jueves, 30 de mayo de 2013

TRANSFORMADOS...

Respetable pastor:

No hay nada más hermoso y a la vez incomprensible para la mente humana como el hecho que Jesùs es un transformador por excelencia...

Y se supones que lo mismo debemos hacer nosotros con la gente que està a nuestro alrededor.  Por algo Èl dijo: "...y enseñenles todas las cosas que yo les he enseñado..."

Aquì està el meollo del asunto.  No estamos enseñando lo que Jesùs enseñò.  Los mandamientos. Se supone que quien dio las tablas de la ley en Sinaí fue el  Señor. Se supone que quien dio las instrucciones en todo el Antiguo Testamento fue el Señor. Se supone que todo lo que hemos leìdo, aprendido y visto en el Nuevo Testamento es del Señor... Entonces hay suficiente material para enseñar que el Señor enseñò... No veo por què entonces enseñamos lo que nuestra denominación dice...o quiere. Con esto, señores, estamos invalidando, como los fariseos y escribas, la Ley de Dios.

Por eso no somos agentes transformadores de gentes. No estamos transformando nuestra sociedad. No estamos transformando a los hombres y mujeres que se congregan bajo nuestros púlpitos. Y, lo peor:

Nosotros, los pastores no estamos siendo transformados tampoco... Triste pero real...

¿Què encontró haciendo Jesùs a Pedro cuando lo vio en la playa? Pescando. ¿En què lo transformó en tres años y medio? En pescador de hombres. ¿Cómo? Con su sola Palabra.

¿Què encontró haciendo el Señor a Mateo? Cobrando impuestos. ¿Como lo transformó? Con su Palabra.

¿Como estaba Natanael cuando su hermano lo encontró bajo la higuera? Pensando en Sòfocles, Esopo, Cicerón y otros sabios griegos. ¿ Cómo lo dejó Jesùs despuès de su partida? Hecho todo un apóstol .. ¿Como lo logró? Con su Palabra.

Yo no sè en que trabajaba o trabaja usted, querido pastor. Lo que sì sè es que si el Señor se ha cruzado en su camino y usted ha creído en Èl, usted debe haber sido transformado en otro hombre. El Poder del Espíritu Santo debe haber efectuado en usted algún cambio. Tiene que ser asì, a menos que ese Poder no se haya manifestado en su vida... usted seguirà siendo el mismo.  Pero espero que no...

Que ahora que lo vean en la calle, ya no digan: "Ahí va el zapatero..." o "ahi va el panadero", o "¿què tal... ahí va el adúltero? " O quizá:  "Ahí va el pegador de mujeres?" Tal vez sea esto: "Ahí va el que no paga sus deudas..."

Si usted es un hombre lleno del Poder del Señor a traves del Espíritu Santo... sè que deben decir: "Ahí va el pastor". "Ahí va el hombre de Dios" "Ahí va el ungido del Señor..."

¿Cual de los adjetivos le parece mejor entonces...? Si yo no busco ser transformado por ese Poder que transformó a Pedro, Mateo, Natanael, Felipe y todos los demás... seguirán llamàndome "ahí va el militarote ese..." Pero depende de mì. Y depende de usted, querido hermano o respetable hermana...


miércoles, 29 de mayo de 2013

CUANDO CAEMOS...

Muchas veces los pastores no entendemos lo que Dios hace en las vidas de algunos de sus siervos.

Somos pragmáticos  Duros para juzgar. Implacables y extremadamente incomprensivos... Claro. Cuando se trata de otros. Porque cuando somos nosotros los que caemos en alguna situación comprometedora somos indulgentes, perdonadores, ponemos una y mil excusas para justificar nuestro comportamiento erróneo. Ah, y exigimos que los demás nos comprendan. Ojo por ojo, pastores, ojo por ojo...

Caer no significa quedarnos tirados. No significa que Dios nos desecha. Tampoco quiere decir que ya no servimos. A menos que nosotros lo permitamos. Depende de nuestra comprensión no solo de Dios sino de nosotros mismos.

¿Como funciona? Si soy incapaz de comprender al que cae, eso se vuelve contra mì, como el bumerang. Si yo no comprendo cuando alguien cae en alguna situación comprometedora, entonces estoy listo para creer que Dios tampoco me comprenderà a mì. Medida por medida. Como yo mido a los demás  creo que Dios me mide a mì. Y puedo tomar el camino más fácil: quedarme tirado, enojado contra Dios y contra todos. Despotricando contra la vida y blasfemando y negando la Misericordia del Señor...
 
Pero lo contrario también es cierto...

Si soy comprensivo, si levanto al caído en algún pecado, si sano al que enfermó de lujuria, si abro los ojos a algún pastor que encegueciò a causa de la fornicación,  si visto de misericordia al que se desnudó a causa de la concupiscencia... soy candidato para confiar en que Dios hará lo mismo conmigo. Y seguiré mi camino. Pido perdón, me sacudo del polvo del camino, enfrento las consecuencias... ¡Y adelante!

Cuando Adán pecó, trató de esconderse de Dios. Cuando Jonás se negó a predicar a Nínive, su miedo lo llevó al océano para huir de la presencia del Señor. Cuando Pedro negó a Cristo, tenía miedo de enfrentarse a Él. Se escondió y se fue a pescar, huyendo de la culpa y el temor...

Dios me ha mostrado una verdad que me ha ayudado muchas veces: Algo mucho peor que el fracaso es el miedo que le acompaña. Adán, Jonás y Pedro se alejaron de Dios, no porque habían perdido su amor por Él, sino porque tenían miedo de que Él estuviera demasiado enojado con ellos para entenderlos. 

