viviendo familias y matrimonios segùn el òrden de Dios.

O talvez usted fue llamado a predicar santidad. Todo lo que usted ve en la Biblia es relativo a la santidad. Sin ser legalista, usted enseña que sin santidad nadie verà a Dios. Y sus fieles estàn creciendo segùn su mensaje. Prepàrese para la crìtica.

Pero tambièn estàn los que fueron llamados a predicar salvaciòn. Salvaciòn por aquì, salvaciòn por allà. Como le dije en una entrevista que me hizo el Pastor Junior: Ustedes son capaces de ver una escoba en una esquina y la convierten... Ese es su mensaje y debemos respetarlo. Para eso fueron llamados.

Què tal si usted fue llamado para predicar prosperidad. Estè listo porque sus detractores diràn que usted solo de dinero habla.

Los que nos critican por nuestro mensaje son los que no tienen mensaje definido. Hacen una ensalada de todo lo que ven y escuchan y no tienen un mensaje definido. No conocen su funciòn en el Cuerpo de Cristo. No saben para què fueron hechos. Y ese es el problema de hoy en la Iglesia. Se ha levantado una generaciòn de pastores que no saben por què estàn allì. Por lo tanto, se enojan cuando alguien predica lo que ellos no pueden predicar... Pero usted, querido lector, no se deje estigmatizar. Usted tiene un mensaje que nadie màs tiene.  Si usted fue llamado a predicar Sanidad Divina, hàgalo sin pena. Cumple, dijo Pablo, tu misiòn de evangelista. Evangelista es todo aquel que predica el evangelio en cualquiera de las formas que Jesùs nos ordena a cada uno. Recuerde: Solo Jesùs tuvo los cinco ministerios. Revise el Mensaje de Cristo y verà que Èl predicò toda la gama de mensajes que nosotros hacemos por separado... Y predique tranquilo. Haga sus trabajo y bien, para la Gloria del que lo llamò.

sábado, 10 de agosto de 2013

LA HUMILDAD DA PODER...

Hola, queridos pastores:
Hoy quiero hablarles de la humildad... Algo tan difìcil de encontrar en nuestros tiempos.
Escuchè de un pastor que le decìa a los servidores de su congregaciòn: "Ustedes no le estàn sirviendo a Dios, ustedes me sirven a mi..." Arrogancia pura. Ignorancia crasa. Soberbia... Falta de humildad. La humildad es un ingrediente necesario y obligatorio para los que estamos al servicio del Rey. Ya lo dijo Jesùs: El que quiera ser grande, hàgase pequeño. Agregò: Yo no he venido a ser servido sino a servir. Claros ejemplos de lo que se espera de nosotros. La Biblia està llena de reyes humildes. Y eso es lo que nosotros debemos perseguir.
No debemos permitir que el orgullo y la arrogancia llenen nuestros corazones y nos hagan perder el rumbo de quienes somos realmente. Por eso le recuerdo cada vez que puedo a mi congregaciòn: "Ustedes son superiores a mi". ¿Por què? Porque ellos me han escogido para que yo sea su pastor. Ellos llegan temprano, dejan sus ofrendas y diezmos en el alfoli para darme el apoyo y que yo sea su maestro y pastor... Ellos merecen todo mi respeto. Si ellos no llegaran a la congregaciòn... ¿A quienes pastorearìa entonces? Piense en esto y verà el enfoque. Gracias a las ovejas yo soy pastor de un rebaño...¿Que tal si un domingo no llegara nadie...?
Vemos de aquí que el propósito de la humildad no es establecer una protección para no intoxicarse con poder; la humildad en sí misma le da poder. ¿Cómo funciona esto?
Humildad no significa falta de autoestima. Tampoco significa denigración de uno mismo. Para el cristianismo, la humildad es un reconocimiento de que hay cosas más importantes en el mundo que mis propios deseos y necesidades. Ser humilde es tener perspectiva. Por muy talentoso y capaz que uno sea, uno es tan sólo una pequeña parte de este gran universo. La persona humilde se da cuenta: Lo que es correcto es infinitamente más valioso que el servirme a mí mismo.
Mientras más humilde sea, mejor líder será. Porque una persona humilde no está interesada en su propio honor, poder y grandeza. Él sirve a quienes está guiando.
Para la ley de Dios, los integrantes del pueblo no son sirvientes del rey; el rey es un sirviente del pueblo. El primer rey de Israel, Saùl, no quería la responsabilidad de ser rey. Porque apenas un rey comienza a disfrutar de los beneficios del poder, ya no está sirviendo solamente al pueblo.
La persona humilde tendrá la confianza de las personas a quienes está guiando, y no les temerá. Hacer lo que es importante para la nación o para el Reino de Dios es todo lo que le importa. Le es irrelevante si es popular o no.
En un nivel personal, esto también aplica a nosotros. Si usted es humilde, entonces vivir de acuerdo a lo que piensa que es correcto será más importante que lo que otros piensen de usted. Una persona humilde no se ve afectada por las presiones o normas sociales. Es más, la humildad es la base de la verdadera independencia.
La arrogancia es una vía rápida hacia la mediocridad. La humildad, por el contrario, pavimenta el camino hacia la grandeza. No es ningún accidente que la Biblia considere a Moises “el más humilde de todos”  como el ser humano mas grandioso que haya vivido.
Trabajamos en un Reino que no es nuestro. Es de Dios. Y Èl nos ha dado el privilegio de cuidar de sus ovejas. ¿No fue eso lo que le ordenò a Pedro? "...apacienta MI rebaño..."

