Un mundo sin tìtulos serìa un mundo desordenado. Nadie sabrìa dirigirse correctamente hacia nadie. Necesitamos conocer quièn es quien para poder cumplir con los protocolos de educación, honra y honor que se deben a quien las merece... Cualquiera que sea su posición en la vida o en nuestro entorno...
Por ejemplo: Si no existiera el tìtulo "mamà", ¿còmo se dirigirìa un hijo hacia su progenitora? ¿Con què palabra de respeto le hablaría o la definiría? Si no existiera el tìtulo "papà" serìa un caos para un hijo hablar con su progenitor tambièn.
Por eso los tìtulos son necesarios. Olvidarlos o hacer un mal uso de ellos nos traeràn consecuencias dolorosas y vergonzosas en el futuro. Nunca olvidemos, entonces, con quièn estamos hablando... Especialmente los pastores.
Hay un sìndrome pastoral que hace que muchos pastores maleducadamente se dirijan a otros con sobrenombres y epìtetos que les faltan el respeto. Creo que ya es tiempo de empezar a cambiar esto, no solo para bien de la sociedad sino de la misma iglesia de Cristo... Si es que es de Cristo...
Judas, la famosa noche de su traiciòn, fue al bosque con un grupo de guardias para cumplir su ambición. Vendiò a su Maestro. Todos conocemos la historia... Pero hay algo interesante en este punto que a veces no vemos. Pero los eruditos nos ayudan a entender lo que hay escondido allí. Y està en el tìtulo que Judas utilizò para entregar a Jesùs...
Su saludo fue: "Maestro, maestro..." y le besò.
¿Porquè usò el tìtulo "maestro" y no el de Señor? Aquì tenemos el porquè para Judas fue fàcil venderlo y sacar provecho de su amistad con Jesùs. Si usted lee los evangelios cuidadosamente verà que sus discìpulos nunca le llamaron por su nombre Jesùs. Siempre se refirieron a Èl como "Señor". Los fariseos y otros le llamaron "maestro" pero nunca sus discípulos... Entonces vemos que para Judas, Jesùs nunca fue su Señor. Siempre lo vio como un rabino, como un maestro, como alguien que enseña cosas interesantes, como alguien a quien hay que escuchar porque sabe hablar o expresarse... Pero en su corazòn nunca lo puso como su Señor... Al igual que hoy: muchos tienen a Jesùs como El Salvador de sus vidas, pero no como el Señor de sus vidas. Por eso pregunta en Malaquìas: Si soy Señor, ¿donde està mi honra?...
Judas utilizò el tìtulo "maestro" para hacer saber que Jesùs no era el Señor en su vida, solo el maestro de moda. Venderlo, en consecuencia fue lo màs fácil. No le unìa a Jesùs màs que lo que valìa una platica...
Asì tenemos muchas personas a las que ha sido tan fàcil abandonarnos cuando creìmos que èramos sus pastores. No debe sorprendernos que han habido personas que han caminado con nosotros un buen trecho en el ministerio, acompañàndonos en la Iglesia y siendo parte de nuestro grupo a veces intimo... Pero cuando viene la crisis, cuando viene la nube negra del desacuerdo sale a flote lo que verdaderamente hay en sus corazones... Y aparece el verdadero tìtulo que hemos tenido en sus corazones... Somos el "chero", el "maitro", el "don" o el "hermano..." pero no somos el "pastor"... ¿Que nos extraña entonces si se lo hicieron a Jesùs? ¿Como llama usted a sus compañeros de ministerio entonces...?
Jesùs dijo en una ocasión: "Vosotros me llamaìs Señor y Maestro y teneìs razòn porque lo soy..."
martes, 8 de abril de 2014
jueves, 27 de marzo de 2014
EL "YO SOY..."
Estamos presenciando la apostasìa de grandes hombres que fueron favorecidos por Dios para presentar su Mensaje de Salvaciòn, Santidad y prosperidad...