Satanás utiliza tal temor para que la gente piense no tiene caso intentarlo.  Si David se hubiera resignado al fracaso, quizás nunca hubiésemos oído hablar de él de nuevo. Sin embargo, el corrió a la casa de Dios, se asió de los cuernos del altar, encontró el perdón y la paz, y volvió a su mejor momento. 

¡Y lo mismo puede ser cierto para usted! Así que deje de escuchar esa voz condenadora que le dice que porque fallò en algo usted ha sido incapacitado para volver al trabajo. ¡Vamos! levàntese y tome su Biblia, pida perdón y espere que la Bondad y el perdón del Señor le revele su siguiente mensaje... 

martes, 28 de mayo de 2013

UN MONUMENTO LLAMADO BETSABÈ...

A Dios siempre le ha gustado dejar monumentos a lo largo del camino de su pueblo. No son como los monumentos que nosotros conocemos. No son estatuas ni construcciones grandiosas... Son monumentos que hablan. Que recuerdan. Que enseñan. Algunos dolorosos y vergonzosos. Estos muestran la debilidad del hombre...Otros para mostrar Su Gloria. ¿Quien que escucha hablar del Sinaí no recuerda que fue allí donde se le mostrò a Moisés Su Presencia?  ¿Quien, al escuchar hablar del desierto de Sin no recuerda el maná,  las tablas de la ley y los mandamientos?... Son monumentos que nos cuentan de Su Poder. Como el Jordán que se partiò en dos. Como Jericó que demostrò su Grandiosidad...

En nuestras vidas también hay monumentos. Son esas cosas que hicimos en el pasado o en un momento reciente y que han quedado allí para recordarnos que no debemos repetir algunas acciones...

Jacob tuvo que confesarle a su hijo José dónde había quedado su mamà Raquel... Con tristeza, al momento de despedirse de sus hijos, le cuenta la verdad de lo que sucedió camino a Belén .. "tu mamà se me murió camino a Belén y tuve que enterrarla en el camino..." Un monumento al dolor. A la impotencia. Faltaba una legua para llegar pero ella ya no llegó  Y, para recordar el lugar, levantó un montículo de piedras para no olvidar el lugar de su tumba... Años despuès esa tumba lloró por la matanza de los niños en Belén... "Es Raquel que llora la muerte de sus hijos" escribió el Espíritu Santo...

En mi vida hay varios monumentos que me recuerdan mi naturaleza caída  Como en los suyos, me imagino. Recuerdos de una vida que en un tiempo anduvimos arrastrados por el fango del pecado. Recuerdos que ya no duelen, pero nos recuerdan nuestro pasado al que ya no debemos regresar. Esas esquinas por donde no debemos cruzar. Esas calles por donde no debemos circular. ¿Por què? Porque allí están los montículos de "piedras" que nos recuerdan lo peligroso que es regresar allí...

Por algo la Biblia dice que nosotros somos piedras vivas. Y esas piedras están allí para anunciarnos que debemos tener cuidado para no repetir el pasado. Ese pasado que gracias al Señor, quedó enterrado en el fondo del mar y tiene un letrero que dice: "Prohibido pescar". Por eso Satanás no tiene permiso de revelar què significan esos monumentos... Es un secreto entre nosotros y Dios... Es nuestro montículo que habla de su Misericordia y de nuestra debilidad...

¿Como llegó David al convencimiento de no volver a cruzar la frontera entre el adulterio y la pureza? Creo que el monumento que siempre le acompañó toda su vida fue Betsabè.  Esa mujer era el constante recuerdo de lo que era capaz cuando se separaba del Señor. Ese montículo,  esa piedra que era Betsabè le recordaba constantemente lo peligroso que es quedarse dormido cuando otros están en la batalla... ¡Nunca más!  debió haber dicho David, volveré a quedarme en la cama mientras otros están batallando, venciendo y guerreando contra el enemigo... ¡Nunca más!  tocaré a otra mujer que no sea la mia... Y lo cumpliò. En su vejez, este amado rey de Israel, cuando le pusieron a una niña para que le diera calor, dice la Biblia... "y no la conoció..." No la tocó.  Creo que como yo, nunca olvidó aquel montículo de piedras vivas que eran Betsabè, Urìas y Salomòn...

¿Tiene usted, de casualidad algún monumento en su vida, querido pastor? No es para avergonzarse. No. Dios no nos avergüenza. Solo nos recuerda a traves de esas piedras... lo que no debemos repetir...


domingo, 26 de mayo de 2013

HUMILDAD, PASTOR, HUMILDAD...

El cuerpo humano es maravilloso. Se cura a sì mismo. Se autoprotege. Si alguien le amenaza un ojo, inmediatamente el cerebro ordena cerrarlo para protegerlo. Si usted se hace una cortada, todo un sistema inmunològico y de enfermeros minúsculos entran en acción y cierran la herida para que no entre ningún extraño a dañar su cuerpo y despuès de un tiempo aparecen las costuras en forma de costra. Todo lo que usted necesite para atender el cuerpo humano está allí. Muy pocas veces necesitará de alguien o algo externo... Todo lo demás lo tiene usted. Así de maravilloso...

Lo mismo sucede en la Iglesia de Cristo.  Como cuerpo, están todos los elementos para que ella funcione... ¿Quiere usted un electricista? En alguna silla está sentado sin hacer nada. ¿Quiere un maestro de escuela dominical? Por allí debe andar esperando que le llamen a servir. ¿Quiere que otra persona predique cuando usted estè indispuesto? Hay bastantes capacitados para hacerlo...

Pero se necesita humildad para reconocer que no somos los pastores "orquesta". No tocamos todos los instrumentos. No podemos. Ni debemos.