viernes, 2 de agosto de 2013

EL FAMOSO DIEZMO...

Algo que es muy difìcil que los cristianos entiendan es el asunto del diezmo. Han estigmatizado tanto esta orden de Dios que se han empobrecido y viven por debajo del nivel de la pobreza. Creen que mientras màs pobres màs santos. Estàn en un terrible error. Y lo peor es que muchos pastores siguen enseñando esto y le estàn robando a las ovejas de Cristo el privilegio de recibir lo que Èl ha prometido...
Dar es un principio universal que sirve, para atacar la lujuria por el dinero. Mi alma quiere màs y màs. Eso dice Proverbios: Dos cosas no se cansan de pedir: El alma y el sepulcro. Entonces, para dominar mi deseo de tener màs de lo que necesito, debo compartir lo que tengo. Especialmente el dinero. Para eso Dios ordenò el diezmo. No seamos hipòcritas y nos escudemos en que eso es de la Ley. Por lògica, todo lo que Dios dice es Ley. Si Èl es Soberano y Rey, su Palabra es Ley...
Busque en su Biblia y verà esta orden: I n d e f e c t i b l e m e n t e... No es sugerencia. Ni consejo. Es un mandamiento, un precepto, un estatuto y un decreto. Todo en una sola palabra...
La enseñanza que les dejo  esta semana hace alusión a la idea cristiana de dar como mínimo un 10% del ingreso neto que uno tenga para Dios (Deuteronomio 14:22). 20% es ideal, pero un 10% es satisfactorio.
Al comentar respecto a la repetición de esta palabra en la Biblia, nuestros maestros hacen el siguiente comentario: Una persona debiese dar el 10% de sus ingresos para volverse rico. Dicen que es imposible empobrecer por dar el diezmo, y si no lo crees, ¡pruébalo y verás! Encuentra esto en Malaquìas...
Éste es el único lugar en el que dice que tienes permitido probar a Dios para ver si Él hace lo que dice o no. Intenta dar el 10% de tus ingresos a tu pastor y veras tu dinero crecer. Aparentemente, el concepto es que si utilizas tu dinero de la forma en que Dios quiere, entonces Él va a darte mucho más dinero para que sigas haciendo lo mismo.
El principio general de caridad es como sigue: ¿Qué es más significativo: gastar tu dinero en ti mismo o utilizarlo para ayudar a otros? ¿Qué te dará un placer más profundo y duradero? Sí, podemos bromear y reírnos de ello, pero en realidad, todos saben que dar a otros es lo que nos acompañará eternamente  y no la gran casa que construimos o el hermoso auto que conducimos.
Según la visión cristiana, Dios nos da dinero para que lo utilicemos en hacer de Su mundo un lugar mejor. Sí, también debemos disfrutarlo. Pero el verdadero placer del dinero es la oportunidad de utilizarlo para ayudar a otros.
Incluso la mejor inversión que puedas encontrar no será rentable una vez que hayas dejado este mundo, así cómo todos lo haremos algún día. Sólo aquello que inviertas en dar a otros durará realmente por siempre.
Pastores: Ya no le roben a sus ovejas el privilegio de salir de deudas. Ya no les eviten que prosperen. Les remito a lo que dice Juan en su tercera carta: "Amado, yo deseo que seas prosperado en todo..." Asì que si usted tiene una hermana que vende pupusas, Dios desea que sea la pupusera màs pròspera del barrio... si diezma. Si usted tiene en sus sillas algùn zapatero y èste diezma, la promesa le aplica: Serà el zapatero màs pròspero y bendecido de su congregaciòn.
No tenga miedo de hablar del diezmo. Es asunto de Dios y no nuestro...Ademàs està la orden de Jesùs: "...y ensèñenles todo lo que Yo les he enseñado..."

