miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿HACIA DONDE VAMOS?

Bueno, muchos de nosotros, cuando viajamos nos encontramos de repente conque no pusimos en la maleta muchas cosas que necesitamos usar en nuestro destino...

En una ocasiòn viajé con otro amigo a un paìs de Amèrica del Sur. Iba preparado para una semana de estancia en el hotel. Asì que cuando llegamos, abrì mi maleta y coloqué todo en su lugar. Ropa, loción, rasuradora y jabón de baño. Todo estaba listo. A la mañana siguiente tocaron a la puerta de mi habitaciòn. Era mi compañero de viaje que no habìa puesto en su maleta gelatina para el cabello y un peine. Me buscò para que le compartiera de lo mìo...

Esto me hace pensar en una cosa muy importante para nosotros los pastores...

Mientras no sepamos a donde vamos, no sabremos lo que necesitaremos para el camino.

Es un axioma natural de la vida. La vida es una carretera que nos tiene que llevar a algùn lado. Hay pastores que no tienen una visiòn clara de su llamado. No saben a donde van. Por lo tanto, van poniendo en su equipaje un poco de esto, un poco de aquello. Mezclas de doctrinas y enseñanzas sin una definiciòn clara de lo que son y quieren ser. Toman un poco de lo que està de moda y lo ponen en pràctica. Cuando se cansan y se les agota el material escogen otro sistema que les haga sentir actualizados. Amorfos. Vacìos de forma y contenido. Y, lo que es peor, llevan a sus ovejas por el mismo camino... Santiago les llama nubes sin agua...

El ministerio pastoral tiene que ser definido por quien nos llamò. Y Èl mismo nos equipa para el camino, para poder llevar a cabo la misiòn y la visiòn que nos ha dado. No podemos dejar al azar nada de lo que necesitaremos para nuestro caminar hacia la meta.

Un pastor que no ora, que no lee la Palabra, que no se alimenta de otro, que no tiene un maestro que lo guíe, un amigo que lo sostenga, una compañía para el viaje, un pastor a quien rendirle cuentas difìcilmente sabrà hacia donde se dirige. Cual es su misiòn en la vida de sus oyentes. Hacia donde lleva su congregaciòn...

Es muy importante entonces sentarnos por un momento y hacer una revisión de nuestro llamado. Què hemos logrado a través de este año que ya està por terminar. Hacia donde queremos ir dentro de unas semanas que empieza el dos mil catorce. Què equipo necesitamos para el camino. Què debemos meter en nuestra maleta espiritual para poder estar cómodos y bien provistos para las necesidades del quehacer diario de nuestro trabajo...

La vida, la conducta y lo privado del pastor es tan importante que puede llevar a su gente al cielo o al infierno.

Recordemos que somos guías de un rebaño. Nos entregaron corderos para llevarlos al nivel de ovejas. Hacerlas crecer, desarrollarse y llegar a cumplir su propia visiòn y su misiòn en la vida... De nosotros depende si lo logramos o no.

Creo que mi amigo viajero aprendió algo: Nunca olvidarse de poner en su maleta para su pròximo viaje todo lo que iba a necesitar en su hotel... A menos que se exponga a comprarlo a precio de un ojo de la cara...


sábado, 14 de diciembre de 2013

ABSOLUTOS Y RELATIVOS...

En esta ùltima dècada se ha reinventando un término: Todo es relativo. Todos tenemos el mismo derecho de expresiòn, libertad e igualdad. Todos somos iguales ante todos. Tenemos los mismos derechos y los mismos deberes. Igualdad ante todo y ante todos...

Pero esto contrasta terriblemente con la Palabra de Dios. Y aquì es donde entramos los pastores que debemos enseñar la diferencia... La diferencia entre lo absoluto y lo relativo.

Veamos:

Si todo es relativo, ¿para què debo esforzarme en ser mejor?  ¿Para què debo ser honrado si tengo derecho a tener lo que deseo como lo tienen los demàs? ¿Por què debo ser fiel a mi pareja si muchos estàn abandonando sus hogares por irse con otra mujer o con otro hombre? ¿Por què debo casarme y no vivir en unión libre como lo hacen todos? ¿Acaso no tengo derecho a ser igual al resto de gente?

Buenas preguntas, ¿no le parece pastor? ¿No le parece que este pensamiento humanista riñe contra los valores de la Palabra de Dios que nos manda respetar y honrar a los demàs?

Otro problema del relativismo o filosofía de libertad actual es que tengo derecho a creer o no en Dios. Obedecerle o no, es cuestiòn mìa. En eso tienen razòn, el problema es que este pensamiento tambièn se opone al pensamiento Divino que dice que Dios ama de tal manera que no quiere que nadie se pierda...

Como pastor debo enseñar al rebaño que me han encargado guiar a la Presencia del Señor que no todo es relativo. Todo es absoluto. Tenemos derecho a asistir a una iglesia cristiana, eso es bueno para la libertad de culto. Tenemos derecho de escoger què Biblia leer. Eso es bueno para la libertad. Lo que ya no es bueno es la libertad de andar como yo quiera. Tengo obligaciòn de obedecer reglas, reglamentos leyes y estatutos... Y todo esto, es absolutamente necesario para la convivencia comùn. Solo porque soy libre no me autoriza a echarle la basura a la banqueta de mi vecino. Solo porque todo es relativo no me autoriza a subirme al bus sin pagar.

