Espero, queridos pastores, que si alguno se siente aludido por lo que va a leer, no se pelee conmigo sino con Pablo. Si, Pablo, el apòstol...
Respaldo es una cosa y aprobaciòn es otra. Son dos cosas muy distintas pero la linea que los separa es muy delgada y vulnerable para diversas interpretaciones...
El hijo se fue de la casa. Se llevò el dinero que el padre le habìa dado como herencia. Se fue al mundo y se gastò lo que quiso. Se dio la grande, como decimos en Guatemala. Despuès de un tiempo regresò fracasado, quebrado y hambriento. Sucio y desarrapado. Llegò buscando lo que nunca debiò haber dejado. El amor del padre y una cama calientita y mucha comida. De la buena...
El padre lo recibe... Es decir, le da su respaldo. Le da ropa, anillo, calzado y techo. Tambièn le da comida. En todo estoy hay un lenguaje sin palabras...
"Muy bien, hijo, regresaste. Eso me alegra. Tu lugar es en esta tu casa, no lejos de ella. Ven, bàñate, allì està tu cuarto, tu ropa y todas tus cosas. Y cuando termines, nos sentaremos a la mesa para comer todos juntos..." Eso es respaldo. "No importa lo que hiciste, eres mi hijo y siempre tendràs mi respaldo. No quiero que la gente diga que tienes un mal padre... Solo una cosa es necesario que sepas: No apruebo tu conducta. Lo siento. No estoy de acuerdo con lo que hiciste. Asì que no te doy mi aprobaciòn. Solo mi respaldo..."
Ahora vamos con nosotros, los pastores...
Pecamos, vivimos vidas desagradables, criticamos a nuestros hermanos, envidiamos el templo del otro, adulteramos, fornicamos y hacemos una y mil pecaminosidades. Pero... el templo se llena de gente. Las personas se salvan por nuestro mensaje. Las ofrendas estàn abundantes. Los enfermos se sanan y los cojos andan. Echamos fuera a los demonios y estos se van. El culto de cada domingo està maravilloso...
Si. Claro que si. Tenemos respaldo. Dios respalda nuestro ministerio. Por una sencilla razòn: Èl no permitirà que su Nombre sea avergonzado. Es su Palabra lo que respalda. ¿Pero a nosotros? Eso es otra cosa. No tenemos su aprobaciòn. Lo lamento. Èl no puede aprobar el pecado. Èl no aprueba la fornicaciòn ni el adulterio ni el robo mucho menos el orgullo o el chisme.
Por eso Pablo le dijo a Timoteo: "Procura presentarte a Dios APROBADO" (Mayùsculas mìas). Pablo no le dijo a su alumno que se presentara respaldado. Por eso hay una sentencia para los respaldados: "En tu Nombre hicimos milagros. En tu Nombre las gentes se convirtieron. En tu Nombre echamos fuera demonios..." Y usted sabe el resto... Entonces: ¿Què buscarà despuès de leer esto? ¿Respaldo o aprobaciòn? Se lo dejo como un pensamiento...
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