Algo està pasando entre los pastores a nivel mundial. Se està perdiendo la pureza de la Palabra que antes predicaban por entrar en contubernio con lìderes tambièn mundiales que no se que les estàn ofreciendo para apostatar de la Verdad.
Debemos poner nuestras barbas en remojo. No sea que tambièn nosotros seamos tentados por los negocios del mundo para alejarnos de nuestro llamamiento celestial, un llamado a servir al Señor de señores y Rey de reyes. Hoy màs que nunca debemos tener comuniòn ìntima con el Espìritu Santo quien es quien nos guìa a la Verdad que es Jesucristo...
Juan el Bautista fue interrogado varias veces acerca de su función en el mundo. La pregunta tentadora que le hicieron fue: "¿Eres tù el Mesìas? Esta pregunta implicaba grandes cosas. Primera: Juan tenìa un perfil que lo hacìà candidato a parecer el Ungido de Dios. Su mensaje era contundente. Su forma de vida era impresionante. Su vocabulario era inconfundiblemente profètico. Su valor y arrojo para hablarle a los ricos y poderosos de su tiempo era retador... Solo faltaba que èl confirmara si era o no el Mesìas esperado por el pueblo de Israel.
Sin embargo su respuesta fue: "No. Yo no soy. Yo solamente soy la voz que clama en el desierto..." Años después confirmò su respuesta cuando Jesùs aparece en escena. "Èl es -dijo- sìganlo a Èl..."
Hubo otro que tambièn tenìa un alto perfil. Era cuidador de los tesoros de Dios. El encargado de la alabanza en el Cielo. Era uno del grupo ìntimo de Dios y su hombre de confianza... Èl tambièn indudablemente escuchò la misma pregunta. No se la hicieron ni los judìos ni los romanos. Se la hizo èl mismo. "¿Por què no puedo ser como el Altìsimo? ¿Què me falta para ser como Èl?" y despuès quizà de mucha meditaciòn tomò una decisión y declarò lo que serìa su epitafio final: "Yo sèrè como Dios, me sentarè en el Trono y me harè semejante al Altìsimo..."
Quiso ser "El Gran Yo Soy". Y el "Gran Yo Soy" solo es Uno. Ya lo dice el Shemà: "Oye Israel, Jehovà Uno es".
Creo que eso es lo que estàn escuchando muchos ministros que antes fueron ìntimos amigos de Dios y ahora se estàn yendo por el camino equivocado. Mucho conocimiento. Muchos tìtulos. Muchos diplomas. Muchos aplausos. Muchos hoteles de cinco estrellas. Muchas membresìas para jugar al golf con los ricos de la colonia. Al igual que Salomòn: mucho dinero, muchos caballos y muchas mujeres...
Pastores: Cuidado. Estamos en los tiempos en que los ofrecimientos de los poderosos de este mundo estàn buscando a los pastores genuinos para avergonzar el Reino de Dios y poder exclamar: "Otro que se une a la unidad mundial de iglesias..." No es por allì, caballeros, no es por allí...
Algo està pasando entre los pastores a nivel mundial. Se està perdiendo la pureza de la Palabra que antes predicaban por entrar en contubernio con lìderes tambièn mundiales que no se que les estàn ofreciendo para apostatar de la Verdad.
Debemos poner nuestras barbas en remojo. No sea que tambièn nosotros seamos tentados por los negocios del mundo para alejarnos de nuestro llamamiento celestial, un llamado a servir al Señor de señores y Rey de reyes. Hoy màs que nunca debemos tener comuniòn ìntima con el Espìritu Santo quien es quien nos guìa a la Verdad que es Jesucristo...
Juan el Bautista fue interrogado varias veces acerca de su función en el mundo. La pregunta tentadora que le hicieron fue: "¿Eres tù el Mesìas? Esta pregunta implicaba grandes cosas. Primera: Juan tenìa un perfil que lo hacìà candidato a parecer el Ungido de Dios. Su mensaje era contundente. Su forma de vida era impresionante. Su vocabulario era inconfundiblemente profètico. Su valor y arrojo para hablarle a los ricos y poderosos de su tiempo era retador... Solo faltaba que èl confirmara si era o no el Mesìas esperado por el pueblo de Israel.