jueves, 1 de agosto de 2013

CAMBIANDO EL MUNDO...

Un joven viendo pasar al Presidente Kennedy en una ocasiòn en las calles de Washington, le gritò: ¿Que hace mi pais por mi? A lo que el presidente le respondiò: ¿Què haces tù por tu pais?

Pastores: Necesitamos cambiar el mundo. Pero no hablo del mundo como el orbe. Hablo de nuestro mundo. Nuestro entorno. Nuestra sociedad. Nuestra congregaciòn...

Lo normal es que las gentes esperen que los que estàn en liderazgo gubernamental cambien las cosas. Hasta la saciedad se ha insistido en que son ellos los que deben cambiar la violencia, las muertes diarias en las calles, los golpes en los hogares y queremos ver un pais en paz... Queremos que lo hagan las autoridades, el Congreso y los diputados...

En una reuniòn que tuvo el Presidente Saca con algunos pastores en su presidencia nos dijo esto: "Pastores, ayùdenme a cambiar la sociedad salvadoreña. Ustedes que tienen la Palabra de Dios y saben como hacerlo, les pido que me ayuden..."

Quizà para algunos pastores alli presentes esa peticiòn estaba fuera de lugar, pero no para mi. Entendì algo. Ellos, los que estan en el gobierno no saben como lidiar con almas... Ellos pueden trabajar las finanzas, relaciones internacionales y un montòn de cosas que no tienen nada que ver con el alma humana. Somos nosotros. Nosotros los padres de familia que tenemos acceso a las costumbres de nuestros hijos. Nosotros los padres y madres de familia que conocemos de cerca las necesidades emocionales y fìsicas de nuestros hijos, esposos y cònyuges. No es el Presidente quien conoce a mi esposa. No es la Primera Dama quien conoce mis necesidades. Es mi pareja...

Y, agàrrese fuerte: No son ellos quienes conocen a las ovejas que pastoreamos. Somos nosotros, los pastores quienes estamos en contacto con las familias por lo menos tres dìas a la semana. Somos nosotros los pastores que estamos en contacto con la juventud de este pais y sabemos secretos que las autoridades desconocen. Somos nosotros, los lìderes que Dios ha levantado para guiar al pueblo a observar una conducta agradable a la sociedad, no los que estàn en el gobierno... ¿Sabe què? Ellos mismos necesitan que sus hijos sean enseñados a vivir pacìficamente... Eso es algo que no se enseña en el colegio. Se enseña en la cuna y en las iglesias. Somos nosotros, los que tenemos acceso a la Palabra de Dios quienes debemos enseñar "ante las canas te pondràs de pie". O que le parece este mandamiento: "No haràs tonsura en tu cabeza". O este otro: "No andaràs chismeando por las casas" Si no me cree, lea Deuteronomio y se convencerà que la Biblia es la que tiene las claves para una sana convivencia, no el ministerio de Educaciòn. Somos nosotros quienes debemos instruìr, enseñar y guiar al rebaño que Dios nos ha encargado para hacer de nuestra congregaciòn mejores personas, mejores ciudadanos y mejores vecinos... Cambiemos, entonces, nuestro mundo...

martes, 30 de julio de 2013

¿RESPALDO O APROBACIÒN?

