sábado, 8 de febrero de 2014

HAGAN DISCiPULOS...

"Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." Mateo 28:19-20

... Y la iglesia hizo todo lo contrario... Se ha dedicado a ganar almas. A llenar templos. A ocuparse de motivar a las personas no a ser santas sino a ser ricos. A ser famosos. Incluso hay pastores que motivan a sus ministros o directores de alabanza a que participen en los famosos shows "Cantando por un sueño" y se olvidan que el talento que tienen para el canto es de Dios, para Dios y por Dios...

Làstima. Se han perdido un montòn de futuros profetas musicales. Se han perdido mujeres que pudieron ser instrumentos del Espìritu Santo para ministrar en los altares del Señor por estar luciendo sus voces y sus cuerpos en los altares del mundo...

Duro pero cierto. No lo podemos negar. Es la iglesia contemporánea. Son los lìderes actuales. Son los que ya no predican santidad. Ni consagración. Mucho menos hacen discìpulos. Con que hagan la oraciòn inicial y mencionen el Nombre de Jesùs es suficiente. Que se sienten a reirse de sus chistes, que concursen y que ganen viajes al exterior... En el "Nombre del Señor..."

Eso no fue lo que nos ordenò el Maestro, pastores. Èl no nos dejò dicho que formáramos cantantes. Ni actores. Ni presentadoras de televisiòn. Mucho menos reinas de belleza. Tampoco grupos de mùsica de rock alternativo. No señores. Su òrden fue: "Hagan discìpulos" y nos dio el ejemplo...

El verdadero sentido de la instrucción es: Mientras van por el camino. Mientras trabajan. Mientras predican. Mientras viven. Mientras comen. Mientras viven sus matrimonios. "Vayan", dijo. Todo pùblico. Todo a la vista. Todo como ejemplo para hacer discìpulos...

El ùnico momento que Jesùs tenìa privado era su oraciòn íntima con el Padre. Por lo demàs, todo era pùblico. Para que sus amigos lo vieran actuar. Sanar. Discutir. Enseñar. Comer y dormir. Eso es el discipulado. No es una casa de oraciòn. No es un instituto bìblico. No es una beca al extranjero para que regresen con un tìtulo bajo el brazo y el corazòn lleno de adulterio, fornicaciòn, borracheras y malas palabras en sus labios...

Hacer discìpulos exige que el maestro se desnude delante de ellos. Que lo vean en sus momentos tristes y alegres. Que lo vean como maneja el enojo. Como maneja sus pasiones. Como vence al pecado. Hacer discìpulos es llevarlos con èl a donde quiera que vaya. Incluso en sus momentos de descanso el maestro debe enseñarles como disfruta sanamente de los placeres de la vida...

En una ocasiòn unas personas le preguntaron a Jesùs: "¿Donde vives" Y Jesùs les respondiò: "Vengan y vean..." No les dio su direcciòn electrónica. Ni su direcciòn postal. Tampoco les dijo "cerca de aquì". No. Jesùs les dijo "vengan y vean". No hay nada oculto. No hay agendas dobles. No hay nada que ustedes no puedan ver de Mi...

"Vayan y hagan discìpulos y enseñenles todo lo que Yo les he enseñado"... Un compromiso que muchos pastores no han cumplido en ningùn momento. Han enseñado lo que ellos creen que deben enseñar y no lo que dijo Jesùs... Por eso estamos como estamos...

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