Sin embargo su respuesta fue: "No. Yo no soy. Yo solamente soy la voz que clama en el desierto..." Años después confirmò su respuesta cuando Jesùs aparece en escena. "Èl es -dijo- sìganlo a Èl..."
Hubo otro que tambièn tenìa un alto perfil. Era cuidador de los tesoros de Dios. El encargado de la alabanza en el Cielo. Era uno del grupo ìntimo de Dios y su hombre de confianza... Èl tambièn indudablemente escuchò la misma pregunta. No se la hicieron ni los judìos ni los romanos. Se la hizo èl mismo. "¿Por què no puedo ser como el Altìsimo? ¿Què me falta para ser como Èl?" y despuès quizà de mucha meditaciòn tomò una decisión y declarò lo que serìa su epitafio final: "Yo sèrè como Dios, me sentarè en el Trono y me harè semejante al Altìsimo..."
Quiso ser "El Gran Yo Soy". Y el "Gran Yo Soy" solo es Uno. Ya lo dice el Shemà: "Oye Israel, Jehovà Uno es".
Creo que eso es lo que estàn escuchando muchos ministros que antes fueron ìntimos amigos de Dios y ahora se estàn yendo por el camino equivocado. Mucho conocimiento. Muchos tìtulos. Muchos diplomas. Muchos aplausos. Muchos hoteles de cinco estrellas. Muchas membresìas para jugar al golf con los ricos de la colonia. Al igual que Salomòn: mucho dinero, muchos caballos y muchas mujeres...
Pastores: Cuidado. Estamos en los tiempos en que los ofrecimientos de los poderosos de este mundo estàn buscando a los pastores genuinos para avergonzar el Reino de Dios y poder exclamar: "Otro que se une a la unidad mundial de iglesias..." No es por allì, caballeros, no es por allí...
lunes, 10 de febrero de 2014
LOS MANDAMIENTOS...
Si en algo està fallando la Iglesia el dìa de hoy es que ya no se enseñan los mandamientos que dejò el Señor.
Se enseñan los mandamientos del pastor, de la organizaciòn, del joven a cargo del grupo, de los estatutos... menos los de Dios. Al igual que en el antiguo pacto, hoy tambièn se han quebrado las Tablas de la Ley para hacer otras nuevas.
La Iglesia està en retroceso.
Lea, pastor, lo que exige el Maestro: "Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos" Mat. 5:19.
Los pastores quieren ser grandes. Grandes en templo. Grandes ante las autoridades. Grandes en nombre. Grandes en poder económico. Grandes en bienes materiales... Pero no quieren ser grandes segùn Dios. Los parámetros que siguen son humanos no divinos.
Por eso ya no se enseñan los mandamientos de la Ley de Dios. Les da miedo la sola mención de la palabra "Ley". Prefieren ser demócratas en un Reino que tiene Rey. Tiene Rey y leyes. No hay mandamientos para los ricos y mandamientos para los pobres. No hay mandamientos para los amigos ni para el pastor y mandamientos para el resto del pueblo. No señor. Los mandamientos todos tienen el mismo valor y el mismo lugar. No son nuestros, son de Dios y Èl ordena que se enseñen como Èl dice, no como nosotros queremos...
Este es el pecado en que ha caído la Iglesia. Sus lìderes han olvidado enseñar lo que deben enseñar y se han dedicado a "ponerse al dìa", se han dedicado a "actulizarse" y por eso han obviado enseñar lo que deben por enseñar lo que quieren. Jesùs lo dice. Llevaremos muchas sorpresas de pastores que fueron "grandes" en la tierra por mucho tiempo pero en el Cielo seràn vistos como muy pequeños. Empequeñecieron la Palabra de Dios y la consecuencia serà que cuando entreguen cuentas seràn tenidos por menos... Doloroso pero asì lo enseña la Biblia. Por lo menos la que yo leo todos los dìas.