Miembro que no se usa, se atrofia, dice el dicho. Y en muchas congregaciones hay miembros atrofiados por culpa de un pastor miedoso de dar privilegios. Temeroso que le den "golpe de púlpito"  si permite que alguno de sus miembros predique. Todo por el temor a parecer inútil o por temor a que la gente se vaya detrás del otro, olvidando que si el pastor es el pastor, nadie puede ocupar su lugar porque es un lugar que le han asignado en el Cuerpo. Y el que lo llamó lo defenderá de cualquiera que quiera eliminarlo sin Su permiso...

Lamentablemente muchos pastores se pierden el privilegio de darle al Cuerpo de Cristo (La Iglesia), la ayuda que ésta necesita para funcionar. Somos egoístas por naturaleza. Somos inseguros la más de las veces. Somos los señores de la Esposa del Cordero y nos adueñamos de ella... Olvidando que su Esposo es el Señor no nosotros.

Salomòn nos da una cátedra de lo que es humildad. Èl reconoce que, aunque es un rey poderoso, con suficientes recursos financieros y de sabiduría  hay algo que le falta. No lo tiene todo ni lo puede todo. Y no duda en aceptar que otro rey tiene lo que a èl le falta... Cortadores de madera.  ¿Còmo es que un paìs tan poderoso, rico, elevado a primera potencia mundial no tenga buenos cortadores de madera? Creo que Dios lo permite para mostrarnos que tener sabiduría no es ser sabio absolutamente. Y Salomòn necesita madera. De la buena. Y su pueblo carece de ese elemento. Y también carece de buenos aserradores... Y no duda en humillarse ante otro rey. Lo considera grande. Imagìnese: un grande considerando grande a otro... Alguien tiene el don que yo no tengo. Alguien sabe más que yo en esto o aquello. Alguien me puede ministrar lo que no entiendo...

Igual que nosotros, ¿no le parece? Lea lo que èl mismo dice:  "...pues sabes que no hay nadie entre nosotros que sepa labrar madera como los sidonios". (1 Reyes 5:6) ¡Maravillosas palabras viniendo de alguien que fue premiado por Dios con regalos únicos!...

En una oportunidad tuvimos falta de un músico en nuestro grupo de alabanza. Nos faltaba un baterista para completar el grupo. Para que no sufriera el pueblo por falta de música  no dudamos en acudir a nuestro amigo y asociado Rogelio Rivera de la Iglesia "Pueblo de Dios" en Lourdes Colòn. Èl, humildemente nos lo prestò por un buen tiempo mientras se entrenaba otro en nuestra congregación.  Al cabo de un tiempo se le devolvió su elemento y todo quedó nuevamente completo...

Ni nosotros tratamos de quedarnos con su músico ni Rogelio tuvo temor de perderlo. Fue un trato de caballeros. Se trataba de sanar una herida en el Cuerpo. Y Rogelio no dudó en enviar a uno de sus "enfermeros" a sellar la herida...

¿Cabe esto en la mente de algunos pastores? Salomòn no se quedó con los leñadores del Rey Hiram de Tiro, ni Hiram se quedó con los ayudantes que Salomòn envió  Ambos se ayudaron. Uno con madera y el otro con trabajo para sus ciudadanos... ¿Y nosotros...? ¡ Cuánta humildad nos hace falta! ¿Verdad?

sábado, 25 de mayo de 2013

ESTA USTED INVITADO...

Pastor:

Si usted nunca ha recibido alguna invitación de algún alto funcionario a participar en una cena de honor, en un sitio preferencial en algún evento importante, no se preocupe...

Son invitaciones que honran, es cierto, pero son de honra humana. Pasan de repente. Se acaban. Se termina el período oficial y se terminan las invitaciones.

Recibir una invitación es ser honrado, ser considerado con alta estima.  Por esa razón todas las invitaciones merecen una respuesta amable y atenta. Hay que ser educados, por supuesto...

Pero las invitaciones más increíbles no se encuentran en sobres lacrados y elegantes; se encuentran en la Biblia.  Usted no puede leer acerca de Dios sin encontrarle haciendo invitaciones. Invitò a Eva a casarse con Adan  A los animales les invitò a entrar al arca. A David le invitò a ser rey, a Israel a que saliera de la esclavitud. A Nehemìas a reconstruir a Jerusalén...

Dios es un Dios invitador. Invitò a Marìa a ser madre de Jesùs, a los discípulos a pescar hombres, a la mujer adúltera a comenzar su vida de nuevo y a Tomás lo invitò a tocar sus heridas... Dios sigue invitando a muchos a formar parte de su reino...

Lo más sorprendente, pastor: Lo invitò a usted a ser ministro de su grey... Seguramente usted no tenía en su guardarropa suficientes corbatas ni camisas blancas, mucho menos trajes para presentarse a recibir su invitación  Pero estoy seguro que el mismo que lo invitò lo viste. Le provee suficientes camisas y pantalones para que se vista con elegancia y abolengo. Porque la invitación del Rey es ineludible... Si usted fue invitado a pastorear, nada ni nadie podrá evitar que lo haga.

Creo que es un buen momento para darle gracias a ese Dios tan hermoso que no tuvo en cuenta nuestras limitaciones y nos invitò a formar parte de su cuerpo de èlite.  Es más  al que èl llama, capacita. No es un dicho, es una realidad. Èl nos capacita dìa a dìa como presentarnos para cumplir el protocolo necesario para atender Sus asuntos aquí en la tierra. Nos invitò a ser sus embajadores. Nos invitò a ser sus servidores. A ser sus co-regentes... ¿No es maravilloso?

Dios es un Dios que invita. Es un Dios que llama. Es un Dios que abre la puerta y hace señas con la mano, indicando a los que pasan dónde está la mesa abundante...

Su invitación no es solo para una comida, sino para toda la vida. No es solo para un evento oficial, es para siempre... Lo maravilloso de todo es que Su Gobierno nunca pasarà y su invitación continuarà...

