Pongamos algo en claro desde el principio:
El amor de Dios no es como el amor de la gente...
Muchos pastores se rompen el corazòn queriendo agradar a Dios para no perder su amor. Trabajan duro llenando sus iglesias de gente a medida que se van quedando vacíos del amor de Dios. Evangelizan hasta el cansancio tratando de arrebatarle al infierno las almas pecadoras mientras sus almas se están quedando secas de calor y cariño...
Porque confundimos el amor de Dios con el amor de la gente. El amor de la gente aumenta o disminuye de acuerdo a lo que somos y hacemos...
Sea usted un pastor que visita a todas sus ovejas una vez por mes y lo amarán
Dèjelas de visitar y le juzgarán y condenarán...
Deles dinero para resolver sus problemas de facturas y usted serà su héroe.
Ya no les de dinero y usted serà rechazado por tacaño...
Visite a la mamita de alguna de sus ovejas en el hospital y se sentirán orgullosos de usted.
No haga esa famosa visita y usted serà calificado de mal pastor...
Así es la gente, querido hermano. Asì es el amor humano. Pero no es asì el amor de Dios. Dios nos ama tal como somos. No importa el tamaño de su congregaciòn. No importa lo que usted haga o deje de hacer. El amor de Dios es inalterable... ¿Acaso no es eso lo que usted enseña desde el pùlpito? Pero claro, una cosa es predicarlo y otra vivirlo. Especialmente cuando...
La esposa se enferma. Los recibos se acumulan. El hijo sale malcriado. La hija se va de casa. Las ofrendas disminuyen. Los gastos aumentan. La esposa pide más dinero. Y Dios no responde... Allí es donde entramos en confusión... ¿Què hace Dios que no responde a mis oraciones? ¿Debo orar más ¿Debo ayunar acaso? ¿Debo hacer vigilias? No. Debo creer y esperar...
Dios nos ama tal como somos, pero se rehusa a dejarnos como estamos. Recuerde: El no es como un padre humano. El es especial. El no quiere que nos quedemos así como estamos. Quiere mejorarnos. Quiere cambiar el cobre por el oro. Y si para eso es necesario el yunque no dude que lo usará Así seamos los mejores predicadores del mundo. La obra que El empezó dice la Escritura, también la terminará Muy bien. La Salvación ya está. Ahora viene la perfección... Aquí está el dolor.
Por eso, la próxima vez que se sienta como "abandonado" por Dios, no le crea esa mentira al Diablo. El está bien cerca de usted para saber què piensa, cómo piensa y què espera...
Recuerde querido pastor: Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna cosa creada nos podrá separar del Amor de Dios que es en Cristo Jesùs...
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