sábado, 18 de mayo de 2013

¿Y LA ESPOSA...?

La vida da tumbos, querido pastor. La vida da tumbos...

Alguien dijo que la vida es una ruleta. Nos juega pasadas que no nos esperamos. Especialmente a los pastores... Hoy estamos contentos porque la gente nos acepta. Mañana estaremos tristes porque esas mismas personas se van sin decir adios. Nos dejan con más preguntas que respuestas. Hay que estar preparados para cualquier eventualidad. No nos confiemos.

Eso pasò con Jesùs. Un Domingo le tienden mantos, le presentan palmas y gritan que Èl es el Mesías prometido, al que estaban esperando con ansias para ser reconocido. Hubo fiesta y piñatas por todos lados... Pero una semana despuès, esa misma gente estaba pidiendo al gobernador que lo crucificara...

La vida de David es un ejemplo. Sufrió tanto. Lloró tanto. Clamó tanto... Y Dios le mostrò tanta misericordia que lo mantuvo en su silla real durante cuarenta años. Su historia está llena de sorpresas. Una vez se enamorò de quien no debía enamorarse y mató al esposo con tal de hacer uso de su privilegio de ser señor del reino que el Señor le había dado... Pero olvidó que hay un final para todos. Aunque sea el Rey David. No importa el tamaño. No importa la cantidad de fieles. No importa la dimensión del templo. No importa el carisma ni la experiencia con el oso y el león .. A todos nos llegará el momento de la verdad...

Primer libro de reyes capítulo uno... Nos encontramos con el triste final de un pastor muy amado en el cielo, pero también muy perseguido por el infierno. Como nos enseño alguien: Hay que vivir con la cabeza en el cielo pero los pies en la tierra. Y David olvidó eso. En su juventud èl dejó sin compañía  calor y amor a una mujer. Años despuès le llegó el cobro... Pero mejor dejemos que el pasaje antes mencionado nos lo cuente...

"1 El rey David era ya viejo, entrado en días, y lo cubrían de ropas pero no entraba en calor. 2 Entonces sus siervos le dijeron: Que se busque para mi señor el rey una doncella para que atienda al rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en tu seno y entrará en calor mi señor el rey".

Bonito gesto el de sus ayudantes, no cabe duda. Gente que se preocupaba por èl. Por cuidarlo y hacerlo sentir cómodo .. En su vejez no le faltaron personas que le honraran y le protegieran. Hombres fieles y valientes a toda prueba... Hermoso gesto. Pero...

¿Donde está la esposa en esos momentos de frío  ¿En donde está Betsabè, la amada, la favorita, por la que mató años antes? ¿Donde está la ùnica que debía compartir su lecho de anciano friolento? ¿Por què tuvieron que llevarle a una niña desconocida? ¿Què traumas y rencores habría en esa esposa hermosa que años antes le encendía el fuego de la pasiòn pero que ahora cuando realmente necesita el calor del fuego ya no está a su lado?

Son cosas para ponerse a pensar... ¿No cree pastor?

No hay comentarios:

Publicar un comentario