Así como su invitaciòn es universal... tambièn es personal. Y usted es uno de sus invitados... Usted ha sido invitado a sentarse juntamente con Èl en lugares celestiales...

Gòcese entonces... Y disfrute de su invitación...

jueves, 23 de mayo de 2013

PORQUE DEL SACERDOTE...

Pastor querido:
Esta cita no es mía  Es del Señor dicha a traves del profeta Malaquìas... "Porque del sacerdote el pueblo espera oìr la ley, porque mensajero es de Dios".

Pero... ¿Estamos siendo verdaderos mensajeros de Dios? ¿O estamos siendo mensajeros de nuestra denominación?  ¿De nuestros títulos?  ¿De nuestra teología?  ¿De lo que, -si, es cierto-, allí dice así  pero yo opino que...?

Debemos tener mucho cuidado con lo que enseñamos al pueblo. Ese pueblo no es nuestro. Es de Dios. Èl pagò con su Sangre el precio de nuestras vidas. Nosotros no hemos derramado ni una gota de sudor por las ovejas que el Señor nos ha encargado. Todo lo ha hecho Èl, por Èl y para Èl...

Es más  Jehovà también es nuestro pastor. En ese renglón nosotros también somos ovejas de su prado... pero mientras Èl no decida otra cosa, somos sus mensajeros. Mensajeros de Jehovà, no portavoces de un movimiento religioso ni social. No somos motivadores. No somos mensajeros de la bolsa de valores. Somos mensajeros de quienes el pueblo espera oìr la Ley de Dios, no nuestras leyes legalistas (valga la redundancia), o humanismo...

Hoy estamos presenciando caos en la Iglesia de Cristo. Modas, música  desfiles de reinas y muchas cosas más para tener entretenidos a los fieles que llegan a los templos a que se les enseñe como salir del pecado, como vivir en santidad, como tratar bien a sus cónyuges  como evitar que más hijos de evangélicos se enrolen en las pandillas.  Pero se les está enseñando como hacer dinero. Como comprar más casas y más carros, en vez de enseñarles cómo vivir más para su Señor...

Si el Señor nos ha investido con Su Poder, con Su Manto de Sacerdocio  si nos ha encargado, como dijo Pablo, el ministerio de la Palabra, hagamos lo que nos toca. Dar Su Palabra. Pura. Sin mezclas. Sin temores. Sin miedo a los ricos. Sin miedo a los que se creen grandes... El Unico grande es Jesùs.

Como escribió Wilkerson:

Amado, si este mensaje no te agrada, si te irrita y te fastidia aunque sea un poco, quizás debas hacer lo que yo he estado haciendo últimamente. Enciérrate con Dios, día tras día y pide al Espíritu Santo que encienda la santa linterna de búsqueda de Dios en tu alma. Sé totalmente honesto con Dios. Pronto descubrirás, como lo hice yo, cuánto tiempo has desperdiciado, cuántos deseos y gustos tontos te han paralizado y caerás sobre tu rostro delante de un Dios santo, confesando la frialdad y el vacío en tu corazón.
Si haces esto con un corazón honesto, comenzarás a agradecer a Dios por haber aguijoneado tu conciencia y por haberte movido a correr una carrera diferente.
Santos de Dios, muy pronto nuestro Señor vendrá de las nubes en gloria para llevarse a Su novia, una novia sin mancha ni arruga. Una novia purificada de codicia, orgullo y ambición humana.
¿Deberíamos gastar nuestras horas finales en la Tierra poniendo dinero en sacos rotos? ¡No, gracias! Yo sólo estoy de paso. Ya no quiero que más raíces me retengan. Gracias a Dios por las cosas buenas que me ha dado, mi familia, una linda casa, una movilidad moderna, pero ahora, cada día, preparo mi corazón para apartarse de todo ¡para poder ser abrazado por los brazos de mi Salvador! 



martes, 21 de mayo de 2013

ALEJANDRO, EL CALDERERO...

2 Tim. 4:14 Alejandro, el calderero, me hizo mucho daño...

¿Ha tenido su Alejandro calderero, querido pastor? Pablo lo tuvo. Yo los he tenido. Y sin duda usted también...

Son parte del paquete. No hay congregación que no lo tenga. O los tenga. Porque a veces hay más de dos o tres. No se preocupe, todos los hemos tenido...

Por eso Pablo le cuenta su dolor  a su discípulo Timoteo.

¡Ah! y le hace una advertencia... "15 Tú también cuídate de él"

Los caldereros son los que se oponen a sus sueños. Son los que insinúan que usted se está gastando el dinero de la Iglesia en asuntos personales, cuando ellos ignoran que a veces usted ha dejado sin pan la mesa de sus hijos por cancelar el recibo de la luz de la congregación  Porque para usted, si es un verdadero pastor, es más importante que la Iglesia tenga luz para el equipo de sonido que sus hijos tengan pan. ¿Cierto? Esto es cuestionable pero es algo que no podemos evitar... El llamado a servir a nuestro Señor es tan grande y poderoso que no podemos evitar caer en estas situaciones...

Pero los Alejandro caldereros no entienden esto. Ellos nos ven vistiendo ropas elegantes aunque el traje sea prestado. Y critican...

Nos ven llegando en camionetas elegantes, pero no saben que es del primo que la presta cada domingo. Pero ya levantaron el chisme...

Ven a nuestros hijos estudiando en colegios privados y dicen que estamos robando... No saben que nuestros hijos han alcanzado alguna beca... pero ya inyectaron su veneno.

Ven a nuestras esposas luciendo elegantes y dicen que son presumidas... No saben que es ropa de segunda.  Pero el daño ya lo hicieron...

