jueves, 29 de agosto de 2013

"SED DE UN MISMO SENTIR..."

Hola, hermanos pastores...

Ser pastor no es fàcil...

Bueno, no para aquellos que son realmente pastores. Porque, para vergüenza de la profesiòn lo digo, hay quienes no son pastores. Son arrieros. Un pastor conoce por nombre a sus ovejas. El arriero les pone sobrenombres. Les grita, los insulta y les quita su carne para venderla. Los pastores cuidan el rebaño, lo alimentan y velan por las ovejas. Es cierto, a veces se adueñan de ellas pero llegarà el momento en que el Verdadero Dueño les enseñarà que no es asì. Se lo dijo a Pedro: "Cuida mis corderos"...

Pero decìa màs arriba que ser verdadero pastor tiene sus bemoles. Hay que estudiar ciertas pàginas de sicologìa. Es decir, llegar a conocerlas un poco a fondo para identificarse con ellas. Y eso es empatìa. Sentir lo que el otro siente. No es fàcil pero se logra.  Para eso està el ministerio del Espìritu Santo. Èl nos puede ayudar a resolver ese conflicto egoìsta entre el yo y el debo.

Como a mi me gusta escribir observo mucho a la gente. Aprendo mucho de verlos en los restaurantes o en la calle. O en sus vehìculos cuando los encuentro en la calle. Me gusta verles en sus reacciones y me dan material para escribir.  Por eso escribo esto este dìa. Y como en este blog lo hago para pastores, quiero compartir estas lineas con ustedes...

La gente necesita ayuda. Estàn urgidos de ayuda. Necesitan una mano amiga que los levante de donde estàn. Muchos andan en la calle y estàn en las sillas de las iglesias como zombies, sin saber quiènes son y què esperan de la vida. Tienen la mirada perdida y la sonrisa congelada. Socialmente parecen tranquilos pero por dentro puede haber un volcàn a punto de hacer erupciòn. Para eso estamos los pastores. Para leer esos mensajes corporales, inèditos y llevarles una pregunta: "¿Sucede algo?"...

Date cuenta de que todo el mundo tiene múltiples dolores con los que lidiar, estén o no conscientes de ellos. Todos tenemos problemas con nuestra dignidad, planes inconclusos, fracasos, dudas, ineptitudes. Es parte del desafío de vivir la vida.

A pesar del dolor, muchas veces la gente oculta sus verdaderas emociones. No supongas que lo que se ve por fuera siempre es un reflejo del interior. Alguien puede verse fuerte y disciplinado. pero adentro puede estar terriblemente confundido.

Mira detenidamente a la gente e imagínate lo que está ocurriendo en su interior. Date cuenta de que los problemas, sueños y deseos de los demás son igual de reales que los tuyos. Al igual que tú, todos ellos sienten dolor. Concéntrate en esto preguntándote "¿Cuál es su dolor?". Utiliza tu imaginación para sentir cómo esto los puede estar abrumando.


Sé observador. ¿Esta persona está feliz o triste? ¿Es débil o fuerte? ¿Es temerosa o segura de sí misma? Presta atención y podrás compartir sus problemas.

Bien. ¿Y de mì quien se ocupa? diràs tù, mi querido hermano pastor. Bueno. Quien te llamò. Eso es todo. Quien te llamò te equipò. Aquì està la diferencia entre los llamados y los que se autollamaron...

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