Por eso es que hoy tenemos tantos artistas en los púlpitos. Tenemos actos de niños, actos para el dìa de la madre, para el dìa del pastor, para el dìa de la canasta básica... menos el Dìa del Señor. Le hemos robado el espacio al Espìritu Santo y lo hemos ocupado para enseñar que todo està bien. Que poco a poco el Señor te irà limpiando, hermano, de tus pecados. Que si ya aceptaste a Jesùs, vas directo al Cielo. No te preocupes. Poco a poco le iràs pegando menos a tu esposa. No te preocupes, hermana, poco a poco se te irà quitando ese mal caràcter y esas palabrotas que les dices a tus hijos. No te condenes, el Señor te ama y eso es suficiente...
Pero ya no se le dice a la gente que no adultere. Que no robe. Que no mienta. Que pague sus deudas. Que pague sus recibos de luz, que no viva de prestado. Que diezme... ¡Uyyy! eso ya ni se toca en los cultos a Dios... Cada uno cuando "sienta" diezmará, pastor Berges.
Sè que esto no es agradable de leer. Especialmente para aquellos que no se ocupan en enseñar lo que dijo Jesùs: "Enseñenles todo lo que yo les he enseñado..." Aunque caigan mal, muchachos...
Se enseñan los mandamientos del pastor, de la organizaciòn, del joven a cargo del grupo, de los estatutos... menos los de Dios. Al igual que en el antiguo pacto, hoy tambièn se han quebrado las Tablas de la Ley para hacer otras nuevas.
La Iglesia està en retroceso.
Lea, pastor, lo que exige el Maestro: "Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos" Mat. 5:19.
Los pastores quieren ser grandes. Grandes en templo. Grandes ante las autoridades. Grandes en nombre. Grandes en poder económico. Grandes en bienes materiales... Pero no quieren ser grandes segùn Dios. Los parámetros que siguen son humanos no divinos.
Por eso ya no se enseñan los mandamientos de la Ley de Dios. Les da miedo la sola mención de la palabra "Ley". Prefieren ser demócratas en un Reino que tiene Rey. Tiene Rey y leyes. No hay mandamientos para los ricos y mandamientos para los pobres. No hay mandamientos para los amigos ni para el pastor y mandamientos para el resto del pueblo. No señor. Los mandamientos todos tienen el mismo valor y el mismo lugar. No son nuestros, son de Dios y Èl ordena que se enseñen como Èl dice, no como nosotros queremos...
Este es el pecado en que ha caído la Iglesia. Sus lìderes han olvidado enseñar lo que deben enseñar y se han dedicado a "ponerse al dìa", se han dedicado a "actulizarse" y por eso han obviado enseñar lo que deben por enseñar lo que quieren. Jesùs lo dice. Llevaremos muchas sorpresas de pastores que fueron "grandes" en la tierra por mucho tiempo pero en el Cielo seràn vistos como muy pequeños. Empequeñecieron la Palabra de Dios y la consecuencia serà que cuando entreguen cuentas seràn tenidos por menos... Doloroso pero asì lo enseña la Biblia. Por lo menos la que yo leo todos los dìas.
Por eso es que hoy tenemos tantos artistas en los púlpitos. Tenemos actos de niños, actos para el dìa de la madre, para el dìa del pastor, para el dìa de la canasta básica... menos el Dìa del Señor. Le hemos robado el espacio al Espìritu Santo y lo hemos ocupado para enseñar que todo està bien. Que poco a poco el Señor te irà limpiando, hermano, de tus pecados. Que si ya aceptaste a Jesùs, vas directo al Cielo. No te preocupes. Poco a poco le iràs pegando menos a tu esposa. No te preocupes, hermana, poco a poco se te irà quitando ese mal caràcter y esas palabrotas que les dices a tus hijos. No te condenes, el Señor te ama y eso es suficiente...