Pablo está triste por ese tipo de "hermanos" que nos llegan vaya usted a saber de donde. Jesùs tuvo su calderero también.  Caminó con Èl el tiempo que estuvo en la tierra. Oraba con Èl. Comía con Èl.  Se tomaba de su mano al orar por los alimentos. Le ayudaba a bajar de las barcas cuando llegaban a la orilla. Era muy atento. Educado, podríamos decir. Nunca se le oyó hablar ni una mala palabra...

Hasta que le llegó el momento de manifestarse. Lo vendió  Treinta monedas fueron suficientes para que Judas mostrara lo que había en su corazòn con respecto a su pastor...

No tema, querido pastor. Usted y yo tenemos un precio para los caldereros que rondan nuestras congregaciones. Solo estemos listos para advertirles a otros que estén listos para cuando aparezcan...

lunes, 20 de mayo de 2013

EL MAR...

Querido pastor...

Hoy  es   lunes y seguramente, como muchos pastores en este mismo dìa se estarán preguntando què harán para que llegue la provisión de pan a sus mesas... Ayer Domingo estuvimos de fiesta. Iglesia llena, música que nos transportaba al cielo, mensajes inspiradores, apretones de mano y promesas dominicales de "pastor, siempre estaré a su lado".  Pero hoy es lunes. Y esas promesas no se cumplen. Los apretones de mano ya no están  Las sonrisas se esfumaron. Hemos vuelto a la vida...Porque no siempre estamos en el nivel de fe que predicamos o queremos estar. Como Elìas despuès de la matanza de los profetas falsos. Como Josué despuès de la muerte de Moisés  Como Pedro despuès de negar a su maestro... No hay ninguna diferencia entre ellos y nosotros.

Los mismos siervos. Los mismos problemas. Las mismas historias... Y el mismo Dios. Compasivo. Paciente. Tolerante. Perdonador.

Hace años escuché a un rabino enseñar que el mar tiene mucho que enseñarnos con respecto al mundo espiritual... El mar es todo un sistema de valores, vida, muerte y resurrección  Están los peces que viven en la oscuridad, otros que viven más arriba, están los corales, esos ecosistemas que alimentan a los que viven en su entorno. Cuando alguien bucea en el mar encuentra un mundo totalmente diferente al nuestro. Es un mundo de belleza, inspiración  silencio y asombrosamente bello... ¿Como es posible que haya vida debajo de esa inmensidad de agua? Se preguntan los biòlogos...

Y esa es la enseñanza que quiero compartir con usted hoy... Èl está allí. Sì, allí en sus dudas, en sus problemas, en sus preguntas, en sus ¿por què?...

Y, como el fondo marino, el hecho que usted no lo vea, no significa que no exista. El hecho que usted nunca haya buceado y visto ese mundo subacuático no significa que no sea real. Sì lo es. Y muy real... De esa misma manera, el hecho que usted no vea a Dios no significa que no sea real. Sì lo es. Se lo garantizo.

Por eso es necesario recordar. Si no ha llegado el pan de su mesa... recuerde la historia. Jesùs multiplicó cinco y le dio de comer a una multitud. Si aún no ha llegado la sanidad de su esposa, recuerde a la hija de Jairo. Si se está hundiendo en la desesperación y el desánimo  recuerde a Elìas en Querit. Solo recuerde. Ellos, como usted, también hicieron el esfuerzo de recordar que aunque no lo veían en ese momento, no significaba que su Dios no existiera.

Ya lo dijo Job: Aunque me mates, cada pedazo de este cuerpo esperará en ti. Y estos ojos te verán...

Así que si su lunes se està presentando negro, recuerde que el mar tambièn, en la superficie a veces se ve negro... pero debajo hay un mundo tan azul y diàfano como lo es la Presencia Bendita de nuestro Dios...

Feliz semana entonces... Y que el próximo domingo usted dè testimonio de lo que le enseño el mar...

sábado, 18 de mayo de 2013

¿Y LA ESPOSA...?

La vida da tumbos, querido pastor. La vida da tumbos...

Alguien dijo que la vida es una ruleta. Nos juega pasadas que no nos esperamos. Especialmente a los pastores... Hoy estamos contentos porque la gente nos acepta. Mañana estaremos tristes porque esas mismas personas se van sin decir adios. Nos dejan con más preguntas que respuestas. Hay que estar preparados para cualquier eventualidad. No nos confiemos.

Eso pasò con Jesùs. Un Domingo le tienden mantos, le presentan palmas y gritan que Èl es el Mesías prometido, al que estaban esperando con ansias para ser reconocido. Hubo fiesta y piñatas por todos lados... Pero una semana despuès, esa misma gente estaba pidiendo al gobernador que lo crucificara...

La vida de David es un ejemplo. Sufrió tanto. Lloró tanto. Clamó tanto... Y Dios le mostrò tanta misericordia que lo mantuvo en su silla real durante cuarenta años. Su historia está llena de sorpresas. Una vez se enamorò de quien no debía enamorarse y mató al esposo con tal de hacer uso de su privilegio de ser señor del reino que el Señor le había dado... Pero olvidó que hay un final para todos. Aunque sea el Rey David. No importa el tamaño. No importa la cantidad de fieles. No importa la dimensión del templo. No importa el carisma ni la experiencia con el oso y el león .. A todos nos llegará el momento de la verdad...

Primer libro de reyes capítulo uno... Nos encontramos con el triste final de un pastor muy amado en el cielo, pero también muy perseguido por el infierno. Como nos enseño alguien: Hay que vivir con la cabeza en el cielo pero los pies en la tierra. Y David olvidó eso. En su juventud èl dejó sin compañía  calor y amor a una mujer. Años despuès le llegó el cobro... Pero mejor dejemos que el pasaje antes mencionado nos lo cuente...