Espero, queridos pastores, que si alguno se siente aludido por lo que va a leer, no se pelee conmigo sino con Pablo. Si, Pablo, el apòstol...

Respaldo es una cosa y aprobaciòn es otra. Son dos cosas muy distintas pero la linea que los separa es muy delgada y vulnerable para diversas interpretaciones...

El hijo se fue de la casa. Se llevò el dinero que el padre le habìa dado como herencia. Se fue al mundo y se gastò lo que quiso. Se dio la grande, como decimos en Guatemala. Despuès de un tiempo regresò fracasado, quebrado y hambriento. Sucio y desarrapado. Llegò buscando lo que nunca debiò haber dejado. El amor del padre y una cama calientita y mucha comida. De la buena...

El padre lo recibe... Es decir, le da su respaldo. Le da ropa, anillo, calzado y techo. Tambièn le da comida. En todo estoy hay un lenguaje sin palabras...

"Muy bien, hijo, regresaste. Eso me alegra. Tu lugar es en esta tu casa, no lejos de ella. Ven, bàñate, allì està tu cuarto, tu ropa y todas tus cosas. Y cuando termines, nos sentaremos a la mesa para comer todos juntos..." Eso es respaldo. "No importa lo que hiciste, eres mi hijo y siempre tendràs mi respaldo. No quiero que la gente diga que tienes un mal padre... Solo una cosa es necesario que sepas: No apruebo tu conducta. Lo siento. No estoy de acuerdo con lo que hiciste. Asì que no te doy mi aprobaciòn. Solo mi respaldo..."

Ahora vamos con nosotros, los pastores...

Pecamos, vivimos vidas desagradables, criticamos a nuestros hermanos, envidiamos el templo del otro, adulteramos, fornicamos y hacemos una y mil pecaminosidades.  Pero... el templo se llena de gente. Las personas se salvan por nuestro mensaje. Las ofrendas estàn abundantes. Los enfermos se sanan y los cojos andan. Echamos fuera a los demonios y estos se van. El culto de cada domingo està maravilloso...

Si. Claro que si. Tenemos respaldo. Dios respalda nuestro ministerio. Por una sencilla razòn: Èl no permitirà que su Nombre sea avergonzado. Es su Palabra lo que respalda. ¿Pero a nosotros? Eso es otra cosa. No tenemos su aprobaciòn. Lo lamento. Èl no puede aprobar el pecado. Èl no aprueba la fornicaciòn ni el adulterio ni el robo mucho menos el orgullo o el chisme.

Por eso Pablo le dijo a Timoteo: "Procura presentarte a Dios APROBADO" (Mayùsculas mìas). Pablo no le dijo a su alumno que se presentara respaldado. Por eso hay una sentencia para los respaldados: "En tu Nombre hicimos milagros. En tu Nombre las gentes se convirtieron. En tu Nombre echamos fuera demonios..." Y usted sabe el resto... Entonces: ¿Què buscarà despuès de leer esto? ¿Respaldo o aprobaciòn? Se lo dejo como un pensamiento...

sábado, 27 de julio de 2013

UNA REUNION...

En un taller de carpinterìa hubo una reuniòn para elegir a la herramienta que iba a dirigir el grupo ese año...

El primero en postularse fue el martillo. Todos le rebatieron sus argumentos: Tù eres muy duro. Siempre golpeas y no tienes misericordia con nadie. Vas directo a a la cabeza...

Siguiò el cepillo o garlopa. No, tù no eres el indicado, le dijeron todos, porque siempre estàs pelando a los demàs. No puedes ver un trozo de madera porque lo primero que haces es quitarle lo que no te gusta...