Pero ya no se le dice a la gente que no adultere. Que no robe. Que no mienta. Que pague sus deudas. Que pague sus recibos de luz, que no viva de prestado. Que diezme... ¡Uyyy! eso ya ni se toca en los cultos a Dios... Cada uno cuando "sienta" diezmará, pastor Berges.
Sè que esto no es agradable de leer. Especialmente para aquellos que no se ocupan en enseñar lo que dijo Jesùs: "Enseñenles todo lo que yo les he enseñado..." Aunque caigan mal, muchachos...
sábado, 8 de febrero de 2014
HAGAN DISCiPULOS...
"Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." Mateo 28:19-20
... Y la iglesia hizo todo lo contrario... Se ha dedicado a ganar almas. A llenar templos. A ocuparse de motivar a las personas no a ser santas sino a ser ricos. A ser famosos. Incluso hay pastores que motivan a sus ministros o directores de alabanza a que participen en los famosos shows "Cantando por un sueño" y se olvidan que el talento que tienen para el canto es de Dios, para Dios y por Dios...
Làstima. Se han perdido un montòn de futuros profetas musicales. Se han perdido mujeres que pudieron ser instrumentos del Espìritu Santo para ministrar en los altares del Señor por estar luciendo sus voces y sus cuerpos en los altares del mundo...
Duro pero cierto. No lo podemos negar. Es la iglesia contemporánea. Son los lìderes actuales. Son los que ya no predican santidad. Ni consagración. Mucho menos hacen discìpulos. Con que hagan la oraciòn inicial y mencionen el Nombre de Jesùs es suficiente. Que se sienten a reirse de sus chistes, que concursen y que ganen viajes al exterior... En el "Nombre del Señor..."
Eso no fue lo que nos ordenò el Maestro, pastores. Èl no nos dejò dicho que formáramos cantantes. Ni actores. Ni presentadoras de televisiòn. Mucho menos reinas de belleza. Tampoco grupos de mùsica de rock alternativo. No señores. Su òrden fue: "Hagan discìpulos" y nos dio el ejemplo...
El verdadero sentido de la instrucción es: Mientras van por el camino. Mientras trabajan. Mientras predican. Mientras viven. Mientras comen. Mientras viven sus matrimonios. "Vayan", dijo. Todo pùblico. Todo a la vista. Todo como ejemplo para hacer discìpulos...
El ùnico momento que Jesùs tenìa privado era su oraciòn íntima con el Padre. Por lo demàs, todo era pùblico. Para que sus amigos lo vieran actuar. Sanar. Discutir. Enseñar. Comer y dormir. Eso es el discipulado. No es una casa de oraciòn. No es un instituto bìblico. No es una beca al extranjero para que regresen con un tìtulo bajo el brazo y el corazòn lleno de adulterio, fornicaciòn, borracheras y malas palabras en sus labios...
Hacer discìpulos exige que el maestro se desnude delante de ellos. Que lo vean en sus momentos tristes y alegres. Que lo vean como maneja el enojo. Como maneja sus pasiones. Como vence al pecado. Hacer discìpulos es llevarlos con èl a donde quiera que vaya. Incluso en sus momentos de descanso el maestro debe enseñarles como disfruta sanamente de los placeres de la vida...
En una ocasiòn unas personas le preguntaron a Jesùs: "¿Donde vives" Y Jesùs les respondiò: "Vengan y vean..." No les dio su direcciòn electrónica. Ni su direcciòn postal. Tampoco les dijo "cerca de aquì". No. Jesùs les dijo "vengan y vean". No hay nada oculto. No hay agendas dobles. No hay nada que ustedes no puedan ver de Mi...
