martes, 8 de abril de 2014

LOS TITULOS...

Un mundo sin tìtulos serìa un mundo desordenado. Nadie sabrìa dirigirse correctamente hacia nadie. Necesitamos conocer quièn es quien para poder cumplir con los protocolos de educación, honra y honor que se deben a quien las merece... Cualquiera que sea su posición en la vida o en nuestro entorno...

Por ejemplo: Si no existiera el tìtulo "mamà", ¿còmo se dirigirìa un hijo hacia su progenitora? ¿Con què palabra de respeto le hablaría o la definiría? Si no existiera el tìtulo "papà" serìa un caos para un hijo hablar con su progenitor tambièn.

Por eso los tìtulos son necesarios. Olvidarlos o hacer un mal uso de ellos nos traeràn consecuencias dolorosas y vergonzosas en el futuro. Nunca olvidemos, entonces, con quièn estamos hablando... Especialmente los pastores.

Hay un sìndrome pastoral que hace que muchos pastores maleducadamente se dirijan a otros con sobrenombres y epìtetos que les faltan el respeto. Creo que ya es tiempo de empezar a cambiar esto, no solo para bien de la sociedad sino de la misma iglesia de Cristo... Si es que es de Cristo...

Judas, la famosa noche de su traiciòn, fue al bosque con un grupo de guardias para cumplir su ambición. Vendiò a su Maestro. Todos conocemos la historia... Pero hay algo interesante en este punto que a veces no vemos. Pero los eruditos nos ayudan a entender lo que hay escondido allí. Y està en el tìtulo que Judas utilizò para entregar a Jesùs...

Su saludo fue: "Maestro, maestro..." y le besò.

¿Porquè usò el tìtulo "maestro" y no el de Señor? Aquì tenemos el porquè para Judas fue fàcil venderlo y sacar provecho de su amistad con Jesùs. Si usted lee los evangelios cuidadosamente verà que sus discìpulos nunca le llamaron por su nombre Jesùs. Siempre se refirieron a Èl como "Señor". Los fariseos y otros le llamaron "maestro" pero nunca sus discípulos... Entonces vemos que para Judas, Jesùs nunca fue su Señor. Siempre lo vio como un rabino, como un maestro, como alguien que enseña cosas interesantes, como alguien a quien hay que escuchar porque sabe hablar o expresarse... Pero en su corazòn nunca lo puso como su Señor... Al igual que hoy: muchos tienen a Jesùs como El Salvador de sus vidas, pero no como el Señor de sus vidas. Por eso pregunta en Malaquìas: Si soy Señor, ¿donde està mi honra?...

Judas utilizò el tìtulo "maestro" para hacer saber que Jesùs no era el Señor en su vida, solo el maestro de moda. Venderlo, en consecuencia fue lo màs fácil. No le unìa a Jesùs màs que lo que valìa una platica...

Asì tenemos muchas personas a las que ha sido tan fàcil abandonarnos cuando creìmos que èramos sus pastores. No debe sorprendernos que han habido personas que han caminado con nosotros un buen trecho en el ministerio, acompañàndonos en la Iglesia y siendo parte de nuestro grupo a veces intimo... Pero cuando viene la crisis, cuando viene la nube negra del desacuerdo sale a flote lo que verdaderamente hay en sus corazones... Y aparece el verdadero tìtulo que hemos tenido en sus corazones... Somos el "chero", el "maitro", el "don" o el "hermano..." pero no somos el "pastor"... ¿Que nos extraña entonces si se lo hicieron a Jesùs? ¿Como llama usted a sus compañeros de ministerio entonces...?

Jesùs dijo en una ocasión: "Vosotros me llamaìs Señor y Maestro y teneìs razòn porque lo soy..."

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