domingo, 9 de junio de 2013

AMIGOS...

¿Le cuento algo, pastor?
Ayer fui a Cojutepeque a visitar a mi amigo el Dr. Angel Torres quien està hospitalizado en un sanatorio de esa ciudad. Cuando lleguè, lo encontrè dormido, descansando despuès de un tratamiento en su piè... Lleva cuatro dìas internado...
Ademàs de pastor y capellàn, èl es uno de los patrocinadores de los desayunos de la PNC que por años se han llevado a cabo a traves del Ministerio Cristiano Policial de quien soy parte activa durante ya diez o màs años.  Entre lo que platicamos hubo algo que me llamò la atenciòn...
"No han venido a verme los que dicen que son mis amigos..." Con algo de tristeza en su voz pude palpar la necesidad de alguien que siempre ha estado listo a tender la mano de quienes le necesitan, pero que ahora que èl necesita que le visiten no estàn esas manos.
Triste. Verdaderamente triste. Aunque no es de extrañar porque generalmente es la tònica en los seres humanos. Pero no debiera ser asì en el Cuerpo de Cristo. En el Cuerpo debiera privar màs el pensar en otros que en nosotros mismos. Supuestamente debièramos ser imagen de Aquel que nos llamò a su Reino para mostrar sus virtudes. Pero no està sucediendo. Y yo me niego a ser parte de ese grupo. Mi lema es el Proverbio: El que dice que es amigo, debe mostrarse amigo...
La amistad verdadera es un regalo de Dios, Él nos dijo en la Biblia “no es bueno que el hombre esté solo”. Necesitamos comida para vivir, pero necesitamos amigos para que valga la pena estar vivos. Y los amigos, de acuerdo a Maimonides, tienen que demostrar su compromiso para ganarse este noble título.
A partir de las famosas palabras del libro Ética de Nuestros Padres, “Adquiere un amigo”, Maimónides explica que para que la amistad merezca ser llamada de esta manera, debe ser una experiencia tripartita. Un amigo debe ser, primero que nada, “un amigo para ayudar”. Debe ser alguien con el que puedas contar, preferentemente incluso sin pedir ayuda.
Lo siguiente es que debe ser “un amigo para conversar”. Los amigos deben sentirse libres para comunicar sus pensamientos más profundos, sin importar cuán fuera de lugar les parezcan a los demás.
Finalmente, un amigo debe ser “un amigo en perspectiva”. Debe haber una visión en común, objetivos y valores compartidos.
¿Difícil de encontrar? Por supuesto. Es por eso que los amigos reales escasean. Y es por eso que encuentro ofensivo cuando la palabra es utilizada tan descuidadamente.
Muchas veces, pero muchas, ha habido gente bien intencionada que me ha dicho que en cuanto necesite algo que les busque. Por favor, pastor, bùsqueme. Pero yo pienso que no puedo buscarlos. Si son mis amigos, ellos debieran venir a buscarme a ver si necesito algo. ¿Por què debo extender la mano en sùplica a una persona que dice que es mi amigo? No es orgullo, es comprensiòn de lo que significa la verdadera amistad. 
Jesùs es el Amigo por excelencia. Es el epìtome de la amistad verdadera. El lo dijo: El amigo da su vida por los amigos... Y nos dio el ejemplo. Sigamoslo entonces...
Manejar por una hora en medio del tràfico, estar al lado de mi amigo enfermo, hacer una pequeña oraciòn y darle la mano en señal de aliento fue todo lo que hice ayer... Pero las sonrisas que logrè sacar del fondo de su corazòn quebrantado dejaron un dejo de esperanza en mi corazòn de que valiò la pena haber hecho el viaje solo por eso: solo por hacerlo sonreìr...
Amigos. Son caros. Sobran los dedos de una mano cuando se cuentan. Hay que valorarlos. Son tan escasos que debemos cuidarlos. Estàn allì no para mi sino para que yo demuestre si verdaderamente soy amigo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario