viernes, 13 de septiembre de 2013

CARTA A ALGÙN PASTOR...

Hace unos años cuando mi esposa y yo estàbamos en Canal 25 y hacìamos el programa "Gloria a Dios", un programa de entrevistas a hermanos cristianos, le preguntè a un hijo de pastor si le gustarìa ser entrevistado para que contara què se siente y como vive el hijo de un pastor... Su respuesta me dejò perplejo: "No, gracias, porque tendrìa que contar como mi madre tenìa que partir un plàtano en ocho pedacitos para darnos de comer mientras mi papà atendìa la Iglesia indiferente a nuestra situaciòn". Eso me hizo recapacitar en la condiciòn de muchos hijos de pastores que se entregan en cuerpo y alma a atender a la Esposa de Jesucristo y dejan de atender a su propia esposa e hijos... Hoy quiero ponerles este espejo...
Niños que tuvieron la "bendiciòn" de ser hijos de pastores pero que nunca tuvieron un triciclo donde aprender a manejar una bicicleta. Nunca tuvieron un yoyo de esos que echan chispas o lucitas. Niñas que nunca tuvieron una hermosa casa de muñecas donde soñar con un mundo infantil de rosas, o simplemente nunca tuvieron en sus brazos una muñeca de verdad... 
Eso dejò huellas dolorosas en muchos corazones que hoy estàn en la Iglesia llorando una orfandad de dolor, soledad y tristeza... Por eso mi trabajo con pastores abandonados por sus hijos o esposas es tan duro de enfrentar. La iglesia les robò el privilegio de ser padres. De ser madres. De ser hijos. De ser pequeños... Perdòn, corrijo, no fue la iglesia. Fue la ignorancia al no saber manejar su vida ministerial... (Esta carta no es ficticia, es una carta que le pedì a una esposa que necesitaba drenar su dolor al no poder amar a su esposo quien la acompañò y siempre estuvo a su lado. Le pedì permiso por si algùn dìa podìa escribir algo acerca de su caso...)
"...Es tiempo de dejar ir. Es tiempo de sanar. Es tiempo de que mi corazón esté un poquito más entero. Es tiempo de experimentar la alegría. Es tiempo de secar mis lágrimas. Es tiempo de salir del aislamiento y elegir la vida.
Ya no me siento fragmentada y perdida. Tengo un Padre celestial que me ama y que me provee todo lo que necesito. Siempre me vio, me ve y nunca quitará sus ojos de mí.
A pesar de que nunca escucharás estas palabras, papà, te lo digo hoy, con sinceridad y de todo corazón: Te perdono papá. Estoy libre de resentimiento. Entiendo que debe haber pasado algo terrible en tu infancia que te hizo actuar asì, pero este ciclo tiene que tener un corte; el amor ha prevalecido. 
Nunca te enviaré esta carta porque has demostrado en numerosas ocasiones que nunca reconocerás ni asumirás la responsabilidad por el rol que tuviste en mi dolorosa infancia. Debido a tu compromiso con tu ministerio no tienes la capacidad para entender, por lo que a pesar de estar dirigida a ti, estoy escribiendo esta carta para que se beneficien todos los que nunca han experimentado el amor de un padre. Estoy aquí para decirles que sé que es doloroso, para recordarles que nuestro verdadero Padre nunca nos ha abandonado. Siempre nos ha cuidado y siempre lo hará; sufre cuando sufrimos y sólo permite que haya pérdida y dolor para que Lo busquemos. Quiere que Le pidamos protección y que sepamos que tenemos derecho a protegernos a nosotros mismos. Y por sobre todo, quiere que entendamos la importancia vital de proteger a quienes nos rodean, a quienes necesitan nuestro amor y nuestro cuidado, a nuestros jóvenes, a nuestros hijos, a nuestra esposa...
Hoy le transcribo lo que aquella hermana pudo expresar a un padre ausente pero que habìa dejado una huella de dolor y soledad en ese corazòn. Debo aclarar que Jesùs la sanò totalmente y ahora es una amorosa esposa y madre.  Que no nos suceda a nosotros. A usted que lee y a mi que escribo...

jueves, 12 de septiembre de 2013

LOCURA vs. CORDURA

La Biblia dice que la enfermedad más terrible, dolorosa, destructiva y contagiosa es la ignorancia. El mismo Señor dice: "Mi pueblo es destruìdo porque le faltò conocimiento".  Ignorar Su Palabra es la muerte. Ignorar lo que Èl ha dicho sobre el mundo y los que lo habitamos es tremendamente peligroso. La gente puede llegar a suicidarse por causa de la ignorancia. Pierden dinero en malos negocios y de repente piensan que ya no vale la pena vivir. ¿Qué ocurrió? Cortaron su conexión con la realidad.

"Cordura" va más allá de que simplemente no te encierren en un hospital psiquiátrico. La cordura despeja tu mente de la falta de claridad y te permite estudiar la belleza de la creación. La cordura es energizante, expansiva, impresionante.

La cordura es lo que nos salva de caer presas de lo que todos los demàs dicen. Es por eso que el mundo trata de masificar a sus habitantes. La sociedad enajena a los màs dèbiles de pensamiento. La sociedad aliena a los màs pobres llevàndoles hasta donde viven lo que ellos quieren que los pobres coman, vistan y usen...

La locura es contagiosa. Imagínate que te encerramos en un hospital psiquiátrico donde todos ven serpientes en las paredes. Tras seis meses, es casi seguro que también creerás que hay serpientes en las paredes. La gente acepta las cosas más ridículas porque los demás las aceptan. La moda y la mercadotecnia de masas funcionan con este principio. Es impresionante cuanta gente se deja llevar por lo que los pastores de su comunidad les dicen que deben hacer sin consultar si verdaderamente es cierto, si eso lo dice Dios o el pastor. Son los que se han enajenado y ponen toda su confianza en el lìder que los està llevando por un sendero equivocado, contrario a lo que dice la Biblia.

Pastores: tengamos cuidado de no caer en ese influjo que puede parecer sano pero que en realidad es enajenamiento espiritual. El Señor tuvo muchos problemas con esta clase de gentes en Canaan. Su pueblo, el que tanto le costò (hablo como humano) sacar de Egipto, cuando entraron a la Tierra Prometida fueron absorbidos por esas tribus paganas y los llevaron a adorar a sus dioses falsos. ¿Por què lo hicieron? Sencillamente porque "todos lo hacen". Esta misma frase se escucha hoy en dìa en nuestra sociedad cristiana. Ya lo habìa dicho el Señor: "Convièrtanse ellos a ti pero tù no te conviertas a ellos..." Sin embargo sucediò todo lo contrario. 


Entonces:  ¿Cuál es la mejor manera de sobrevivir en un hospital psiquiátrico? ¡Cura a los otros enfermos! De otra manera es seguro que te verás influenciado por ellos. Como pastor ya entrado en años aùn debo cuidar mucho que no me absorban las costumbres de otros lìderes que no estàn caminando en el sendero de la Palabra. Sin la ayuda del Espìritu Santo caeré fàcilmente en las garras de la mentira y la moda porque "todos lo hacen y no les pasa nada".  Quizà eso fue lo que pensò Salomòn. La òrden del  Señor era: Además, él no tendrá muchos caballos, ni hará que el pueblo vuelva a Egipto para tener muchos caballos, pues el SEÑOR te ha dicho:"Jamás volveréis por ese camino." Tampoco tendrá muchas mujeres, no sea que su corazón se desvíe; tampoco tendrá grandes cantidades de plata u oro" Lev. 17:16-17.  Lea el epitafio de este rey y verà todo lo contrario...

Por eso el Evangelio de Jesucristo, dijo Pablo, es "locura de Dios para los que se pierden..." 
¿Y ahora, què hacemos?

miércoles, 11 de septiembre de 2013

LOS INVISIBLES...

Hace unos años el Señor me regalò un mensaje que le puse ese tìtulo...

"Los Invisibles" Se trata de los tres valientes que fueron a traer agua del pozo de Jacob que estaba detràs de las trincheras enemigas y del cual David habìa dicho: "Quièn me diera de beber del agua del pozo de Jacob". Uno de sus guerreros escuchò la peticiòn. Se lo contò a otros dos amigos y los tres se metieron entre el ejèrcito enemigo, cortaron algunas cabezas, dos se quedaron defendiendo al tercero mientras èste sacaba agua del pozo y los tres, chorreando sangre enemiga y sudorosos, se presentaron ante su rey y le entregaron su carìsimo trofeo: El agua del pozo...

Con razòn David no quiso beberla cuando vio a sus hombres llenos de la sangre enemiga, salpicados por el sudor que significò bajar y subir la loma en donde estaba acampado el rey...

Pero: ¿Quiènes eran esos tres hombres valientes que nadie, nunca, nadie los igualò? Se dice que Joab fue un valiente, se menciona a Benaìa que matò un leòn en plena nevada, se hace una lista extensa de los treinta valientes que David tenìa en su ejèrcito... pero tambièn se dice que nadie igualò la hazaña de sus tres valientes...

Pero no se dan sus nombres. Invisibles. Incògnitos. Inèditos. Sin rostros. Sin cuerpo. Sin linaje ni ascendencia... Solo su valor y su arrojo. Su triunfo. Su sacrificio por complacer un deseo del rey...

Creo que hoy hay muchos pastores que se parecen a estos tres desconocidos de linaje y familia. Cada viernes que me reùno con un grupo de ellos en Lourdes para compartir la oraciòn y la Palabra que ellos me predican me admiro de escuchar sus historias: Historias de amenazas de mareros. Amenazas de vecinos que no quieren que su templo estè en su barrio. Amenzas de otro pastor màs "grande" que èl. Amenazas del rico de la congregaciòn. Amenazas de enfermedades y escacès financiera...

A ninguno conozco de nombre. Solo sè que son siervos del Rey que tratan de complacerlo haciendo lo mejor que pueden, exponiendose al vituperio y al peligro de andar por las noches por esos callejones oscuros de sus barrios de Lourdes en donde acecha el enemigo lleno de tatuajes y con un puñal en la cintura...

Pero a ellos nada les amedrenta. No los asusta la oscuridad ni la maldad que circunda sus congregaciones o sus cantones. Son los inèditos de Jesùs que tambièn, como aquellos tres valientes de David, se pasan a las lìneas enemigas a conquistar sus corazones y sus vidas para el Rey de reyes. Los admiro. Siempre les digo que ellos son superiores a mi que pastoreo una preciosa congregaciòn en la ciudad llena de luz y protegida por razor en las orillas de las paredes...

Va para ellos y muchos como ellos mi màs sincero saludo y me quito el sombrero ante esos desconocidos, hombres sin nombre ni apellido pero que estàn allì, buscando como hacer la Voluntad del Señor para llenar su barrio y su cantòn con la Palabra que da vida... ¡Sigan adelante, queridos hermanos...!