"1 El rey David era ya viejo, entrado en días, y lo cubrían de ropas pero no entraba en calor. 2 Entonces sus siervos le dijeron: Que se busque para mi señor el rey una doncella para que atienda al rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en tu seno y entrará en calor mi señor el rey".

Bonito gesto el de sus ayudantes, no cabe duda. Gente que se preocupaba por èl. Por cuidarlo y hacerlo sentir cómodo .. En su vejez no le faltaron personas que le honraran y le protegieran. Hombres fieles y valientes a toda prueba... Hermoso gesto. Pero...

¿Donde está la esposa en esos momentos de frío  ¿En donde está Betsabè, la amada, la favorita, por la que mató años antes? ¿Donde está la ùnica que debía compartir su lecho de anciano friolento? ¿Por què tuvieron que llevarle a una niña desconocida? ¿Què traumas y rencores habría en esa esposa hermosa que años antes le encendía el fuego de la pasiòn pero que ahora cuando realmente necesita el calor del fuego ya no está a su lado?

Son cosas para ponerse a pensar... ¿No cree pastor?

viernes, 10 de mayo de 2013

EL NUMERO DEL HOMBRE...

Pastor...

No se preocupe... no voy a escribir sobre el 666.

Voy a escribir sobre la importancia del hombre. La totalidad del hombre. Y aquí surge una pregunta muy importante... ¿Què es mejor: ser individual o pertenecer a un grupo?

Todos sabemos lo importante que se siente el hombre cuando logra cosas que nadie màs ha hecho. La individualidad ha llenado esta sociedad tanto, que cada uno trata de superar al otro. Eso es competencia. Y tristemente no se ve solo en los deportes sino aùn en los ministerios que Cristo nos ha confiado a nosotros sus ministros. La individualidad ha ganado terreno en la iglesia y sus conductores.

Unos presumen de sus logros académicos  Otros presumen de sus influencias políticas  Otros presumen de sus elegantes y grandiosos templos... "sus", "sus", "sus"... Porque Dios no fue eso lo que quiso para el hombre.

Dios ve al hombre como una totalidad. Como un grupo. Como una comunidad. No los ve aisladamente sino trabajando en equipo. Haciendo cosas juntos. Como el cuerpo dijo Pablo. Unos son ojo, otros pie y otros son mano... ¿Què es usted en el Cuerpo de Cristo? Usted no puede funcionar solo. Usted y yo somos parte del Cuerpo. Entendàmoslo de una sola vez.

Por eso es que usted encuentra en la Biblia algo que es tedioso de leer: Los censos. ¿Por què Dios se molestaba en querer hacer que los reyes y lìderes del pueblo de Israel levantaran censos? Porque nos está dando una lección  Israel es uno. Compuesto por doce tribus. Y éstas  a su vez, se componen de miles y miles de hombres... Lea bien. Miles de hombres. La totalidad de los hombres forman al hijo.  Un solo hijo, compuesto de miles de hombres... ¿Me hago entender?

Ahora hablemos de la Iglesia. Jesùs no vino por varias iglesias. Èl no vino a pagar el precio por varias esposas. Solo una. Compuesta por todas las congregaciones. Ese es el misterio escondido del que habla Pablo. La Iglesia como esposa del Cordero. Èl es el esposo, nosotros los amigos del esposo. Pero somos nosotros. No solo usted. Ni solo el de la megaiglesia. Ni el de la iglesia chiquitita. Tampoco el de la iglesia más grande de Corea... somos todos los que componemos el Cuerpo...

Así que hay mucha tela que cortar con respecto a los que se creen grandes... El miembro màs grande del cuerpo no son los brazos ni los pulmones ni el estòmago por muy voluminoso que se vea... La parte màs grande del cuerpo es la cabeza. Y... la Cabeza es Cristo. Èl es el Unico y más Grande...

Todos los demás somos parte del censo. Formamos el nùmero del hombre...La totalidad de todos...


miércoles, 8 de mayo de 2013

ES JESÙS, PASTOR, ES JESUS...

Necesitamos recordar algo...

Necesitamos no olvidar lo que sigue...

Necesitamos recordar que los primeros discípulos fueron hombres ordinarios llamados a una misiòn extraordinaria.

Antes de plasmar a los santos en los cristales de colores de nuestras catedrales, Pedro, Juan y todos los demás  eran simplemente personas comunes y corrientes tratando de ganarse la vida. Eran pescadores. Trabajaban de sol a sol. Como usted o como yo. Estaban afanados tratando de llevar el pan a sus casas. Sus esposas e hijos dependían de ellos y ellos dependían de su conocimiento de la pesca.  Ellos también  como nosotros, trataban de llevarse bien con la vida para que ésta los tratara bien a ellos.

Estos muchachos no eran graduados del seminario ni gigantes espirituales. No poseìan cualidades sobrehumanas. Lo más que podemos decir de ellos es que su devoción hacia Jesùs sobrepasaba, por un pelo, sus temores e inseguridades...

Como resultado, Dios los cambiò y los usò para lograr cosas inconcebibles.

Hicieron cosas que nunca se imaginaron que podrían hacer. No solo eran buenos pescadores, también se convirtieron en buenos pescadores de almas. Llegaron a conocer tan bien a su Maestro que al final, dieron su vida por Èl. Valía la pena entregarse en cuerpo y alma por un Hombre como Jesùs. Èl los había cambiado. Había roto sus paradigmas de cobardía y mediocridad para convertirlos en ejemplos de valor, de persistencia, de fe y de confianza en Èl y en sì mismos...