Continuò la lija. Menos tù, lija, tù no nos puedes dirigir porque eres demasiado superficial. Nunca vas màs allà, no vas al grano sino que siempre estàs dando rodeos.

Le tocò el turno al formòn. Yo puedo dirigirlos, dijo el instrumento, pero los demàs tambièn lo rechazaron. Tù escarbas mucho. Siempre estàs tratando de entrometerte en lo ìntimo de los demàs. Tù no eres el indicado...

Por ùltimo hablò el serrucho. Menos tù, le dijeron los demàs. Eres demasiado cortante. Lastimas mucho a los demàs. Siempre estàs cortando y cortando.

La discusiòn siguiò su curso por un tiempo, hasta que entrò el carpintero, llevando un trozo  de madera, la colocò en su banco de trabajo y empezò a usar una a una las herramientas de su taller...

Al poco tiempo de haberlas usado a todas, cada una en su tiempo y oportunidad, terminò de barnizar un hermoso mueble el cual presentò a su Dueño con orgullo y satisfacciòn...

Limpiò sus herramientas, las puso en el orden debido y con una sonrisa de contento, barriò su taller y se fue a su casa con la satisfacciòn de haber hecho un hermoso fruto de su taller...

Las herramientas guardaron silencio...

¿No le parece que esta paràbola nos debe servir para guardar silencio... querido pastor? Cada uno, dijo el apòstol, debe usar sus dones para bendiciòn de los demàs... Permitamos que el Carpintero nos use a todos en el momento que nos necesite y luego... guardemos silencio...


viernes, 26 de julio de 2013

AUTOMOTIVACION ¿COMO LO VE USTED...?

Buenos dìas, pastores...

La automotivaciòn para nosotros los pastores es muy importante. Es màs, debemos mantenerla presente en todos nuestros actos de conducta y crecimiento. Recordemos que somos ejemplo para otros y debemos inspirarlos a que busquen su propio desarrollo y que vayan màs allà de donde se encuentran...

Un niño empieza a jugar futbol. Al principio no conoce las reglas ni la forma de hacerlo correctamente porque solo lo ha visto en algùn lugar.

Pero de pronto, en la escuela o colegio lo empieza a jugar en equipo y logra meter un gol. La emociòn de haberlo hecho le llena de un gozo que èl no puede describir... Pero ese ùnico gol que logrò meter le impulsa a seguir jugando hasta que podrìa llegar a ser un jugador estrella. ¿Què lo motivò a perfeccionar su tècnica? Aquel gol que metiò en la escuela primaria. Hoy es un brillante jugador que vale millones y es solicitado por equipos de èxito mundial... Ese niño ahora convertido en una estrella no necesitò que nadie lo motivara a estudiar sus tècnicas. Èl solito se automotivò por el placer de sentir el triunfo...

¿Y los pastores? ¿Estàn motivados a seguir estudiando la Palabra dìa a dìa? ¿Ha sentido usted el inmenso placer de ver a la gente siendo transformada por el mensaje que les predica durante la semana? ¿Ha sentido usted el hermoso deleite de ver a un matrimonio que llegò a punto de divorciarse y a la semana de estar escuchando su mensaje le cuentan que han decidido renovar sus votos?

Creo que eso es suficiente para automotivarse y continuar estudiando, culturizando su mente, renovando sus conocimientos, aprendiendo màs y màs para poder ayudar a màs gente a salir de la mediocridad y la pobreza no solo espiritual sino tambièn financiera.

Muchos de mis compañeros pastores creen que con una pequeña lectura del proverbio del dìa y uno que otro capìtulo de la Biblia ya tienen suficiente para seguir alimentando a su congregaciòn y no se dan cuenta que mientras el pueblo crece demanda màs cada dìa... Un pueblo bien nutrido en la Palabra es como un cuerpo que està alimentado: Demanda màs y mejores platos de comida. Ya no se conforma solo con yuca con chicharròn sino que ahora desea alimentos gourmet, platos bien servidos, que contengan todos los elementos doctrinales y espirituales para que les lleven a otro nivel de vida y crecimiento...