"Vayan y hagan discìpulos y enseñenles todo lo que Yo les he enseñado"... Un compromiso que muchos pastores no han cumplido en ningùn momento. Han enseñado lo que ellos creen que deben enseñar y no lo que dijo Jesùs... Por eso estamos como estamos...
... Y la iglesia hizo todo lo contrario... Se ha dedicado a ganar almas. A llenar templos. A ocuparse de motivar a las personas no a ser santas sino a ser ricos. A ser famosos. Incluso hay pastores que motivan a sus ministros o directores de alabanza a que participen en los famosos shows "Cantando por un sueño" y se olvidan que el talento que tienen para el canto es de Dios, para Dios y por Dios...
Làstima. Se han perdido un montòn de futuros profetas musicales. Se han perdido mujeres que pudieron ser instrumentos del Espìritu Santo para ministrar en los altares del Señor por estar luciendo sus voces y sus cuerpos en los altares del mundo...
Duro pero cierto. No lo podemos negar. Es la iglesia contemporánea. Son los lìderes actuales. Son los que ya no predican santidad. Ni consagración. Mucho menos hacen discìpulos. Con que hagan la oraciòn inicial y mencionen el Nombre de Jesùs es suficiente. Que se sienten a reirse de sus chistes, que concursen y que ganen viajes al exterior... En el "Nombre del Señor..."
Eso no fue lo que nos ordenò el Maestro, pastores. Èl no nos dejò dicho que formáramos cantantes. Ni actores. Ni presentadoras de televisiòn. Mucho menos reinas de belleza. Tampoco grupos de mùsica de rock alternativo. No señores. Su òrden fue: "Hagan discìpulos" y nos dio el ejemplo...
El verdadero sentido de la instrucción es: Mientras van por el camino. Mientras trabajan. Mientras predican. Mientras viven. Mientras comen. Mientras viven sus matrimonios. "Vayan", dijo. Todo pùblico. Todo a la vista. Todo como ejemplo para hacer discìpulos...
El ùnico momento que Jesùs tenìa privado era su oraciòn íntima con el Padre. Por lo demàs, todo era pùblico. Para que sus amigos lo vieran actuar. Sanar. Discutir. Enseñar. Comer y dormir. Eso es el discipulado. No es una casa de oraciòn. No es un instituto bìblico. No es una beca al extranjero para que regresen con un tìtulo bajo el brazo y el corazòn lleno de adulterio, fornicaciòn, borracheras y malas palabras en sus labios...
Hacer discìpulos exige que el maestro se desnude delante de ellos. Que lo vean en sus momentos tristes y alegres. Que lo vean como maneja el enojo. Como maneja sus pasiones. Como vence al pecado. Hacer discìpulos es llevarlos con èl a donde quiera que vaya. Incluso en sus momentos de descanso el maestro debe enseñarles como disfruta sanamente de los placeres de la vida...
En una ocasiòn unas personas le preguntaron a Jesùs: "¿Donde vives" Y Jesùs les respondiò: "Vengan y vean..." No les dio su direcciòn electrónica. Ni su direcciòn postal. Tampoco les dijo "cerca de aquì". No. Jesùs les dijo "vengan y vean". No hay nada oculto. No hay agendas dobles. No hay nada que ustedes no puedan ver de Mi...
"Vayan y hagan discìpulos y enseñenles todo lo que Yo les he enseñado"... Un compromiso que muchos pastores no han cumplido en ningùn momento. Han enseñado lo que ellos creen que deben enseñar y no lo que dijo Jesùs... Por eso estamos como estamos...
lunes, 27 de enero de 2014
LOS LEVITAS... Y LA PIMIENTA
¿Ya pensò en esto que va a leer, pastor?
La tribu de Levi tiene lecciones muy importante e interesantes de estudiar...
Fueron los únicos que no participaron del pecado del becerro de oro en el desierto. Estuvieron de parte de Moisès y Dios los premiò...
Cuando abusaron de Dina, fueron los que trataron de rescatarla y tomaron venganza del abuso que cometieron contra su hermana...