Un dìa los enviò en la barca al otro lado solo para enseñarles como se manejan las tormentas. Otro dìa los llevó a presenciar a un endemoniado para que observaran como se libera a un poseído  En otra ocasión los llevó a cenar a la casa de un fariseo para enseñarles cómo debe honrarse a la mujer. Y, lo que más me agrada, en una ocasión los llevó a unas bodas en Canà para enseñarles cómo disfrutar la vida. Èl no quería santos de monasterio ni santos de vitrina sino santos de carne y hueso, que sepan reír  que sepan alegrarse, que conozcan la manera en que los santos disfrutan las cosas buenas de la vida...

Entonces, mi querido pastor, ¿Por què Dios no podría hacer, o no haría  lo mismo dentro y a través de usted y de mì? Si Èl fue tan poderoso para sacar los diamantes de esos carbones... ¿No cree que puede hacer lo mismo con nosotros?

Así que no se desanime. Jesùs todavìa està cambiando varones para convertirlos en hombres... Usted y yo podemos ser parte de ellos... Es Jesùs, pastor, es Jesùs. No somos nosotros...


sábado, 4 de mayo de 2013

HEME AQUÌ, SEÑOR... YO IRÈ...

Consiervo querido:

Antes de seguir, quiero darle las gracias a un lector de mis blogs. El hermano "Rescatado" (así firma sus comentarios). Me inspira para seguir buscando què escribir para ayudar en algo a la reconstrucción del Reino de Dios en El Salvador... Gracias otra vez...

Hace años tuve en mi corazòn hacer una oración allà en mi Guatemala cuando estaba deseando servir al Señor en otro nivel... Mi oración era esta: "Señor, si buscas a alguien a quien enviar para llevar tu Palabra, aquí estoy. Envìame a mì" Durante catorce años, dìa tras dìa esa fue mi plegaria. Hasta que un dìa fue respondida... Y aquí estamos con mi esposa. Ella no lo pidió  pero me siguió  Cuando ya veníamos en el camino a este precioso paìs, ella oró por su cuenta: "Si tú vas a usar a Carlos, tienes que tener algo para mì también .." Y su oración fue respondida cuando en el Canal 25 el Señor le dio la visiòn del Ministerio Ana... ministerio que hasta el dìa de hoy, despuès de veinte años, sigue tan vivo y vibrante como al principio... 

Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? - Lucas 12:42

Con frecuencia alabamos a Dios por su fidelidad. Estamos agradecidos de que siempre podemos contar con que Él esté a nuestro favor. Pero rara vez consideramos el hecho de que Él necesita también que seamos fieles.

Es cierto. Dios necesita gente con la que pueda contar. Él necesita administradores fieles y sabios a los que pueda confiar su casa. En esta hora final, Dios necesita administradores fieles para poder manifestarse más ampliamente en la tierra.

Desde la creación, cuando le dio al hombre dominio sobre la tierra, Él ha necesitado gente que trabaje con Él para que su voluntad sea hecha aquí en la tierra. Usted puede ver eso en toda la Biblia. Cuando los hijos de Israel estaban en cautiverio en Egipto y Él quería sacarlos, buscó a un hombre, Moisés, para que hiciera el trabajo. La responsabilidad de Moisés fue extender la mano y mandar que la voluntad de Dios fuese hecha en la tierra.

¿Por qué escogió a Moisés? Porque necesitaba a alguien que fuera fiel y se atreviera a actuar conforme a su Palabra. Necesitaba a alguien con quien pudiera contar, y Él sabía que Moisés era esa clase de hombre. El Salmo 103:7 dice: "Dio a conocer sus caminos a Moisés; reveló sus obras al pueblo de Israel". Si Moisés no hubiese sido fiel en conocer los caminos de Dios, el pueblo de Israel nunca habría visto las obras de Dios.

Dios le necesita a usted así como necesitó a Moisés. él necesita que usted sea fiel y esté atento a las cosas espirituales; necesita que sea alguien en quien Él pueda confiar, que conozca su Palabra y sea obediente a ella. Dios necesita que usted sea un administrador que extienda su mano como Moisés lo hizo, para que Él pueda hacer señales y prodigios entre la gente.

¿Será usted fiel? Es una decisión que solo usted podrá tomar, nadie podrá tomarla por usted. Ahora mismo, comprométase a ser un siervo fiel y prudente. Diga en su corazón y con su boca: "Dios, puedes contar conmigo". 

viernes, 3 de mayo de 2013

CUANDO LLEGA LA DECEPCION...

Querido pastor...


Aquí hay una verdad asombrosa relacionada con el sufrimiento de Cristo: “Cuando era maldecido, no replicaba con una maldición; padeciendo, no amenazaba” (1 Pedro 2:23).

¡Qué tremenda declaración!: “padeciendo, no amenazaba”. Ni una sola vez se defendió de los que le maltrataban. Él no castigó ni se vengó de nadie...

¡Qué distinto a nosotros! Nosotros amenazamos cuando el sufrimiento se vuelve insoportable, nos defendemos, constantemente protegemos nuestros derechos y reputación, y lo peor de todo, amenazamos a Dios. Es una cosa muy sutil, y la mayoría de nosotros no somos conscientes de lo que estamos haciendo. Cuando nuestras oraciones no son respondidas, cuando los problemas y desastres golpean  nuestras vidas, cuando parece que el Señor nos ha decepcionado y terminamos solos y heridos, nos alejamos de Dios. Descuidamos la oración y la lectura de la Biblia. Todavía le amamos, pero dejamos nuestro celo. Empezamos a distanciarnos y nuestra fe se apaga, se vuelve inactiva. Todas esas respuestas son amenazas contra el Señor. El espíritu se deprime y la carne se aumenta...