Eso debe ser suficiente para impulsar al pastor a buscar otras fuentes de alimento para èl mismo y asì poder nutrir sus conocimientos para darle a sus ovejas el sustento de vianda que deben comer.

Pero, claro, para eso se necesita humildad. Humildad para reconocer que no lo sabemos todo. Humildad para reconocer que otros saben algo que yo no se. Humildad para sentarme y ser enseñado. Como dijo Pablo: Escudriñad todo y retened lo bueno. Humildad para sentarme con otro pastor de otra denominaciòn para conocer misterios que a èl le han sido dado y que me pueden servir para enriquecer mi vida y ministerio... Eso es hermoso. Me permite experimentar un grado de humildad y permitir que el Espìritu Santo me enseñe y me nutra para yo enseñar y nutrir a otros... ¿Què piensa de esto...?

sábado, 20 de julio de 2013

NO CODICIARAS...

Espero que este escrito le llegue a tiempo a alguno de mis lectores pastores...
Todo el mundo sabe que uno de los diez mandamientos es "No codiciarás" (Deuteronomio 5:18). Sin embargo, la mayoría de las personas no saben cómo funciona esto.
¿Cuál es la diferencia entre admirar las cosas de alguien – incluso desearlas para ti mismo – y la codicia? Los sabios explican que la prohibición de codiciar sólo se transgrede cuando comienzas a planear cómo obtendrás algo de la otra persona. Incluso si tienes la intención de ofrecerle un precio muy por encima del valor de mercado, la mera planificación de cómo apoderarse de su propiedad es un problema de “codicia”. Por supuesto, si la otra persona ha indicado previamente su voluntad de vender algo, no hay restricciones. Pero la Biblia es muy estricta acerca de algo que no está a la venta.
Recuerde todo lo que se desencadenò en la vida de Acab y su esposa Jezabel a causa de haber codiciado la viña de Nabot...
La idea es simple. Tenemos que aprender a respetar la propiedad de los demás hasta el punto en que consideremos que sus cosas son completa y absolutamente intocables bajo cualquier circunstancia. Si son puestas a la venta, entonces pueden entrar en nuestra dimensión en potencial, pero hasta ese momento, ni siquiera es algo que se pueda considerar.
La Biblia lo expresa muy bien: “No codiciarás su propiedad, ni a su mujer”. Su propiedad debe ser tan tabú como su esposa. De la misma manera en que ninguna persona normal trataría de hacer un complot para conseguir que alguien entregue voluntariamente a su esposa, así también con su propiedad.
Los Sabios explican por qué: Si crees que tienes derecho a adquirir la propiedad de otro a pesar de que él es feliz con ella y no quiere venderla, entonces no tienes respeto absoluto por su propiedad. Y no tener respeto absoluto por la propiedad ajena es el primer paso en un camino muy resbaladizo hacia la deshonestidad y el robo descarado. Esto quiere decir que cuando codiciamos la propiedad de otro estamos siendo deshonestos con nosotros mismos y con nuestro pròjimo...
Ahora: ¿Què decir de los pastores que se adueñan de las esposas de otros? ¿Què decir de los "siervos del Señor" que le roban la corderita al hermano que està cuidando carros mientras èl coquetea con ella? ¿Còmo verà Dios esta acciòn tan cobarde y deshonesta? ¡Con razòn hay tanto pecado escondido en las congregaciones!  Y, segùn mis estudios, el pecado màs frecuente es el adulterio. Tanto de hombres como de mujeres. Por una sencilla razòn: Codicia... 
Asì que, querido consiervo, cuando usted estè a punto de poner sus ojos en una hermana y sienta que por su torrente sanguìneo empieza a correr cierta sensaciòn de fuego, recuerde el mandamiento: No codiciaràs la mujer de tu pròjimo. Por eso el adulterio es un robo en dos direcciones: Se roba la mujer ajena y luego se roba dinero para poder llevar a cabo el pecado... Piènselo. Le va a salir caro...