Este pensamiento es peligroso. Lo relativo termina cuando estoy a punto de transgredir el derecho del otro. No tengo derecho de poner todo el volumen a los aparatos de sonido de la iglesia para que toda la cuadra escuche mi sermón. Tengo el deber de respetar el sueño y el descanso de nuestros vecinos. Ellos tienen la obligaciòn de respetar nuestro culto.  Lo absoluto prevalece sobre lo relativo entonces... Porque Dios es Dios de absolutos... Absolutamente prohibido desear la mujer de tu pròjimo. Absolutamente prohibido robar. Absolutamente prohibido tomar licor, fumar, tatuarse, deshonrar padre y madre y muchos otros absolutos... ¿Para què? Para protegerme a mi y a mis vecinos. Cuando yo obedezco los absolutos de Dios ellos pueden estar tranquilos que no harè ruido a media noche. Que no les robaré sus cosas en los jardines. Que no ensuciaré las calles de mi colonia. Que no andaré mostrando mi desnudez ante los niños ni sus hijos me veràn borracho escupiendo y haciendo suciedades en plena calle...

Absolutos y relativos... me quedo con lo primero aunque sea màs extraño y difìcil cumplirlo... Ademàs es lo que Dios manda...




lunes, 9 de diciembre de 2013

TRES COSAS...

Todo tiene su precio en esta vida. Todo...

Y ademàs de esto, no podemos tenerlo todo. Hay que sacrificar algo por algo.

Por ejemplo:

1.- Un buen matrimonio cuesta mucho lograrlo. Requiere sacrificio. Làgrimas. Autonegaciòn. Privarse de algunas cosas para lograr otras. Un buen matrimonio, especialmente entre pastores, va a exigir mucho respeto entre la pareja. Darle la razòn al otro aùn cuando no la tenga. Humillarse constantemente para aceptar que si queremos vivir juntos debemos ceder ante las peticiones del otro aunque no estemos de acuerdo. Es reportar donde y con quien estamos. Para los hombres dejar el machismo por un lado y para las mujeres, aceptar que deben sujetarse a sus esposos. No porque sean pastores, sino para lograr ser pastores...

Ser pastores de seminario es fàcil. Se estudian un par de años, se ganan las materias, se cumple el pènsum y listo. Usted ya es pastor. Eso le dicen sus maestros... Pero, ¿què dice el Señor? ¡Ah! eso es otra cosa. Y es lo que verdaderamente vale. Lamentablemente la iglesia està llena de pastores de seminario. No han doblegado su cerviz ante una mujer que exige tiempo, dinero, amor, respeto, cariño, caricias, cuidado de la casa, cuidado cuando està enferma, ayuda cuando los niños no le dejan tiempo, un cafè por aquì y otro por allà. Regalos de cumpleaños y de aniversario. Explicaciones de con quièn anda y con quien estaba hablando "tan de cerquita en la iglesia"... Eso no se lo enseñaron en el colegio de teologìa. Eso se aprende en el camino. Eso es lo que le da valor a su ministerio.

2.- Hijos. Sus hijos, querido pastor, deben ser preparados para ser modelos desde la cuna. A sus hijos se les estigmatiza desde que van a la sala cuna. Por ser hijos de los pastores se espera que sean modelo de conducta. Ya lo dijo el apòstol: Que sepan tener en orden a sus hijos... Pero eso depende de sus primeros años. Y depende de còmo su esposa le ayude en esa misiòn. Si ambos no estàn de acuerdo en educar, corregir e instruìr a sus hijos en los caminos del ministerio... sufrirán vergüenzas ante sus ovejas y su autoridad a la hora de enseñar principios de disciplina en el hogar se verà menguada... Eso tampoco se lo enseñaron en el instituto. Lo engañaron si le dijeron que saque su diploma y ya. Error. Este es un precio muy elevado a pagar si realmente usted quiere un ministerio pastoral de respeto...

3.- Amigos. Usted ya no puede hablar con prepotencia. No puede andar contando chistes del gobierno. No puede hablar mal de la gente. No puede andar con amigos en las esquinas ni jugando al futbol los sábados en la tarde, no puede juntarse con ellos despuès del culto y comerse una hamburguesa en las cafeterias nocturnas dejando abandonada a su familia. Por su rango y posiciòn de pastor y maestro, a usted le està prohibido andar con hombres màs jòvenes que usted, lo pueden acusar de pervertir muchachos o hasta de homosexual. Mucho menos puede andar con jovencitas que no tienen nada que hablar con usted. Para eso està su esposa. Este precio tambièn hay que pagarlo si desea tener un prestigio ministerial de altura, que dignifique su trabajo y que el Señor sea honrado a traves de usted...

Tres cosas que son carísimas. Muchos conocidos míos no han querido pagar este precio y han visto disminuir sus ministerios aparatosamente. Se olvidan que lo que se enseña primero hay que vivirlo... Todo tiene un precio, querido pastor... todo.