Cuando repartieron la Tierra prometida no tuvieron porciòn para ellos y ellos lo comprendieron...
Asì que ser levita tiene sus exigencias y sus ventajas. Los que creemos en la funciòn de las tribus de Israel repartidas hoy entre los ministros de Dios sabemos que ser levita es un papel designado por Dios para aquellos que desean servirlo a costa de cualquier precio. Y Dios busca ese tipo de ministros. Lamentablemente hoy se ha desprestigiado tanto el papel levìtico de los pastores que necesitan meterse a negocios con el mundo, como cualquier empresario, porque el Señor parece no ser su Provisiòn Natural... O no lo aceptan como tal. Quizà por un principio elemental: Quien paga manda...
Y muchos pastores no quieren estar sujetos a la Voluntad y Deseos del Señor. Prefieren ser sus propios jefes, no depender de un Patrón como el Señor sino ser ellos mismos sus patrones. No quieren aceptar que ser empleado del Señor tiene sus bemoles como cualquier patrón de la tierra, excepto ellos mismos.
A ningùn jefe terrenal le gusta que sus empleados sean insujetos. Exigen obediencia a sus horarios, instrucciones y òrdenes. Les gusta que se les rindan cuentas. Què hacen con su tiempo, con su dinero, con sus matrimonios y sus vidas privadas. Hoy por hoy, muchas empresas estàn contratando ejecutivos casados y con familia. Ya no quieren solteros que trasnochan durante la semana y se van de la lengua porque no tienen responsabilidades familiares. Son, muchos de ellos, irresponsables. En cambio un ejecutivo casado tiene cuidado de alguien màs y eso lo convierte en un empleado de confianza. Dios piensa lo mismo. El necesita empleados de confianza. Empleados a quien confiarle sus secretos divinos. "Abriré para tì mi buen tesoro, mi Palabra" dice la Biblia. Y eso es para nosotros los que hemos comprendido que el Señor quiere y desea darnos a conocer sus misterios escondidos... Pero eso exige un precio: Ser levita cien por ciento...
Bien. ¿Y què es ser levita hoy en dìa? Bueno, sencillo. Como en el Antiguo Pacto, ser levita es ser alguien apasionado para obedecer al Señor. Apartarnos del pecado. Fuera con los programa de TV que no dejan nada positivo. Fuera con los amigos que pecan descarada e hipócritamente. Fuera con los vicios del mundo. Apartarnos para èl, en una palabra. Ser levita es ser apasionado. Defender Su Palabra, defender Su Honor con una buena conducta. Ser diferente. Ser de llama encendida cuando se trata de poner Su Nombre en Alto... Y, por supuesto, ser humilde para aceptar sus dones. Que Èl sea nuestro sustento. "Yo seré su heredad" les dijo a los levitas. "Ustedes no tendràn tierra, Yo seré su tierra". Ese es el precio. Que Èl sea mi heredad. Que Èl sea mi sustento. No mi negocio, no el colegio que funciona en el templo, no el rico de la congregaciòn. No. Èl quiere ser mi sustentador...
Y por ùltimo: recibir los diezmos. No es el primer paso. Es el ùltimo. Ajà, pero ¿como? Aquì va la respuesta basado en el tìtulo de este artìculo: Sean como la pimienta. Rièguense en todas las tribus. Enseñen Mi Palabra. Enseñen lo que Yo les indique. La pimienta en el frasco no tiene ninguna funciòn, pero cuando se riega entre los ingredientes de la ensalada produce un aroma y un sabor únicos... Por eso fue que El Señor dijo: "Entre las tribus tendràn una porciòn de tierra" Para que sean la pimienta de ese lugar. Jesùs lo dijo de otra manera: Sean la sal de la tierra... Interesante, ¿no cree?
La tribu de Levi tiene lecciones muy importante e interesantes de estudiar...
Fueron los únicos que no participaron del pecado del becerro de oro en el desierto. Estuvieron de parte de Moisès y Dios los premiò...
