sábado, 14 de diciembre de 2013

ABSOLUTOS Y RELATIVOS...

En esta ùltima dècada se ha reinventando un término: Todo es relativo. Todos tenemos el mismo derecho de expresiòn, libertad e igualdad. Todos somos iguales ante todos. Tenemos los mismos derechos y los mismos deberes. Igualdad ante todo y ante todos...

Pero esto contrasta terriblemente con la Palabra de Dios. Y aquì es donde entramos los pastores que debemos enseñar la diferencia... La diferencia entre lo absoluto y lo relativo.

Veamos:

Si todo es relativo, ¿para què debo esforzarme en ser mejor?  ¿Para què debo ser honrado si tengo derecho a tener lo que deseo como lo tienen los demàs? ¿Por què debo ser fiel a mi pareja si muchos estàn abandonando sus hogares por irse con otra mujer o con otro hombre? ¿Por què debo casarme y no vivir en unión libre como lo hacen todos? ¿Acaso no tengo derecho a ser igual al resto de gente?

Buenas preguntas, ¿no le parece pastor? ¿No le parece que este pensamiento humanista riñe contra los valores de la Palabra de Dios que nos manda respetar y honrar a los demàs?

Otro problema del relativismo o filosofía de libertad actual es que tengo derecho a creer o no en Dios. Obedecerle o no, es cuestiòn mìa. En eso tienen razòn, el problema es que este pensamiento tambièn se opone al pensamiento Divino que dice que Dios ama de tal manera que no quiere que nadie se pierda...

Como pastor debo enseñar al rebaño que me han encargado guiar a la Presencia del Señor que no todo es relativo. Todo es absoluto. Tenemos derecho a asistir a una iglesia cristiana, eso es bueno para la libertad de culto. Tenemos derecho de escoger què Biblia leer. Eso es bueno para la libertad. Lo que ya no es bueno es la libertad de andar como yo quiera. Tengo obligaciòn de obedecer reglas, reglamentos leyes y estatutos... Y todo esto, es absolutamente necesario para la convivencia comùn. Solo porque soy libre no me autoriza a echarle la basura a la banqueta de mi vecino. Solo porque todo es relativo no me autoriza a subirme al bus sin pagar.

Este pensamiento es peligroso. Lo relativo termina cuando estoy a punto de transgredir el derecho del otro. No tengo derecho de poner todo el volumen a los aparatos de sonido de la iglesia para que toda la cuadra escuche mi sermón. Tengo el deber de respetar el sueño y el descanso de nuestros vecinos. Ellos tienen la obligaciòn de respetar nuestro culto.  Lo absoluto prevalece sobre lo relativo entonces... Porque Dios es Dios de absolutos... Absolutamente prohibido desear la mujer de tu pròjimo. Absolutamente prohibido robar. Absolutamente prohibido tomar licor, fumar, tatuarse, deshonrar padre y madre y muchos otros absolutos... ¿Para què? Para protegerme a mi y a mis vecinos. Cuando yo obedezco los absolutos de Dios ellos pueden estar tranquilos que no harè ruido a media noche. Que no les robaré sus cosas en los jardines. Que no ensuciaré las calles de mi colonia. Que no andaré mostrando mi desnudez ante los niños ni sus hijos me veràn borracho escupiendo y haciendo suciedades en plena calle...

Absolutos y relativos... me quedo con lo primero aunque sea màs extraño y difìcil cumplirlo... Ademàs es lo que Dios manda...




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