Cada vez que retrocedemos en la búsqueda del Señor con todo nuestro corazón, lo estamos amenazando. Es una manera sutil de decir: “Señor, hice lo mejor que pude y Tú me decepcionaste.”
El Señor tiene infinita paciencia con aquellos de nosotros que sufren. Espera con amor hasta que regresemos a Su tierno cuidado. Pero esto puede convertirse en una forma de vida, una amenaza a la fidelidad de Dios, si nos negamos a despertar y renovar nuestra fe y esperanza en Él. Algunos se desilusionan tanto, que ceden a sus deseos y pasiones. Se entregan a sus deseos porque la batalla parece tan imposible, que es su manera de decir: “¿De qué sirve? Le pido a Dios que me ayude, que me libre, pero la ayuda nunca llega. Todavía tengo esta cosa en mí, después de todas mis lágrimas y oraciones.”
Finalmente todo se reduce a esto: “Tengo el derecho de hacerlo, porque he sido herido profundamente.” Es una amenaza a Dios, una manera de vengarse de Él por no responder la oración a tiempo.

Cuàntos pastores se han quedado a medio camino llenos de amargura, cólera  desinterés y sobre todo, se han quedado secos. Pozos sin agua. Cisternas vacías que ya no pueden dar nada porque no les queda nada... Y ¿todo por què? Porque no pudieron perdonar. Porque no supieron como perdonar. Porque no quisieron hacerlo... Hoy más que nunca necesitamos tener presente lo que hizo nuestro Maestro... callar al insulto. Al tropiezo. A la intriga. Callar... Por eso Èl puede ayudarnos a vencer.

¡Amados, hay esperanza! ¡El Señor de los Ejércitos está con nosotros! Sólo Él es nuestro guardador, no dejará que sus hijos resbalen o caigan. Él nos sostiene en la palma de su mano.
Hagamos lo que Cristo hizo. Él “se encomendaba al que juzga justamente” (1 Pedro 2:23). "Encomendarse" es poner tu vida completamente en sus manos. Renunciar a tu lucha, dejar de tratar de lograr algo en tu propia fuerza, y encomendar el cuidado de tu cuerpo y alma al Señor de los Ejércitos!

Yo se que se puede... porque a mi medida, he estado allí  Y Èl no me ha dejado. Usted también puede tener esa vida abundante que Jesùs quiere y puede darle... No se defienda. Deje que Èl sea su Escudo...

miércoles, 1 de mayo de 2013

NUESTRO LINAJE...


Pastores:

Nuestro linaje tiene que ser cuidado por nosotros mismos.

En cuanto tengo la oportunidad de hablar ante los pastores que me invitan a darles alguna charla, insisto en que estamos en una posición muy diferente a la que está el resto del pueblo.  Mi pastor me enseño algo muy importante: El mismo pecado, pero diferentes pecadores. Una cosa es que peque algún miembro de la congregación pero otra muy diferente es que el mismo pecado lo cometa el pastor. Hay un abismo de diferencia. Por lo tanto, la demanda es proporcional...

Eso fue lo que sucedió en el desierto... Moisés está hablando con Dios en el Monte. Está recibiendo instrucciones para el pueblo. Se ha tardado más tiempo del que ellos esperaban. Y se les ocurrió la brillante idea de pedirle a Aaron que les hiciera el famoso becerro... Y Aaron tuvo también la brillante idea de hacerles caso.

¿Què fue lo que dijeron estas gentes en su corazòn realmente?

Los israelitas estaban diciendo: “Las cosas no están sucediendo como deberían. Estamos cansados de esta batalla, cansados de esperar en Dios, y ahora vamos a disfrutar. ¡Fuera con lo viejo! ¡Queremos una nueva libertad, un nuevo comienzo y lo queremos ahora!”  (Éxodo 32:25)  


Los israelitas se desnudaron. Abandonaron todo pudor cuando se pusieron a danzar ante el becerro... Dejaron por un lado su linaje y se dieron al desenfreno. Se desnudaron de su abolengo... Desnudez en la Biblia también tiene que ver con no tener escudo para la batalla. Todo hombre que no tenía su escudo se consideraba desnudo. Estos israelitas estaban literalmente desnudos: desvestidos y bailando ante el becerro de oro, incluso habían depuesto también su armadura.

¿Puede usted imaginar a sus enemigos, los amalecitas, mirando esta escena salvaje desde las montañas aledañas? Los amalecitas una vez temblaron apenas divisaron a Israel. Dios había puesto un terror en los corazones de ellos hacia Su pueblo, pero ahora veían a Israel quitarse su armadura y despojarse de sus prendas. Los amalecitas estaban burlándose y riéndose de ellos: “¡Mira, ellos son como nosotros! Su Dios no tiene poder, ellos no confían en Él. ¿Ves? Están desechando todas sus costumbres estrictas. Quieren lujuria, fiesta y juego al igual que el resto de nosotros. ¿Ves a ese cristiano tomando licor? ¿Lo ves pegándole a su esposa? ¿Ves a esa devota cristiana murmurando de su esposo? ¿Chismeando? ¿Ya viste a ese pastor adulterando? ¿Te das cuenta que aquel pastor no me pagò lo que le prestè?  ¡Vaya santidad! ¡Qué hipocresía!”

En ese solo acto de desenfreno, Israel menospreció a su Dios ante los ojos de los impíos. Hicieron que el Señor pareciera como despiadado, cruel, insensible, impotente. Ellos mancharon Su honor, Su majestad, Su omnipotencia. Dejaron de ser un ejemplo para el mundo.

Y eso es exactamente lo que hacemos cuando nos despojamos de nuestras vestimentas de fe y dejamos de lado nuestra confianza en Dios. ¡Sin confiar en Dios como un niño, el cristiano queda desnudo ante el mundo, expuesto a todas las dudas, temores e incredulidad!

Y, como le dijo la mamà al rey Lemuel: No es de reyes, Lemuel, no es de reyes...

Pienselo por un momento, querido amigo.