Bueno, muchos de nosotros, cuando viajamos nos encontramos de repente conque no pusimos en la maleta muchas cosas que necesitamos usar en nuestro destino...
En una ocasiòn viajé con otro amigo a un paìs de Amèrica del Sur. Iba preparado para una semana de estancia en el hotel. Asì que cuando llegamos, abrì mi maleta y coloqué todo en su lugar. Ropa, loción, rasuradora y jabón de baño. Todo estaba listo. A la mañana siguiente tocaron a la puerta de mi habitaciòn. Era mi compañero de viaje que no habìa puesto en su maleta gelatina para el cabello y un peine. Me buscò para que le compartiera de lo mìo...
Esto me hace pensar en una cosa muy importante para nosotros los pastores...
Mientras no sepamos a donde vamos, no sabremos lo que necesitaremos para el camino.
Es un axioma natural de la vida. La vida es una carretera que nos tiene que llevar a algùn lado. Hay pastores que no tienen una visiòn clara de su llamado. No saben a donde van. Por lo tanto, van poniendo en su equipaje un poco de esto, un poco de aquello. Mezclas de doctrinas y enseñanzas sin una definiciòn clara de lo que son y quieren ser. Toman un poco de lo que està de moda y lo ponen en pràctica. Cuando se cansan y se les agota el material escogen otro sistema que les haga sentir actualizados. Amorfos. Vacìos de forma y contenido. Y, lo que es peor, llevan a sus ovejas por el mismo camino... Santiago les llama nubes sin agua...
El ministerio pastoral tiene que ser definido por quien nos llamò. Y Èl mismo nos equipa para el camino, para poder llevar a cabo la misiòn y la visiòn que nos ha dado. No podemos dejar al azar nada de lo que necesitaremos para nuestro caminar hacia la meta.
Un pastor que no ora, que no lee la Palabra, que no se alimenta de otro, que no tiene un maestro que lo guíe, un amigo que lo sostenga, una compañía para el viaje, un pastor a quien rendirle cuentas difìcilmente sabrà hacia donde se dirige. Cual es su misiòn en la vida de sus oyentes. Hacia donde lleva su congregaciòn...
Es muy importante entonces sentarnos por un momento y hacer una revisión de nuestro llamado. Què hemos logrado a través de este año que ya està por terminar. Hacia donde queremos ir dentro de unas semanas que empieza el dos mil catorce. Què equipo necesitamos para el camino. Què debemos meter en nuestra maleta espiritual para poder estar cómodos y bien provistos para las necesidades del quehacer diario de nuestro trabajo...
La vida, la conducta y lo privado del pastor es tan importante que puede llevar a su gente al cielo o al infierno.
Recordemos que somos guías de un rebaño. Nos entregaron corderos para llevarlos al nivel de ovejas. Hacerlas crecer, desarrollarse y llegar a cumplir su propia visiòn y su misiòn en la vida... De nosotros depende si lo logramos o no.
Creo que mi amigo viajero aprendió algo: Nunca olvidarse de poner en su maleta para su pròximo viaje todo lo que iba a necesitar en su hotel... A menos que se exponga a comprarlo a precio de un ojo de la cara...
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