lunes, 20 de mayo de 2013

EL MAR...

Querido pastor...

Hoy  es   lunes y seguramente, como muchos pastores en este mismo dìa se estarán preguntando què harán para que llegue la provisión de pan a sus mesas... Ayer Domingo estuvimos de fiesta. Iglesia llena, música que nos transportaba al cielo, mensajes inspiradores, apretones de mano y promesas dominicales de "pastor, siempre estaré a su lado".  Pero hoy es lunes. Y esas promesas no se cumplen. Los apretones de mano ya no están  Las sonrisas se esfumaron. Hemos vuelto a la vida...Porque no siempre estamos en el nivel de fe que predicamos o queremos estar. Como Elìas despuès de la matanza de los profetas falsos. Como Josué despuès de la muerte de Moisés  Como Pedro despuès de negar a su maestro... No hay ninguna diferencia entre ellos y nosotros.

Los mismos siervos. Los mismos problemas. Las mismas historias... Y el mismo Dios. Compasivo. Paciente. Tolerante. Perdonador.

Hace años escuché a un rabino enseñar que el mar tiene mucho que enseñarnos con respecto al mundo espiritual... El mar es todo un sistema de valores, vida, muerte y resurrección  Están los peces que viven en la oscuridad, otros que viven más arriba, están los corales, esos ecosistemas que alimentan a los que viven en su entorno. Cuando alguien bucea en el mar encuentra un mundo totalmente diferente al nuestro. Es un mundo de belleza, inspiración  silencio y asombrosamente bello... ¿Como es posible que haya vida debajo de esa inmensidad de agua? Se preguntan los biòlogos...

Y esa es la enseñanza que quiero compartir con usted hoy... Èl está allí. Sì, allí en sus dudas, en sus problemas, en sus preguntas, en sus ¿por què?...

Y, como el fondo marino, el hecho que usted no lo vea, no significa que no exista. El hecho que usted nunca haya buceado y visto ese mundo subacuático no significa que no sea real. Sì lo es. Y muy real... De esa misma manera, el hecho que usted no vea a Dios no significa que no sea real. Sì lo es. Se lo garantizo.

Por eso es necesario recordar. Si no ha llegado el pan de su mesa... recuerde la historia. Jesùs multiplicó cinco y le dio de comer a una multitud. Si aún no ha llegado la sanidad de su esposa, recuerde a la hija de Jairo. Si se está hundiendo en la desesperación y el desánimo  recuerde a Elìas en Querit. Solo recuerde. Ellos, como usted, también hicieron el esfuerzo de recordar que aunque no lo veían en ese momento, no significaba que su Dios no existiera.

Ya lo dijo Job: Aunque me mates, cada pedazo de este cuerpo esperará en ti. Y estos ojos te verán...

Así que si su lunes se està presentando negro, recuerde que el mar tambièn, en la superficie a veces se ve negro... pero debajo hay un mundo tan azul y diàfano como lo es la Presencia Bendita de nuestro Dios...

Feliz semana entonces... Y que el próximo domingo usted dè testimonio de lo que le enseño el mar...

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