Cuando abusaron de Dina, fueron los que trataron de rescatarla y tomaron venganza del abuso que cometieron contra su hermana...
Cuando repartieron la Tierra prometida no tuvieron porciòn para ellos y ellos lo comprendieron...
Asì que ser levita tiene sus exigencias y sus ventajas. Los que creemos en la funciòn de las tribus de Israel repartidas hoy entre los ministros de Dios sabemos que ser levita es un papel designado por Dios para aquellos que desean servirlo a costa de cualquier precio. Y Dios busca ese tipo de ministros. Lamentablemente hoy se ha desprestigiado tanto el papel levìtico de los pastores que necesitan meterse a negocios con el mundo, como cualquier empresario, porque el Señor parece no ser su Provisiòn Natural... O no lo aceptan como tal. Quizà por un principio elemental: Quien paga manda...
Y muchos pastores no quieren estar sujetos a la Voluntad y Deseos del Señor. Prefieren ser sus propios jefes, no depender de un Patrón como el Señor sino ser ellos mismos sus patrones. No quieren aceptar que ser empleado del Señor tiene sus bemoles como cualquier patrón de la tierra, excepto ellos mismos.
A ningùn jefe terrenal le gusta que sus empleados sean insujetos. Exigen obediencia a sus horarios, instrucciones y òrdenes. Les gusta que se les rindan cuentas. Què hacen con su tiempo, con su dinero, con sus matrimonios y sus vidas privadas. Hoy por hoy, muchas empresas estàn contratando ejecutivos casados y con familia. Ya no quieren solteros que trasnochan durante la semana y se van de la lengua porque no tienen responsabilidades familiares. Son, muchos de ellos, irresponsables. En cambio un ejecutivo casado tiene cuidado de alguien màs y eso lo convierte en un empleado de confianza. Dios piensa lo mismo. El necesita empleados de confianza. Empleados a quien confiarle sus secretos divinos. "Abriré para tì mi buen tesoro, mi Palabra" dice la Biblia. Y eso es para nosotros los que hemos comprendido que el Señor quiere y desea darnos a conocer sus misterios escondidos... Pero eso exige un precio: Ser levita cien por ciento...
Bien. ¿Y què es ser levita hoy en dìa? Bueno, sencillo. Como en el Antiguo Pacto, ser levita es ser alguien apasionado para obedecer al Señor. Apartarnos del pecado. Fuera con los programa de TV que no dejan nada positivo. Fuera con los amigos que pecan descarada e hipócritamente. Fuera con los vicios del mundo. Apartarnos para èl, en una palabra. Ser levita es ser apasionado. Defender Su Palabra, defender Su Honor con una buena conducta. Ser diferente. Ser de llama encendida cuando se trata de poner Su Nombre en Alto... Y, por supuesto, ser humilde para aceptar sus dones. Que Èl sea nuestro sustento. "Yo seré su heredad" les dijo a los levitas. "Ustedes no tendràn tierra, Yo seré su tierra". Ese es el precio. Que Èl sea mi heredad. Que Èl sea mi sustento. No mi negocio, no el colegio que funciona en el templo, no el rico de la congregaciòn. No. Èl quiere ser mi sustentador...
Y por ùltimo: recibir los diezmos. No es el primer paso. Es el ùltimo. Ajà, pero ¿como? Aquì va la respuesta basado en el tìtulo de este artìculo: Sean como la pimienta. Rièguense en todas las tribus. Enseñen Mi Palabra. Enseñen lo que Yo les indique. La pimienta en el frasco no tiene ninguna funciòn, pero cuando se riega entre los ingredientes de la ensalada produce un aroma y un sabor únicos... Por eso fue que El Señor dijo: "Entre las tribus tendràn una porciòn de tierra" Para que sean la pimienta de ese lugar. Jesùs lo dijo de otra manera: Sean la sal de la tierra... Interesante, ¿no cree?
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